domingo, julio 22, 2007

A los Presidentes Fernández, Pared Pérez y Valentín

Leonel Fernández, Presidente Constitucional

Reinaldo Pared Pérez, Presidente del Senado

Julio César Valentín, Presidente de la Cámara de Diputados

Con profundo respeto a ustedes altos dignatarios, los principales dirigentes de la sociedad dominicana, les envío, por medio de hombres y mujeres de buena voluntad, un humilde mensaje que pretende orientarlos en la solución de la crisis del servicio eléctrico dominicano.

Palpando la realidad de hoy, entiendo que le debe corresponder a ustedes tres ser merecedores, y no solo al Presidente de la Cámara de Diputados, el honor conferido en el oportuno editorial del Listín Diario del 22 de julio del 2007, que aparece en la nota LD: Hora Bajar Humos FMI. El editorialista concluye que “[H]ace falta que funcionarios y dirigentes de la sociedad, con los pantalones bien puestos, asuman su rol de defensa de nuestros intereses, sin dobleces y sin posturas sumisas o dubitativas frente a las desmesuradas exigencias del FMI.

Creo modestamente que la defensa de nuestros intereses puede nutrirse con negociaciones basadas en la nota La Solución Definitiva a la Crisis Sistémica de Electricidad, donde expresé hace 9 meses:


El Presidente Fernández tiene la oportunidad que tuvo el Presidente Roosevelt, cuando enfrentó la crisis sistémica de la gran depresión financiera en los Estados Unidos y reformó el sistema financiero de esa gran nación. El diagnóstico sistémico de la gran depresión eléctrica que realicé y la solución están en poder de un consultor que pronto le entregará primero que a nadie – a eso me comprometí. Ese diagnóstico y solución está redactado para negociar de tu a tu con la banca multilateral. Como "el que espera lo mucho, espera lo poco," solicito muy humildemente suspender las acciones en el Congreso para el cambio de la Ley General de Electricidad, así como las negociaciones de los contratos con los generadores sin visión de futuro.

Lamentablemente, parece que el diagnóstico y solución fue interceptado y desvirtuado, al menos en lo que respecta al Plan Nacional de Competitividad Sistémica, al cual se le introdujo los aspectos del Plan Gubernamental de Rescate del Sector Eléctrico que el pleno del CONEP ha criticado duramente por la falta de diálogo. En múltiples ocasiones, no solo advertí importantes defectos en la receta del FMI, sino que ofrecí soluciones al mismo. A modo de ejemplo, de la nota Plan Gubernamental de Rescate del Sector Eléctrico Parte 2 extraigo los siguientes tres párrafos:

Según aprecio para la capitalización, el sector llega hasta los medidores de los clientes. Creo que el sector eléctrico es una infraestructura que debe llegar a toda la economía. En el primer caso el costo de desabastecimiento a la economía no está considerado, siendo esto el principal error del que adolece el plan gubernamental. Para rescatar el sector eléctrico entonces es imprescindible reestructurar, ya que es del sistema de capitalización de donde proviene ese serio defecto.

El supuesto Plan B era para asegurar el éxito, pero el llamado Plan Integral sería entonces un Plan C. La necesidad de ese Plan C es una excelente prueba de que hay un serio problema en el sistema es que el cambio del Plan A del gobierno (gerentes dominicanos) al Plan B del FMI (gerentes altamente experimentados) no ha surtido los resultados esperados. Para salir de la crisis es necesario reestructurar el sistema.

Además, el supuesto de que los planes A y B están basados en tres pilares fundamentales es incorrecto; están basados en tres pilares sintomáticos que miran el sector hasta los medidores: 1) faltan ingresos, aumentemos la tarifa; 2) hay muchas pérdidas, racionemos donde hay más pérdidas; 3) las cobranzas son bajas, aumentémosla. No hay nada de fundamental. Se trata de tratamiento a los síntomas, sin comprender las causas fundamentales subyacentes. El resultado ha sido un aumento excesivo de los costos de electricidad a la economía, al punto de que la incertidumbre sobre el futuro del sector es una barrera sobresaliente a la inversión extranjera…


La última receta sintomática del FMI negociada con el Gobierno es “hay mucho fraude, criminalicemos el fraude,” quedando limitada también hasta los medidores. En realidad la nueva receta es consecuente con los pilares sintomáticos 2 y 3, para reducir la presión excesiva que surte el pilar 1 para tratar de satisfacer la receta de aumento del CRI (Cash Recovery Index – Indice de Recuperación de Efectivo).

