miércoles, julio 30, 2014

¿Debe USA facilitar gas natural a RD?

Lo que sigue es un intento de aplicación de la nota Límites que van por encima de la política. Y para hacer dicho intento, ¿qué mejor que la noticia de esta misma fecha USA y RD hablarán de gas natural? Esperamos que cuando hablen de gas natural, lo hagan en el marco que limita la nota La promesa auténtica del 2004.

En la introducción de dicha noticia, Cándida Acosta escribe: “El embajador de EE.UU. en República Dominicana, James (Wally) Brewster, reveló que en breve habrá una reunión de alto nivel entre autoridades de los gobiernos de Estados Unidos y RD para tratar el tema de la energía producida a gas natural.”

Esas son decisiones mayores que necesitan convertirse en promesas auténticas, las cuales requieren realizarse sin emplear falacias económicas como las que describió Pedro Silverio, doctor en economía, en su artículo Hechos económicos y falacias. Entre los límites que van por encima de la política, identificamos la falacia del empleo del capital financiero a corto plazo que traslada los riesgos de los costos de operación futuros del combustible al gobierno para que lo socialice, mientras algunos agentes económicos privatizan sus ganancias.

Es así como se ha venido operando desde principio de la década del 1990 bajo la suposición de que el futuro sería una continuación del pasado. La falacia en este caso sería entonces desconocer el Gran Cambio que descubrió y documentó Deloitte Consultant, en que el futuro está lejos de ser una continuación del pasado.

Al igual que en el caso de la Unión Europea, sugerido en la nota Caminemos con capital productivo de largo plazo, entiendo que los dominicanos necesitamos que la cooperación internacional y especialmente la de los Estados Unidos deje de estar asociada al capital financiero a corto plazo y pase a apoyar el capital productivo a largo plazo.

Esta es la historia de cómo el mundo empezó a cambiar. A mediados del siglo pasado el precio de la electricidad bajaba año tras año sin que el Estado hiciera casi nada. Había un apalancamiento sistémico basado mayormente en la economía de escala de generación junto al petróleo barato. Pero, la crisis del petróleo lo cambio todo.

Se reconoció que había que reformar el sector al desaparecer o volverse negativo dicho apalancamiento. Pero en las reformas algunos de los sectores han logrado con la ayuda y protección de la banca multilateral privatizar las ganancias dejando que el Estado le socialice las perdidas a los demás.

El problema es peor. Esos mismos sectores ahora quieren seguir invirtiendo con capital financiero a corto plazo, desconociendo la realidad de la oportunidad que ofrece el Gran Cambio para el desarrollo del país.

La solución es mejor. Reiteramos que esperamos que cuando hablen de gas natural, lo hagan en el marco de la nota La promesa auténtica del 2004.