jueves, junio 16, 2011

Creencias Estratégicas Sugeridas para Apoyar una Reforma Fiscal Exitosa

Resumen agregado 17/6/11: El modelo económico dominicano está basado en metodologías que no reflejan la realidad actual y emergente. Dicho modelo abre un espacio espacio político excesivo que nos está llevando a un Estado fallido . Para limitar el exceso, antes de la justa electoral, se sugiere un cambio de rumbo a una actitud cientifica orientada a la acción, concentrando la atención en el desarrollo de sistemas institucionales en los sectores educativo y eléctrico. Este cambio se debe empezar a aplicar con urgencia en la Reforma Tributaria y consignarse en la Carta de Intención al FMI.

Esta nota aparece actualizada en la otra nota Cambiemos el Modelo Económico con Una Actitud Científica Orientada a la Acción del 17/6/11.

Sugerencia a la Comisión Bicameral: Sólo Desajusten lo Institucional, la Educación y la Electricidad

Por José Antonio Vanderhorst Silverio, Ph.D.
Consultor Sistémico
Diseñador del Modelo de la Electricidad Con Valor Agregado (ECVA)
Propulsor del Grupo Millennium Hispaniola (sin incorporar)
Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana
Miembro Senior Vitalicio del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos

Ante las exigencias del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Bilateral del Congreso Nacional ha organizado una consulta y busca opciones sobre el Proyecto de Reforma Tributaria sometido por el Poder Ejecutivo. En ese sentido, sugiero que es imperativo que se emplee la mejor metodología posible para poder reorientar el rumbo del país hacia la prosperidad. Esa metodología, que ha estado disponible por casi un siglo, es la clave para mejorar las condiciones de vida de los dominicanos.

Con una actitud científica para la acción, necesitamos cambiar nuestras creencias obsoletas, por creencias ajustadas a las realidades actual y emergente. Como contexto de la Reforma Tributaria, ese cambio de creencias debe negociarse y consignarse en la Carta de Intención que le presentará el Gobierno al FMI.

Cabe indicar que se trata de un cambio revolucionario en el sector educativo, que junto al cambio revolucionario que propongo en la nota Desconectemos el Presupuesto del Sector Eléctrico sugiero encarecidamente que deben ser consignados en dicha Carta de Intención. Adelanto que al desconectar el presupuesto se simplifica el problema financiero del gobierno que ha impulsado esta reforma. Es así también como los presupuestos de años venideros serán más estables.

Charles Sanders Peirce, quien ha sido rehabilitado como el genio de la filosofía de las ciencias, demostró hace casi un siglo que de las cuatro metodologías para fijar creencias, “la tenacidad, la autoridad, a priori (el consenso) y la científica, solo la científica mantiene su vínculo con la realidad.” Según la definición que propuso, “… la creencia consiste principalmente en estar deliberadamente – esto es, racionalmente – preparado para la acción,” como nos dice Joan Fontrodona Felip, en su libro “Ciencia y práctica en la acción directiva.”

Muy humildemente propongo que, por estar preparada para la acción, esta propuesta sintética de alto nivel se sustenta en sí misma, sin ninguna necesidad de mediar la autoridad, ni tampoco el consenso. No obstante, adelanto que todo dominicano de buena voluntad que la lea y la entienda (y si fuere el caso esté dispuesto a perfeccionarla) estará dispuesto a adherirse a la misma.

En el mundo globalizado que nos toca vivir, la realidad actual de la República Dominicana es que, por ejemplo, sus sectores de educación y de electricidad están colocados dentro de los últimos lugares de dicho mundo. Esa realidad tan palpable, que se corresponde directamente con la creciente reducción en la calidad vida de la mayoría de los dominicanos, es fruto del abuso de las metodologías de la autoridad y del consenso, en situaciones críticas en que se deben fijar las creencias con base a una actitud científica para la acción. Si recuerdo bien, cuando el consenso se puso de moda, el científico José Ramón Albaine Pons, Ph.D., alertó a la sociedad dominicana al escribir el artículo “El Consenso como Forma de Dominación.”

