domingo, octubre 13, 2013

Arquitecturía "aplicada:" ¿valdrá la pena el Pacto por la Educación?

  1. 1/2 La estrategia para liberar el futuro de RD de la tracción del pasado es diferenciar electricidad y neutralizar los otros 2.
  2. 2/2 En el resto debe aumentarse la productividad. Ref. Geoffrey Moore "Escape Velocity." No a la END

Si el mundo emergente fuera una continuación del mundo industrial, las consultas por el Pacto por la Educación tendrían mucho sentido. Pero resulta que la evidencia apunta a todo lo contrario. El desempleo de trabajadores es muy elevado en el mundo, especialmente porque las industrias necesitan cada vez menos trabajadores. El ritmo de crecimiento económico del mundo está hoy día mayormente concentrado en las empresas tecnológicas. No hay razones para detener ese ritmo,

El sector educativo enfrenta un problema tan perverso como el sector eléctrico. Los problemas perversos en esos dos sectores son un reflejo de que la civilización industrial se volvió incapaz de ofrecernos la solución. Necesitamos buscarla en la civilización emergente, por ejemplo, permitiendo a la gran mayoría de la gente, que no justificaban las redes alámbricas telefónicas de la civilización industrial, saltar a las redes telefónicas inalámbricas que las empresas tecnológicas nos trajeron con los teléfonos celulares. La educación a gran distancia es algo similar.

En el artículo La Educación Para la Prosperidad Requiere Hacer Camino al Andar, hay una severa crítica al 4% para la educación que entiendo aplica también al Pacto por la Educación, porque concentran su atención en la civilización industrial. Por eso entiendo que en ambos no se hace camino al andar.

En dicha nota se cita la Visión Compartida de Futuro del Grupo Millennium Hispaniola, que elaboramos con la colaboración de destacadas personalidades a finales del año 2009. Reitero que en aquel entonces expresamos que:

… podemos empezar con una estrategia orientada al mercado global, centrada en el rejuvenecimiento de la educación, la electricidad y la salud, desplegando el potencial de las tecnologías de información y telecomunicaciones a esos sectores. Con ello se pretende un cambio radical en la cultura de dichos sectores, con una recomposición institucional que facilite la inversión productiva a largo plazo local y extranjera que los transforme en nuestras principales marcas-país.

Con la experiencia que he acumulado desde entonces, en particular por falta del necesario trabajo de arquitecturía en educación y salud, no creo que estemos preparados para desarrollar esas tres estrategias al mismo tiempo. La única que tiene todo el esfuerzo de arquitecturía necesaria desarrollada es la electricidad, como se puede ver en la nota Una propuesta políticamente estable para modernizar el sector eléctrico que está diseñada para volverla nuestra marca-país. Como verán abajo, esa propuesta pretende ofrecer la esencia de la industria eléctrica emergente sin distinciones.

No sé si esa falta se debe al tiempo que se perdió desde el 2009. O si se debe a que nadie está haciendo, igual que yo, el esfuerzo que se necesita para modernizar los sectores educativo y de salud. Lo que si podemos y debemos hacer es dar seguimiento a los líderes de los sectores educativos y de salud de otros países que han desarrollado o están desarrollando las respectivas arquitecturías.

En el capítulo “La arquitectura de la civilización,” del libro La Tercera Ola, Alvin Toffler (no usé la traducción, sino el original en inglés) sintetiza la arquitectura básica de la sociedad de la civilización industrial como tres esferas que se refuerzan entre sí para prducir resultados que ninguna de las misma por separado pueden ofrecer: la tecno-esfera, la socio-esfera y la info-esfera, ninguna de las cuales podrían existir sin las otras. Esta es la arquitectura de todas las naciones industriales, sin importar las diferencias en cultura, clima, religión, étnica, ni si eran capitalistas o comunistas. Esa es la esencia de la sociedad industrial.

La familia nuclear, el sistema educativo y la corporación son los tres pilares organizacionales de la socio-esfera alrededor de los cuales se suman otras miles de organizaciones. Toffler explica que aparte del curriculum descubierto orientado a preparar en masa trabajadores disciplinados, ajustados a las necesidades de la producción en masa de la tecno-esfera, hay también un curriculum invisible encubierto: puntualidad, obediencia y aprender de memoria.

La puntualidad estaba relacionada con las líneas de ensamblaje; la obediencia a ejecutar lo ordenado por la gerencia sin hacer preguntas; y aprender de memoria para poder realizar operaciones brutalmente repetitivas. Un examen de los imperativos del curriculum encubierto refleja claramente porqué de ahora en adelante no habrá oportunidades de trabajos de esa naturaleza.

La civilización industrial está dando paso a una nueva civilización en que el futuro de las mismas industrias ya no depende grandemente de ese curriculum encubierto. Hace rato que el sistema de la nueva civilización está emergiendo y necesitamos cambiar nuestro modo de pensar para poder reconocerlo. Esta nota pretende ayudar en dicho cambio.nnn