lunes, julio 04, 2005

Cooperativas de NRECA y la Comercialización al Detalle: Una Carta a Danilo

Este es el inicio de una serie sobre las cooperativas que NRECA está desarrollando en el país. Luego de asistir a uno de los talleres que desarrolló la CNE en el 2003, conversé con Danilo Carranza de NRECA y me dijo que en El Salvador estaba funcionando bien la comercialización de electricidad. El mensaje que sigue fue fruto de lo que encontré más tarde en Internet.

Sr. Danilo Carranza

21 de diciembre, 2003

Estimado Danilo:

Como podrás ver en link del periódico digitar "elsalvador.com", la comercialización al detalle en El Salvador está también bloqueda por los distribuidores.

Dice el periódico: "Actualmente, aunque existe un reglamento que le permite a los comercializadores, vender energía a los grandes usuarios, la elevada tasa de peaje y el celo de las distribuidoras -que son las propietarias de las líneas de distribución-, obstaculiza la implementación de este servicio."

Y continua diciendo: "La cuarta es aumentar la cobertura de servicio en el área rural, debido a que se ha privilegiado el suministro de la zona urbana, a costa del descuido del resto de consumidores."

Te avanzo, que la razón por la que quiero distinguir entre la zona urbana, de la rural, es que el costo de transporte puede ser muy alto para la zona rural. Creo que los programas de electrificación rural serían "más rentables", si se reconocen los precios de acuerdo al lugar, lo que también disminuye las pérdidas en la red. Así, las tecnologías no convencionales tendrían mayor oportunidad de ser viables.

Por eso entiendo que en la solución urbana no hay que crear dos mercados. La comercializadora sería una empresa de servicios que compra el transporte de un distribuidor que no está autorizado a comercializar y cuyo precio está regulado. La empresa de servicios tendría que invertir en medidores o interfases que brinden en adición otros servicios, tendrían que desarrollar o comprar propiedad intelectual, equipos de transporte, oficinas y en general muchas de las inversiones que hace cualquier empresa de servicios.

No es necesario ser dueño de redes para tener propiedad similar a cualquier empresa de servicios. Es más, las inversiones sin las redes pueden resultar mucho más factibles para las cooperativas en las actuales circunstancias.

Muy atentamente,

José Antonio Vanderhorst Silverio, PhD

La Factura Paralela: Otro Nombre Para el Costo de Desabastecimiento

El Listín Diario en su sección de EL DINERO, presenta un titular "La factura eléctrica paralela cuesta hasta un 75 por ciento de la formal", bajo la firma de Yanet Beltré. Se cita que "Las quejas se deben a que a pesar de los gastos extras que le representa los cortes del servicio eléctrico, las tarifas nunca bajan."

Agrega Yanet que

Los prolongados apagones de las últimas cuatro semanas no sólo afectan a usuarios residenciales y pequeños comercios. Los propietarios de grandes plazas comerciales, principalmente las ubicadas en Santo Domingo Este, se quejaron porque están recibiendo entre ocho y 13 horas de interrupciones al día, situación que ha puesto en “jaque” la rentabilidad de los comerciantes que componen esos centros.

Los gastos extras que representan los cortes del servicio eléctricos, sumado a una tarifa que no baja nunca, son las principales quejas de los administradores de los centros comerciales que albergan decenas de negocios.
El gasto en combustible, que actúa como una factura paralela del servicio energético, representa aproximadamente un 75% del costo mensual de la luz.
Un caso especifico el de Rafael Acero, administrador de la plaza Selinna, ubicada en la María Montéz, quien explicó que recibe al día entre 10 y 12 horas de apagones, fraccionadas, por lo que cada mes debe comprar RD$60,000 de gasoil, sin incluir gastos de aceite y mantenimiento de la planta. Indicó que si a eso se le suma la tarifa promedio de RD$80,000 que debe pagar mensualmente por consumo de una energía que recibe a medias, sus ganancias se quedan cortas. “La plaza opera y a veces nos olvidamos de que la luz existe, porque ella viene cuando cree que debe hacerlo, y lo peor del caso es que la distribuidora no nos rebaja las horas de apagones cuando facturan, por más reclamos que hacemos”, se quejó Acero.
Aunque otros empresarios no fueron tan valientes al momento de ser encuestados, ya que pidieron reservar sus nombres y el de su negocio, no escatimaron desahogarse ante lo que coinciden en llamar una actitud “abusiva y poco responsable” por parte de las distribuidoras de electricidad que no toman en cuenta que ponen en riesgo la sostenibilidad de una parte importante del comercio dominicano.
Un propietario de una conocida plaza comercial, ubicada en la provincia Santo Domingo Este, dijo que la falta de energía eléctrica ha afectado tanto su negocio que decidió contabilizar los apagones, y que solamente el mes pasado recibió 150 horas de cortes en el servicio.

Este es otro ejemplo, del costo de desabastecimiento. Es bueno recalcar que los clientes se diferencian en la factura eléctrica paralela, que en ese caso particular ha sido calculado en 75%. Hay otros casos donde el costo es significamente mayor y en otros posiblemente menor.