Por falta de una actitud científica generalizada para la acción, muchos dominicanos capaces de crecer y desarrollarse en ese tipo de actitud se han visto obligados a emigrar a otros países por el bajo poder, riqueza y prestigio que le asigna los que controlan la sociedad dominicana. El interés demostrado por la sociedad dominicana en un sector educativo de clase mundial, solo tendrá sus frutos si al mismo tiempo colocamos la educación y la actitud científica orientada a la acción en la cúspide de nuestra sociedad.

Si hay algún estamento que puede llevar oportunamente al Congreso esta propuesta a la consideración del Estado Dominicano diseñada para cambiar la situación esa es la misma Comisión Bilateral. El Congreso tiene el poder para crear la seguridad jurídica, tanto para colocar los ciudadanos que se destaquen en ese tipo de actitud, como para atraer a los que emigraron y se destacaron en el exterior, como por ejemplo, han hecho los países asiáticos, a fin de acelerar el rumbo hacia la prosperidad.

Esta situación puede generar un gran duelo, no solo en la sociedad dominicana, sino en países e instituciones, como, por ejemplo, la banca multilateral, porque lamentablemente la gran mayoría de las organizaciones que debieran premiar una actitud científica orientada a la acción han sido capturadas con los abusos de la autoridad y del consenso, que se refuerzan mutuamente en un círculo vicioso para penalizar a los más débiles. Si la República Dominicana y sus ciudadanos quieren crecer y desarrollarse, sus dirigentes necesitan ser hombres y mujeres con una actitud científica orientada a la acción, para poder enfrentar decididamente la realidad que involucran los problemas perversos que nos agobian.

Es importante destacar la creencia defectuosa de que una actitud orientada a la acción se restringe solamente a la lógica de la búsqueda de la verdad. Interpretando a Pierce, Fontrodona agrega que “… la lógica se ocupa del razonar correcto, es decir, del correcto uso de los medios; la ética analiza los fines hacia los que esos medios deben orientarse, de modo que su interés se oriente hacia las condiciones en las que la acción puede considerarse correcta; por último, la estética define lo que es el fin en sí mismo, aquello que merece ser considerado como admirable y deseable, cualquiera que sean las circunstancias que se presenten u otras consideraciones que se puedan hacer.”

¿Qué envuelve una actitud científica para la acción? La vieja creencia de que “…el pasado es la base del futuro…” es obsoleta, porque supone que las lecciones para avanzar sólo vienen del pasado para afectar el presente, basándose en las lógicas de la inducción y la deducción. Pierce, el padre de la semiótica moderna, descubrió la abducción o lógica de la sorpresa que supone lecciones para avanzar que vienen del futuro para modificar el presente, por medio de una actitud científica para la acción. Después de leer el libro de Fontrodona, puedo confirmar que esa es precisamente la actitud que empleé para crear el Modelo ECVA.

Un examen de la campaña “4% del PIB ¿Para qué?” revela lo poco ambicioso que es el movimiento “4% Para Una Educación Digna,” al basarse en creencias obsoletas que se contentan con soluciones del pasado:

• Contratar más maestras y maestros, ya que hacen falta alrededor de 58,000.
• Construir 10,000 nuevas escuelas y rehabilitar 12,000 aulas actualmente en mal estado.
• Dotar los centros educativos de agua potable, instalaciones sanitarias, bibliotecas, áreas deportivas y recreativas.
• Fortalecer la formación de docentes y el pago de salarios dignos.
• Suministrar los recursos didácticos, material gastable, mobiliario y equipos necesarios.
• Proveer un adecuado desayuno escolar.
• Incorporar a 632,000 niñas, niños y adolescentes que están fuera del sistema educativo.

Efectivamente, similar a la estrategia vigente del sector eléctrico, no hay nada novedoso en esa relación que pudiera diferenciarnos. Deja todo como parte del contexto, a pesar de que la aspiración es ampliamente aceptada y también de muy largo plazo.

