miércoles, noviembre 21, 2012

Los indignados pueden y deben romper el paquetazo


Los indignados dominicanos no tienen tiempo que perder para unirse y exigir una solución basada en el gobierno de la institución del mercado acorde con la civilización del nuevo orden económico. Esa solución que también satisface a los indignados de otros países, por ejemplo, Grecia, España, Portugal, verán satisfechas sus demandas, con sistemas similares, en otros sectores de la economía, donde la orientación al regulador se cambia a la orientación al cliente.

Si los indignados se unen para romper el paquetazo, crearían las condiciones para reducir con la mayor brevedad el excesivo monto del presupuesto, manifestando que quieren un sistema emergente. Esa presión reduciría la tensión y la posibilidad de una tragedia que podría tener efectos insospechados.

La sugerencia a los indignados es que concentren su atención en quitarle al sector público una actividad empresarial que ya no le compete y que pasaría a ser la sola responsabilidad total del sector privado. Es decir, separar de la reforma fiscal al menos un componente grande que no se justifica que esté en manos del Estado y que a su vez mejore la posición del país frente a la inversión local y extranjera a largo plazo.

Hay al menos un componente estratégico que ha sido identificado como el pacto eléctrico. La misión del FMI sugirió la ejecución de varias reformas en dicho sector. Dichas reformas desintegradas han venido haciéndose sin lograr los resultados esperados. Estimo que no hay tiempo para investigar ningún otro sector de suficiente magnitud que esté listo para ser separado del paquetazo.

He venido argumentando que ese componente nace de la reforma integral que se necesita realizar para resolver la excesivamente prolongada crisis sistémica en el sector eléctrico, desconectándolo del presupuesto. Sin embargo, desde hace mucho tiempo se ha vendido la falsa idea de que el Estado puede resolver la crisis eléctrica. Se ha mencionado también la falsa idea del fracaso del sector privado y que la solución debe venir del Estado por ser el único que puede ofrecer una solución colectiva.

Ambas ideas son falsas. La reestructuración de los mal llamados “mercado eléctricos” intervenidos por el Estado con una orientación al regulador es un vil engaño que se ha esparcido por gran parte del mundo para proteger los intereses de las decadentes empresas eléctricas y que han metido al país en un laberinto. Ese engaño ha impedido que la industria el[ectrica global aumente su competitividad al abrirla a la innovación. Es ese engaño que mantiene la electricidad como un problema político. Necesitamos una electricidad sin compañías políticas.

La idea de que solo el Estado puede ofrecer una solución colectiva es igualmente falsa. Con el cambio de modelo de la Ley General de Electricidad, por ejemplo, con base a la arquitectura minimalista de la Electricidad Con valor Agregado, se ofrece una solución colectiva e inclusiva con el propósito de lograr el máximo bienestar social, basada en la institución de mercado que los clientes y consumidores no están esperando, pero que les encantará. Es así como se elimina el problema político y se generan amplias oportunidades de desarrollo, para impulsar una competencia de modelos de negocios que implanten una solución colectiva.

Dicha solución tiene como futuro el desarrollo de la institución orientada al cliente del mercado eléctrico inteligente. Es una solución sin precedentes que nunca se ha hecho y que ningún gobierno es capaz de realizar. Por ejemplo, aunque Brasil nos aventaja en casi todos los renglones de desarrollo, ¿El Acuerdo de Brasil? explica que nosotros estamos más avanzados en la electricidad orientada al cliente, que requiere de la innovación que genera los emprendedores del sector privado.

El Estado lo único que tiene que hacer es implantar reglas claras y transparentes, tanto para la legislación, como para desprenderse de los activos que posee. La generación de ingresos por la venta de los activos, por ejemplo, en EgeHaina, EgeItabo, EdeNorte, Edesur, EdeEste y la ETED, luego de que se reestructure el sector, para que todas las transacciones sean entre privados, permitirá desconectar el presupuesto del sector eléctrico.