sábado, abril 24, 2010

Borrador: Las Clases Sociales y Económicas, ANJE, la CNE, el PEN, la END, la EWPC y el Progreso de la Hispaniola

Borrador del Editorial del Grupo Millennium Hispaniola (GMH - en formación)

Sometido el 24 de abril, del 2010, a la consideración de los amigos del GMH, por José Antonio Vanderhorst-Silverio, Ph.D., en mi calidad de Servidor-Líder del GMH.

Para ser publicado el 26 de abril, del 2010, a partir de las 8:30 P.M.

Este editorial del GMH se realiza con el ánimo de que sea considerado por los asistentes al “Foro de Negocios e Inversión para la Reconstrucción y Desarrollo Económico Sostenible de Haití,” que se desarrollará los días lunes 26 y martes 27 de abril del 2010, en el Hotel Hilton.

Haití y la República Dominicana pueden beneficiarse grandemente de una reestructuración del servicio eléctrico, acorde al Modelo Marco de la Electricidad Sin Control de Precios (EWPC-AF, siglas en inglés), que persigue el mínimo costo y/o el mayor valor agregado para el cliente individual. Disponible a quien la solicite, la “Propuesta de Colaboración con la CNE en la Elaboración del Plan Energético Nacional” (PEN), que sometí en calidad personal y profesional, a solicitud de la misma CNE, está diseñada para apoyar un proceso de desarrollo de la gente y de los negocios, que reconoce la existencia de tres tipos de sociedades que necesitan convivir armónicamente integrada para que la Hispaniola como un todo pueda progresar.

La propuesta de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), “En Búsqueda del Mejoramiento del Sector Eléctrico,” que aparece en la página 17 A del Listín Diario del sábado 24 de abril, del 2010, que ANJE entregó a la CNE, ofrece elementos de la sabiduría convencional muy valorados por muchos empresarios. La misma encajaría perfectamente en el PEN, si la sociedad dominicana (y también la haitiana) tuviese como un fin convertirse en una sociedad industrial. Es decir, detener el progreso hacia la sociedad de la información, que puede estar íntimamente vinculado a la solución del problema ambiental que aparece en el PEN y que necesariamente corresponde también a Haití. En vez de una u otra sociedad, necesitamos impulsar al mismo tiempo ambas sociedades.

En efecto, las cifras económicas divulgadas por el Banco Central indican todo lo contrario a la suposición de la sabiduría convencional. Vemos que los motores de la economía dominicana son en estos momentos los servicios de telecomunicaciones, el turismo, la banca. Esto no quiere decir que no necesitemos industrias; lo que necesitamos es buscar un equilibrio robusto con la oportunidad de interacción eficaz entre las sociedades existentes que permitan el desarrollo de la Hispaniola. Para entender mejor un ejemplo de dicho equilibrio, sugiero leer la nota No Habrá Solución a la Crisis Eléctrica sin el Equilibrio Justo entre lo Factible, lo Viable y lo Deseable.

En realidad, querámoslo o no, en la oportunidad de interacción, tenemos una mezcla que puede aproximarse como si existieran tres sectores sociales dinámicos importantes conviviendo en la isla, en que participan mayormente las clases alta, media y baja. Puede decirse también que estas clases se corresponden aproximadamente con las aspiraciones de las sociedades de la información, de la industria y de la agricultura. Lo que necesitamos es organizarnos para facilitar el progreso de integración inter-social (en vez de la segregación multi-social) para no detener el proceso o peor aun retrasarlo.

La dinámica del progreso inter-social se podría entonces caracterizar como la de un movimiento desde la clase baja a la clase media y desde esta a la clase alta. El atraso, por el contrario, tendría una dinámica inversa. Sin querer ser exacto, digo que en nuestro país, desde el fin de la dictadura de Trujillo hasta los años 80, podría decirse que hubo progreso. Desde entonces, a pesar del visible crecimiento económico experimentado, hemos sufrido un retraso en el desarrollo que es muy probable esté impulsado por el cambio que presagia un nuevo orden global. En cambio, en Haití, durante ese mismo lapso, percibo que solo ha habido retraso.

Dentro de estas tres sociedades, puede decirse que conviven además de los tres tipos de clase, tres tipos de economía: la agraria, la industrial y la “experiencial” (de la experiencia), las cuales puede decirse también que responden a la jerarquía de necesidades de Maslow, en cuanto al desarrollo personal y económico. En la agraria, se espera resolver necesidades físicas fundamentales, como la alimentación; en la industrial, la seguridad, la aceptación social; y en la experiencial, que se corresponde con la sociedad de la información, impulsa una proposición superior de expectativas significativas y emocionantes que se corresponde con una sociedad afluente. Puede imaginarse fácilmente que dichas clases necesitan tres tipos diferentes de servicio eléctrico.

