martes, mayo 15, 2012

Saltemos a un sistema educativo que valora la cultura del conocimiento


Saltemos a un sistema educativo que valora la cultura del conocimiento es el segundo artículo de la columna "Liderazgo Sistémico" de acento.com.do. Dicho artículo está programado a ser publicado el sábado 19 de mayo del 2012. Dado que la Junta Central Electoral ha decidido tomar control de los servicios de comunicaciones desde esa misma fecha y como ya ese artículo está disponible, basta pulsar el título arriba para leer una versión original sin hiperenlaces. Para los que prefieren una versión con hiperenlaces, pueden seguir leyendo.

A grandes rasgos, la característica principal de la nota del Grupo Millennium Hispaniola (GMH) La educación para la prosperidad requiere hacer camino al andar es la necesidad de dar un salto para poder aprender del futuro emergente con una actitud científica orientada a la acción. Esa nota se complementa con enseñanzas del sistema de conocimiento profundo, sugerido por el genio W. Edwards Deming en la segunda edición de su libro “La Nueva Economía: para la industria, el gobierno, la educación,” publicado poco antes de su muerte en 1994.

Tal actitud nace de las enseñanzas del gran filósofo de los Estados Unidos de América Charles Sanders Peirce, padre de la semiótica moderna, quien descubrió (hace más de un siglo) el razonamiento de la abducción que complementa la inducción y la deducción. En vez de seguir tratando de aprender solamente con razonamientos del pasado, necesitamos también emplear la abducción o lógica de la sorpresa para aprender del futuro emergente con su método científico orientado a la acción.

Por ejemplo, la nota del GMH sugiere que los planes del segundo congreso industrial y los de la campaña “4% del PIB ¿Para qué?” tratan de lograr grandes esfuerzos sin adecuarse al futuro emergente. Igual sugerencia le cabe al análisis de políticas educativas que la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) acaba de publicar.

Dicha nota aprovecha una entrevista al escritor y ex-ministro de trabajo de España, Manuel Pimentel, sobre su libro “Decálogo del Caminante.” Pimentel dijo que “… los caminantes tiene una noción más trascendente del camino; son capaces de verse desde fuera; plantean no solamente el cómo, sino sobre todo el para qué y el porqué.” Entiendo “que Machado podría decir que los caminantes son los que con su andar hacen las huellas del camino al desarrollo.” Creo que para Deming estos caminantes son los líderes del conocimiento profundo.

“¿Cómo nos va?” es el tituló del primer capítulo del libro, del que repito unas preguntas que pueden ayudarnos a encontrar espacio para equilibrar el sistema de gobierno. En su primer acápite, Deming pregunta: “… ¿un cambio de liderazgo garantizará una vida mejor?¿Qué pasa si los nuevos líderes no son mejores?¿De cuánto tiempo disponen los líderes para demostrar que han traído una vida mejor? Es evidente que en vez del consenso, una actitud científica orientada a la acción facilita responder esas preguntas con mayor certeza.

Deming pregunta y se responde a sí mismo: “¿Los grandes esfuerzos traerán la mejora? Desgraciadamente no. Los grandes esfuerzos y el trabajo duro, no guiados por nuevos conocimientos, no hacen más que ahondar el pozo en el que nos encontramos.” Al igual que en los tres ejemplos anteriores, por falta de generar nuevos conocimientos para desconectar el presupuesto del sector eléctrico, no valen mucho grandes esfuerzos ni el trabajo duro en el sector eléctrico.

Todos los candidatos prometen grandes esfuerzos para cumplir el aumento del presupuesto de educación al 4%. Respondiendo ¿Qué tenemos que hacer?, Deming dice que “… Este cambio exige conocimientos. En otras palabras, nuestro problema es educación y el desarrollo de una cultura que valore el aprendizaje… Para innovar y mejorar la educación harán falta líderes.”

Para salir del pozo profundo, necesitamos muchos líderes-caminantes y mucho menos políticos. Su trabajo será lograr “la transformación de su organización, con conocimiento, personalidad y poder de persuasión,” como dice Deming, para pasar de la tiranía del estilo prevaleciente de administración al sistema de conocimiento profundo. Superando el actual desequilibrio de lo político sobre lo profesional, transformaremos el sector educativo de un sistema que esta roto a un sistema eficaz.