Ahora bien, la receta del CRI y la estructura de la capitalización, que separa el mercado minorista (la distribución y comercialización a los clientes regulados) del mercado mayorista, crean un grave problema a la operación a mínimo costo del sistema conjunto bajo condiciones de racionamiento. En efecto, la receta CRI a las distribuidoras comercializadoras pretende optimizar el mercado minorista del sistema de manera independiente del sistema en conjunto, con una administración unilateral de la demanda sin tomar en cuenta el impacto que produce el racionamiento en el poder adquisitivo de los afectados que son la gran mayoría.

Mientras los consultores contratados por el Organismo Coordinador para la evaluación de los procesos del mercado eléctrico dominicano recomiendan en su borrador de informe “representar adecuadamente la acción de los distribuidores…,” pasan por alto que esta es la mayor debilidad de sub-optimización del sector eléctrico, porque es incompatible con la operación a mínimo costo del sistema conjunto que dichos consultores recomiendan y que correctamente incluye los costos de racionamiento. En efecto, los consultores expresan que “[O]tra de las características que diferencia a la República Dominicana es la falta de optimización conjunta de los recursos.”

Estamos de acuerdo también con los consultores cuando afirman “[L]os modelos y modelización del mercado deberían tener en cuenta la realidad de la República Dominicana.” Lamentablemente, en el Organismo Coordinador hicieron caso omiso a mi sugerencia de la nota Re: Solicitud de Dispensa Parte 3, donde sugería revisar las bases del concurso porque “El caso dominicano es muy particular en que se opera en excesiva situación de desabastecimiento. Esas normativas fueron diseñadas para sistemas adaptados y el nuestro está totalmente desadaptado.” Esta desadaptación es debida principalmente al racionamiento impuesto por la receta del FMI.

Finalmente, por el “plazo fatal” de 10 días, cobra mucha urgencia que “funcionarios y dirigentes de la sociedad, con los pantalones bien puestos,”como lo son decididamente ustedes tres, pongan atención a la nota eMail Enviado: LGE - Mensaje Urgente a Legisladores.




LD: Hora Bajar Humos FMI

Editorial del Listín Diario del 22 de julio, 2007: Es hora de bajarle los humos al FMI

El Fondo Monetario Internacional está llegando a límites insoportables, en el afán de imponerle a la economía del país sus dañinas camisas de fuerza.

La presión que están ejerciendo sus representantes aquí, apoltronados en el Banco Central, se asemeja a la que desembozadamente, en el plano político, nos impusieron en el pasado los pro-cónsules del imperio.

Esta vez han puesto un plazo fatal a la Cámara de Diputados para que apruebe la ley de electricidad, bajo el chantaje de que si no lo hace en diez días, su Directorio no podrá abocarse a conocer un plan para la continuidad de su acuerdo con nuestro país.

Responsablemente, el presidente de la Cámara de Diputados ha rechazado que le coloquen este cuchillo en la garganta a ese cuerpo legislativo, una postura que muy pocos se atreven a asumir desde el Estado frente al todopoderoso agente financiero y de negocios que es el FMI.

Lamentablemente, otras instancias nacionales se han sometido a todas las restricciones que implanta ese organismo, y esta es la hora en que ni la pobreza ha disminuido ni se le da respiro al pueblo para alcanzar un mínimo de vida decente.

Al FMI solo le importa prestar y cobrar lo que presta, sin comprometerse con los traumáticos efectos que sus medidas provocan en el poder adquisitivo del pueblo.

A menudo se ha hecho de la vista gorda para soltar plata a sabiendas de que persisten debilidades y entuertos en el Estado, y esa es la razón por la cual tiene una fama funesta en varios países de la América Latina que probaron sus infuncionales recetas.

Hace falta que funcionarios y dirigentes de la sociedad, con los pantalones bien puestos, asuman su rol de defensa de nuestros intereses, sin dobleces y sin posturas sumisas o dubitativas frente a las desmesuradas exigencias del FMI.