La economía experiencial, definida por Joseph Pine y James Gilmore, supone un cambio del consumo pasivo a la participación activa. Sin ninguna duda al respecto, hace mucho tiempo que los dominicanos afluentes dejamos de ser simples consumidores de electricidad, pasando a ser al mismo tiempo clientes en el mercado vibrante “Sálvese Quien Pueda (SQP),” de soluciones individuales, comprando plantas eléctricas e inversores, para poder satisfacer las expectativas de una sociedad afluente. Se trata de un servicio eléctrico de alto desempeño.

Es precisamente por la necesidad de diferenciar los tipos de servicio eléctrico que discrepo respetuosamente de la óptica de ANJE, que afirma que “El fallo de la Reforma Eléctrica no tiene su origen en ella misma, sino en la carencia de una adecuada administración…” Al contrario, en el GMH hemos descubierto que el fallo del proceso se debe a la falta de un liderazgo transformador del sector.

Durante ese proceso, y sin una necesidad de un servicio tan sofisticado como el que requiere la sociedad afluente, que vemos en los polos turísticos aislados y en los circuitos de 24 horas, una parte importante de la clase media ha podido participar también del mercado SQP. No obstante, a pesar de realizar dichas inversiones, la insistencia en un arreglo (que carece de sistema) basado en una Ley General de Electricidad (LGE) orientada a la economía industrial, con el ideal de ofrecer un servicio uniforme de precios medios, ha hecho que no se les puedan garantizar su seguridad de servicio eléctrico, a los que están ubicados en sectores con circuitos de muchos apagones.

Como estamos comprobando esa LGE es incapaz de impulsar el máximo bienestar social por las barreras a la innovación que se logra con la reestructuración propuesta de precios diferenciados del EWPC-AF. Mientas la LGE impulsa un proceso incremental de aumento de eficiencia de nunca acabar, el EWPC-AF se concentra en la innovación para introducir un mercado que impulse grandes ahorros por coordinación.

Por un lado, dichos ahorros aprovechan una capacidad instalada de muy baja utilización en poder de la clase alta, que para satisfacer las normas de la LGE impide su integración al sistema interconectado. La baja capacidad de utilización es también el resultado de la política vigente para los circuitos de 24 horas. La existencia de un mercado basado en la EWPC-AF permitiría incentivar el diseño e inversión de innovaciones para integrar dicha capacidad ociosa al sistema interconectado, no solo aumentando su rentabilidad, sino abriendo el sector eléctrico local e internacional a dichas innovaciones con la generación de nuevos empleos y negocios con vocación para la exportación.

Por otro lado, la discriminación vigente, que asigna a los circuitos un número de horas de apagones en función de los cobros en dichos circuitos de clase media y baja, genera un importante subsidio cruzado (desconocido por la opinión pública) de seguridad de suministro a favor de la clase alta de parte de la clase media, asumiendo en términos generales que la clase baja recibe los subsidios conocidos. Al transparentar esos subsidios de seguridad de suministro, la economía experiencial se beneficia con una reestructuración del sector eléctrico basada en la EWPC-AF, que permite desarrollar microrredes integradas a la red que la apoyen un servicio de electricidad perfecto, que no es factible bajo la LGE.

Para más detalles sobre las microrredes, pueden ver un Tweet de @PeferctPower, que Nice article! RT @gmh_upsa New: The “Genius” of the Macrogrid & Truly Fair #Microgrids #smartgrid. Cabe indicar que “Perfect Power es la residencia en Twitter del Galvin Electricity Initiative, que dirige una campaña para crear un sistema de electricidad perfecta basado en las necesidades del consumidor.” Gmh_upsa, es la residencia en Twitter del Grupo Millennium Hispaniola y su campaña de Un País Sin Apagones.

Finalmente, sugiero poner atención al eMail Enviado: ¿Llevará la Estrategia Nacional de Desarrollo a un Futuro Mejor?, para que en el país se consideren al menos dos escenarios: "... el de El Avestruz [que] depende de una política interna prioritaria para el progreso del país, mientras que en el Escenario de Los Gansos es la política exterior la que es prioritaria y que hace al país competitivo." Nuestra opinión es que hay que asegurar que en el PEN se asuma además del Escenario del El Avestruz, que enfatiza la economía industrial, al menos un segundo escenario acorde a la economía experiencial. La política exterior (no la interior) dicta la competitividad y también grandes cambios que se esperan con el medio ambiente (que puede influenciar el cambio del Escenario de El Avestruz al de Los Ganzos). El futuro mejor se percibirá con la mejor calidad de vida en la población.