Para entender mejor que quiero decir con poco ambicioso, basta con solo cuestionar si en la República Dominicana hay un sistema educativo. Para eso, me aferro a mi definición de sistema, que es un arreglo organizativo sostenible y el educativo no lo es. El arreglo organizativo del sector educativo es insostenible, al estar amparado en la obsoleta creencia de que solo se aprende del pasado, generando múltiples círculos viciosos que impiden que avancemos como personas y como sociedad. En efecto, es un arreglo que deseduca, al estar muy desequilibrado cuando se concentra en que no cometamos errores, cuando los errores en cierta medida son el mejor medio para aprender, porque impulsan la capacidad creativa y de iniciativa de la persona.

Concluido ese largo antecedente esencial para impulsar la prosperidad, el proyecto de Reforma Tributaria tiene un alcance de unos pocos años, hasta que llegue otra como ha estado ocurriendo sistemáticamente. En ese sentido, dicho Proyecto se solapa con los primeros años de la Estrategia Nacional de Desarrollo, que aplica para el largo plazo. Sin embargo, como el próximo año es electoral, en un mundo que opera en un entorno internacional muy desfavorable, la Comisión Bilateral necesita definir claramente el espacio en que se debe desarrollar la lucha por el poder político interno.

A la inmensa mayoría de los dominicanos se les ha vendido la falsa idea de que el futuro debe depender solamente de una lucha electoral que da como resultado llevar al poder al menos malo. Al respecto, el señor Carlos J. Vidal Lassis, distribuyó el artículo “La Encrucijada del Bienestar o del Desastre,” que fue criticado por el señor Mariano de León Montero, quien en todo el proceso de intercambio de correos electrónicos en que participé, actuó como el Abogado del Diablo (una persona que aboga una posición contraria). La propuesta del señor Vidal Lassis solo fue respaldada por el señor Erasmo Lara Peña.

En respuesta a dicho artículo dije que “Esta alternativa tiene el fin de evitar el desastre, que con mucha probabilidad resultará si concentramos solamente nuestra atención en la lucha electoral como lo hemos venido haciendo.” Me bastan los elementos claves que he recogido de la respuesta que el señor Vidal Lassis le hizo al señor León Montero. Hasta donde tengo entendido mi propuesta llena con creces las siguientes aclaraciones que hizo:

• Dijo que “la idea principal es orientar a la gente hacia hacer una decisión educada en base la situación real del país y del entorno internacional…”

• Dijo “… que creo que orientando a los demás como tomar una decisión correcta fuera de las pasiones partidarias es vital para el progreso del país.”

• Sugiere “… un pensamiento racional basado [en] un análisis de los hechos y la realidad.”

En sincronicidad (no coincidencia) con esta propuesta, Adriano Miguel Tejada escribe sobre la necesidad de Limitar el Espacio Político, con el que concluye “Los dominicanos tenemos la obligación de revisar el espacio que le hemos regalado a los políticos, o no sobreviviremos como sociedad.” Hace falta delimitar ese espacio implantando sistemas institucionales (ver más adelante).

Al respecto, sugiero que tomando bien en cuenta lo que sugirió el economista Miguel Ceara Hatton, en respuesta a la sugerencia del embajador de los Estados Unidos en el país, Raúl Yzaguirre, quien dijo que a su juicio los retos más importantes que enfrenta República Dominicana son la educación, el problema energético y el estado de derecho. Ceara-Hatton dijo “…Yo creo que el gran problema que tiene el país es el institucional, esa es la gran debilidad de este país, y es un país donde no hay consecuencias. Este es un país que necesita un régimen de consecuencia. El que no cumple su función debe ser destituido."

Es muy importante que el legislador tome muy en cuenta lo anterior y haga todo el esfuerzo por impulsar el equilibrio entre la política interna de corto plazo, que corresponde a la Reforma Tributaria y el equilibrio macroeconómico, y la política externa de largo plazo, que impulsan la Estrategia Nacional de Desarrollo y el interés nacional. Esa conciliación requiere un apoyo total del Estado Dominicano para la política exterior, dejando la lucha electoral y el espacio político restante para la política interna. Por ejemplo, por razones similares, en los Estados Unidos la política exterior domina la interior.

