domingo, febrero 14, 2010

¿Qué Necesitamos: la Institución para Servirse de Ella o para Servirnos?

En la noticia Sector energético está peor que antes de reforma, escrita por José Alfredo Espinal, para el periódico Hoy, relativa a una conferencia organizada por la Cámara de Comercio y Producción de Santiago, Ramón Flores dijo que “es imperativo la voluntad política que asuma los costos impopulares de revertir el daño que se ha hecho al sector eléctrico. Hizo hincapié en que hay que superar la cultura del miedo que se ha impregnado en el sector, miedo a tomar decisiones, miedo a cobrar la energía, entre otros.”

Al igual que Ramón, fui contratado para desarrollar una propuesta para la reforma del sector eléctrico que no fue divulgada, ni debatida, en 1996 por la gran debilidad institucional que imperaba y sigue imperando en el país. Debajo de dicha noticia coloqué el siguiente comentario:

Ramón Flores quien dirige el programa de Maestría en Regulación del sector eléctrico dice verdades. Pero la debilidad institucional va más allá de querer que se aplique una reforma que no encajaba con la realidad dominicana. El siguiente párrafo lo extraigo de la nota Una Verdad “Trivial” de Amcham del 2007 no muy conocida y que pueden leer en la dirección de Internet.

Ramón Flores, un especialista nacional, que redactó uno de los otros dos documentos, escribió “Cualquier sector energético de propiedad pública o privada que no se sustente en sí mismo, sino en las finanzas del Estado termina convirtiéndose en un barril sin fondo.” No obstante, la decisión de capitalizar extendió la participación de las finanzas del Estado en el negocio eléctrico. Esa participación, se hizo con el modelo de negocios de las distribuidoras, que sirve para extraer rentas abultando las compras de infraestructura que se pasan a tarifa. El resultado es tres distribuidoras quebradas.


La politización del sector eléctrico y la debilidad institucional son dos caras de un mismo problema. Pero primero hay que entender que la institución que se trasplantó en el país tiene una estructura inestable y alejada de la realidad emergente en el país en aquel entonces, lo cual ha incrementado en vez de disminuir la complejidad de la crisis.

Por mucho tiempo el tema de la institucionalidad del sector eléctrico ha sido una bandera que se ha alzado para mantener el status quo. La pregunta importante que los dominicanos debemos hacernos es que nos conviene más, la institución para servirse de ella o la institución para servirnos. A seguidas aparece un extracto de la página What is Servant Leadership?, que puede servirnos para decidir que tipo de instituciones queremos.

The phrase “Servant Leadership” was coined by Robert K. Greenleaf in The Servant as Leader, an essay that he first published in 1970. In that essay, he said:

The servant-leader is servant first… It begins with the natural feeling that one wants to serve, to serve first. Then conscious choice brings one to aspire to lead. That person is sharply different from one who is leader first, perhaps because of the need to assuage an unusual power drive or to acquire material possessions…The leader-first and the servant-first are two extreme types. Between them there are shadings and blends that are part of the infinite variety of human nature.

The difference manifests itself in the care taken by the servant-first to make sure that other people’s highest priority needs are being served. The best test, and difficult to administer, is: Do those served grow as persons? Do they, while being served, become healthier, wiser, freer, more autonomous, more likely themselves to become servants? And, what is the effect on the least privileged in society? Will they benefit or at least not be further deprived?


In his second major essay, The Institution as Servant, Robert K. Greenleaf articulated what is often called the "credo." He said:

This is my thesis: caring for persons, the more able and the less able serving each other, is the rock upon which a good society is built. Whereas, until recently, caring was largely person to person, now most of it is mediated through institutions - often large, complex, powerful, impersonal; not always competent; sometimes corrupt. If a better society is to be built, one that is more just and more loving, one that provides greater creative opportunity for its people, then the most open course is to raise both the capacity to serve and the very performance as servant of existing major institutions by new regenerative forces operating within them.


La realidad emergente. Como he manifestado, cada vez hay más evidencia de que la energía solar a nivel de las viviendas está ganando terreno. Esta vez sugiero que lean la nota Let The Sun Shine In, escrita por Martin Rosenberg, quién es el editor en jefe de EnergyBiz, publicación de los Estados Unidos que cubre la industria energética que circula a más de 24,000 ejecutivos senior y gerentes senior de las industrias eléctricas y de gas natural, expertos energéticos, analistas y reguladores. Esta situación crea una gran incertidumbre y a su vez grandes riesgos al Estado en los contratos de grandes centrales a largo plazo, que pueden hacer repetir en el próximo futuro la historia de que no le podemos pagar a los generadores.

Mi sugerencia es que necesitamos cambiar de la institución para servirse que opera en el sector eléctrico, la cual está dirigida con un énfasis en la producción, a otra institución que permita satisfacer las necesidades reales de de los clientes. En ese sentido, le solicito sus comentarios a la propuesta que aparece en el eMail Enviado - Sugerencia al Foro Haina: Estudiemos el Servicio Individualizado, que ahora tiene sus enlaces corregidos.

Como se puede ver en dicho eMail, la actual compra de medidores por parte de las distribuidoras de la vieja institución es una gran apuesta que está destinada a seguir extrayendo rentas y le va a costar muy cara al país. Lo que necesitamos es esa nueva institución, que está pensada para impulsar el desarrollo del país y su gente, mientras atrae las inversiones que requerimos.