lunes, febrero 24, 2014

Sin organización, ni disciplina, ¿podrá la educación disminuir la pobreza e impulsar el desarrollo?

Primera actualización. La educación del futuro es pequeña y hermosa con el capitalismo sobresaliente. Como en el texto inicial de esta nota, concentramos nuestra atención en el libro de E. F. Schumacher, "Lo pequeño es hermoso."





Sin organización, ni disciplina, ¿podrá la educación disminuir la pobreza e impulsar el desarrollo?

"Las causas principales de la pobreza extrema son inmateriales, las que se encuentran en ciertas deficiencias en la educación, la organización y la disciplina" - E. F. SCHUMACHER –- "Lo pequeño es hermoso." 1973
"Las condiciones económicas y sociales de los dominicanos... el número de pobres se ha duplicado en las ciudades, aumentando de 1,2 a 2,4 millones desde 2000." -- Estudio del Banco Mundial 2014.
El sentido común vigente, amparado en el consenso más importante desarrollado hasta el momento por la sociedad dominicana en este siglo XXI, revela que nuestra prioridad más importante es la educación. Como consultor sistémico interpreto que se tiene la esperanza de que la educación sea el punto de apalancamiento sistémico que nos llevará al desarrollo y a la reducción significativa de la pobreza. ¿Será la educación solamente necesaria, pero no suficiente? Eso es al menos lo que Schumacher sugirió y documentó en su libro, cuyo subtitulo es "Economía como si la gente importara.".

Desde el mes de mayo del 2012 vengo abogando por el Liderazgo Sistémico y ahora sugiero basado en esa clase de liderazgo, muy poco difundido, que hace falta un sentido común emergente que acompañe al vigente a pesar de ser contradictorios. De esa forma podremos actuar de forma más inteligente, porque humildemente al fin he comprendido que polaridades como esas son propias de la naturaleza humana. Por eso, no admitir la posibilidad de un sentido común emergente, que le convenga libremente a personas y sectores económico-sociales emergentes, sería también contrario a nuestra naturaleza, especialmente si se cuenta con evidencias adicionales a la de Schumacher como las que se presentan a continuación.

Veamos como el libro “Empresas que sobresalen (Good to Great),” Norma, 2002, de Jim Collins, provee evidencias empíricas contundentes que respaldan las sugerencias de Schumacher. Collins y su equipo de investigadores recomiendan la necesidad de implantar una cultura de disciplina en las organizaciones para reemplazar la cultura burocrática vigente y así lograr el apalancamiento sistémico que las transformen de organizaciones mediocres a sobresalientes.

Esa cultura de disciplina se desarrolla con gente disciplinada, de pensamiento disciplinado, que luego emprende acción disciplinada. Supongo que el apalancamiento sistémico del sector educativo necesita contar con profesores disciplinados que sean Líderes de Nivel 5. Según el descubrimiento de Collins, contrario al sentido común vigente, esos Líderes de Nivel 5 contribuyen a desarrollar organizaciones sobresalientes y sostenibles mediante una paradójica combinación de humildad personal y voluntad profesional. Es importante destacar que para que el sector educativo sea el punto de apalancamiento de la sociedad como un todo, necesitamos al menos una masa crítica de los egresados de dicho sector sean también Líderes de Nivel 5.

Destaco primero uno de los principios a aplicar para hacer que el sector educativo se vuelva sobresaliente. Se trata del Concepto del Erizo que sugiere emplear gente disciplinada empleando pensamiento disciplinado para descubrirlo. Otro de los principios dice que solo después que se descubre ese concepto simplificador es que se puede identificar la tecnología que se necesita.

En otras palabras, es necesario descubrir, por ejemplo, un modelo de negocio que sea repetible y escalable antes de poder definir un plan de negocio de presupuesto mínimo y estable. Por ejemplo, la construcción y reparación de escuelas sería en el sentido común emergente una actividad prematura, si la escuela deja de ser el centro educativo que se desarrolló a imagen y semejanza de las fábricas, en un mundo donde el crecimiento inmaterial supere al crecimiento material como sucedió con la agricultura.

Aplicando los principios de las empresas sobresalientes, durante el año pasado descubrí que el modelo de negocio de una entidad que estoy dirigiendo con el paso del tiempo había dejado de ser repetible y escalable por falta de organización y disciplina que la volvieron una organización burocrática. Esa es una característica que tienen la gran mayoría de las instituciones públicas y privadas que están inmersas en una cultura burocrática que deja mucho que desear a muchos de sus clientes. Cabe constatar que ya existen varias empresas con cultura de disciplina, como Apple, Amazon, Netflix, las cuales producen grandes beneficios al tiempo que son adoradas por sus clientes. ¿Qué podemos esperar de un sector educativo dominado por la burocracia?

Según el sentido común emergente, el mayor apalancamiento sistémico, que es el que se necesita para eliminar la pobreza extrema,  se logrará con instituciones de los sectores público y privado que sean organizaciones sobresalientes. ¿Qué podemos hacer para dejar ambos sentidos comunes convivan y rindan sus resustados libremente?