Como explico en la nota De la Luz que no Alumbra a la Estrategia Marca-País, cada país necesita concentrarse en lo que más le importa. Como ya hemos visto, tres grandes aspiraciones de los dominicanos corresponden a la institucionalización, la educación y la electricidad necesitan considerarse como parte del interés nacional. Fue por eso que propuse innovar contestando afirmativamente la nota ¿Pondremos la Educación y/o la Electricidad en el Núcleo o en el Contexto de la Estrategia Nacional de Desarrollo?, sugiriendo que “… la Estrategia Nacional de Desarrollo se divide en las actividades del núcleo, que son las que deben generar la ventaja competitiva del país, [separándolas] de las del contexto.”

Similarmente, el resumen de la nota ¿Qué tenemos que Hacer para que la Banca Multilateral nos Deje Inventar un Futuro de Prosperidad? dice que “El éxito de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) de la República Dominicana depende grandemente de una reforma de la banca multilateral que deje a los países inventar. El núcleo de la END se concentrará en cambios revolucionarios en el desarrollo de sistemas institucionales, iniciándose en los sectores de educación y electricidad, con el apoyo de las tecnologías de información y las comunicaciones.

A nosotros nos debe importar innovar, con base a una actitud científica orientada a la acción, en esas tres actividades para definir el interés nacional en el mercado global. Como anticipé, esas aspiraciones se sintetizan en dotar de sistemas institucionales a los sectores de educación y eléctrico, de forma que se refuercen mutuamente para generar bienestar local e internacional.

Cabe indicar, que el problema eléctrico no es solo local, es principalmente global. Por eso debe ser del interés del Estado Dominicano desarrollar su sector eléctrico como parte de su política exterior para el mercado global. La experiencia de las zonas francas provee importantes lecciones de cómo los dominicanos muy pronto se apropiaron de nuevas creencias que generaron riqueza.

En el artículo El Paquete Tributario y el FMI, publicado en Diario Libre, Eduardo García Michel opina que “Hemos escrito ‘desajustar’ la economía. Aunque suene raro ha sido así. Y ha formado parte de la política de los países del G-20 para sacar la economía mundial de la recesión, que los mercados se han encargado de rechazar luego de que sirvió para el rescate del sistema financiero, por la sencilla razón de que la deuda y el déficit que provoca genera desconfianza y termina retrayendo la economía y el empleo.”

Para enfrentar la dicotomía de ajustar o desajustar toda la economía, como equivocadamente ocurre hasta en el G-20, en la Reforma Tributaria se sugiere ajustar la parte de la economía que no corresponde al interés nacional, concentrando en la reducción de costos, para desajustar solamente los sectores de educación y electricidad para desarrollar sistemas institucionales intensivos en tecnología de información para tratar de generar el máximo valor. Es así como la educación se podrán nutrir de los recursos que serán liberados por la electricidad, vía el proceso de su desconexión del presupuesto mencionado al inicio de este documento.

Como pueden haber visto, para hacer esa desconexión se necesita un cambio al modelo vigente en la Ley General de Electricidad. Implantada con base a la autoridad y el consenso, esa ley es un claro ejemplo de su alejamiento de la realidad que podemos constatar en los destructivos efectos que vivimos en carne propia día a día. El cambio es al Modelo ECVA, que propuse hace 15 años y que diseñé en los últimos ocho años, siempre empleando una actitud científica para la acción.

Ese cambio, pretende desincentivar al capital financiero de corto plazo e incentivar al capital productivo de largo plazo, dejando libre en los próximos años crecientes recursos para el sector educativo. Asimismo, dicho cambio en el sector eléctrico reasignará una proporción equilibrada al mercado al ser parte de nuestra política exterior.

Ese mercado completo y altamente funcional, que corresponde a una profundización de la reforma de los mercados eléctricos globales, concentrará su atención en una sana competencia, al por mayor y al detalle, con el propósito de desarrollar una ventaja competitiva en la medida en que nuestros trabajadores directivos desarrollen una actitud científica para la acción. Es así, como los sistemas institucionales de educación y de electricidad se reforzarán mutuamente para volverse nuestra ventaja competitiva en el mercado global.