domingo, octubre 15, 2006

Actualización: Un País Sin Apagones

Don Rafael Molina Morillo, en su columna Buenos Dias, trae hoy La Ciudad de la Tinieblas. El ensayo es un buen pie de apoyo a la celebración de 17 meses de la Bitácora Digital, la cual se inició con la nota Un País Sin Apagones el domingo, mayo 15, 2005 . Actualizaremos esa y otras notas relativas a la iniciativa UPSA en este aniversario con comentarios entre paréntesis.


Por José Antonio Vanderhorst Siverio, PhD

Consultor In(ter)dependiente en Electricidad

Parece un gran absurdo pensar en un país sin apagones en la República Dominicana. Esa idea la concebí a finales del año 2003. En ese momento, envié un correo electrónico a muchos amigos y relacionados para trabajar en la iniciativa. La iniciativa UPSA (Un País Sin Apagones). Solamente 3 personas se interesaron, dos ofrecieron apoyo y una sola tenía el entrenamiento profesional básico para interactuar rápidamente. No obstante, mi Sistema Activador Reticular se puso en acción y me empezaron a llegar las ideas para llevar a cabo la iniciativa. Para entonces, ya la idea había tomado cuerpo y pasada a papeles, por lo que desistí de la iniciativa con un solo contraparte. (Admito que no debí dejar de aprovechar la oportunidad de trabar con esas tres personas).

Es importante comprender que se debe considerar un apagón. La industria eléctrica que funciona se planifica para que los consumidores no experimenten apagones, salvo casos de fuerza mayor. Para ello, es necesario tener suficientes reservas en todo momento, lo que requiere una planificación a largo plazo muy bien financiada y mucho mejor ejecutada (esa es la clave principal). La mala administración de un sector eléctrico genera interrupciones al servicio que sorprenden a los consumidores y son esas interrupciones lo que debemos denominar apagones.

Lo que no debe considerarse un apagón. En un mercado de electricidad en que se transan operaciones por lapsos, que en nuestro país son de una hora, los clientes pudieran optar por no comprar o por reducir su consumo si supieran el precio de la electricidad con suficiente antelación. Debemos asumir que esas transacciones no son apagones, sino una simple operación de mercado. Esto ya sucede en el mercado mayorista del país, el cual es dirigido y administrado por el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado.

El progreso tecnológico ha recorrido un largo trecho. En muchos lugares del mundo los clientes industriales y comerciales medianos y grandes tienen la posibilidad de comprar electricidad cuyos precios varían lapso a lapso. En nuestro país todos los consumidores por encima de 700 kWh (Ver la diferencia entre kW y kWh) al mes son factibles de participar en un mercado como ese. En varios lugares se está trabajando fuertemente para llevar a los consumidores residenciales y pequeños comerciales a participar en dicho mercado.

Una transformación hacia Un País Sin Apagones no es una proposición de corto plazo. Es una transformación de 5 a 10 años (todo el esfuerzo que he desarrollado me ha permitido creer que en 17 meses puedo decir de 4 a 7 años). No obstante, “el que espera lo mucho, espera lo poco.” La buena noticia es que es factible y necesaria una transición hacia ese modelo y que se puede empezar a obtener muchos beneficios temprano. Siga poniendo atención al Grupo Millennium, que está implementado transitoriamente en este “blog” gratis mientras tanto, para mantenerse actualizado.

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