martes, noviembre 04, 2014

Por un Pacto Eléctrico que responda a casi eterno choque externo

Actualización: avancemos día a día.
"Veinte años no es nada" --.Carlos Gardel, verso de su tango Volver que se convirtió en un refrán famoso en toda América Latina: 


Gardel tenía mucha razón: veinte años no es nada en comparación con los más de cuarenta años que viene sufriendo la población dominicana con su crisis sistémica de electricidad, que es producto de un eterno choque externo, que hasta donde tengo conocimiento puede ser que se revela por primera vez en este artículo. Debajo de la noticia Reducir las pérdidas técnicas de las distribuidoras cuesta US$800 millones, que relata las declaraciones realizadas, ayer 3 de octubre de 2014, por el vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, señor Rubén Bichara, coloqué el siguiente comentario:
Antes de saltar prematuramente a la conclusión de que “son cinco aspectos importantes en los que el pacto podría adoptar decisiones que ayudarían a solucionar definitivamente los problemas del sector,” es esencial disponer de una metodología correcta. Eso se basa, nada más y nada menos, en que “El principio es la parte más importante del trabajo.” – Platón, Siglo 4 antes de Cristo.

“En estos momentos no hay nada más importante que disponer de una metodología que sirva para no solo resolver la crisis local, sino convertirla en la mayor oportunidad para el desarrollo de país, por medio de la creación de nuevos negocios de comercialización competitiva de electricidad, con potencial de exportación de servicios. Absolutamente nada es más importante para el país.” Esta es la segunda vez que repito eso que dije al actualizar la nota Aprovechemos la palanca metodológica del Pacto Eléctrico para cambiar el mundo, que sugiero lean con mucho interés.
Es oportuno e importante agregar este otro comentario en respuesta a uno que podría servir para desviar la atención de esa parte más importante, en este crucial momento. Lo respondo con mucho respeto a todos los lectores que se lo merecen:

“¡Zafe! Las reformas pueden y deben hacerse con ímpetu interno. Y el país, sus autoridades, el liderazgo y la población deberían convencerse de que tiene que ser así; de lo contrario no habrá cambio alguno, salvo en apariencia.” Eso lo escribe  hoy 4 de octubre Eduardo García Michel en su artículo ¿Nada cambiará sin un choque externo? Lo escribe en respuesta al estudio “Renta o reformas: la economía política del desarrollo en República Dominicana,” del Banco Mundial, para sugerir que debemos descartar rotundamente que la “comunidad internacional ejerciera su influencia, particularmente en las reformas que tienen implicaciones macroeconómicas y fiscales.”

Ese excelente y muy oportuno artículo es un espaldarazo mutuo al esfuerzo que se requiere en dicho Pacto Eléctrico y que por lo tanto necesita ser leído por todo el que es o quiere ser un líder auténtico. Reinterpretando el artículo de García Michel con el sentido común del Jobsismo, es fácil comprender que no tenemos esperar ningún choque externo.

Al contrario, debe resultar más que evidente que estamos obligados a reconocer que hemos estado viviendo un choque externo permanente con la crisis sistémica del sector eléctrico por más de 40 años. Eso lo podemos hacer ahora que sabemos que no somos los únicos afectados, ya que tal choque externo nos trae la sorpresa (inesperada por nuestro status quo) que aparece en la nota Espejo chileno #PactoElectrico, cuya introducción dice “… no importa si la generación es a carbón o a gas, central o distribuida; lo que importa es salir de la institución del Estado para pasar a una institución del mercado que garantice un servicio eléctrico sobresaliente.”

Sucede que dicha nota destaca también que la crisis es global al finalizar diciendo: “Al igual que en nuestro país, España, varios estados de USA, y otras jurisdicciones, en Chile se sigue impulsando el ‘Ciclo Fatal’ con la institución del Estado. En ese sentido, la noticia agrega: El secretario de Estado advierte que en Chile ha subido el precio de la energía durante los últimos cuatro años, por lo que es necesario modificar el sistema de licitaciones, porque si ‘no hacemos algo, los precios van a subir un 34% a 2021. Esto es alza en las cuentas de la luz,’ lo que impactaría directamente a los hogares.”

Otra forma de interpretar lo anterior es que esos choques externos se basan en una falla de mercado que está afectando no solo al país, sino posiblemente a toda la humanidad, bajo la protección del status quo que conforma dicha “comunidad internacional,” que nos está llevando a una Segunda Edad Media.

Debe resultar también evidente que necesitamos ayudar a configurar la “comunidad internacional” de la primera revolución tecnológica de la civilización sistémica para poder aspirar a desarrollar modelos de negocio de servicios competitivos de comercialización de electricidad a corto plazo, quenecesita el mercado local e internacional, como se describe en la nota Servicio eléctrico sobresaliente.

Por ejemplo, en la nota Sector eléctrico no necesita préstamos para reducir desigualdad, dije que “con la sola determinación de transformar el sector, para garantizar un servicio eléctrico sobresaliente, de parte de empresas sobresalientes del sector privado, el Estado puede desestimar el préstamo que el Banco Mundial aprobó para reducir la desigualdad. Dicha transformación tiene como objetivo cambiar los incentivos y desincentivos para impulsar un substancial apalancamiento sistémico positivo del sector, con toda una serie de círculos virtuosos que se refuercen entre sí. Es así como se podrá garantizar el desarrollo de un juego suma positiva que garantice la reducción de la desigualdad.”

El 16 de octubre de 2014, había anticipado lo que dije sobre dicho estudio debajo del artículo Con el 20% del tiempo sin electricidad a RD le resulta difícil el desarrollo, publicado en acento.com.do
Sin necesidad de leer todavía (que espero leer a su debido tiempo) el informe del Banco Mundial “¿Rentas o Reformas? La economía política del desarrollo en la República Dominicana,” lo que aparece en esta noticia es más que suficiente para afirmar que se basa en el sentido común Cartesiano que refleja el Fordismo, en el cual el BM supone que es independiente del gobierno, que es quien toma las decisiones, para bien o para mal. Contrario al Fordismo (que nos legó hace más de un siglo Henry Ford y que ya se desgastó) introduje y he venido escribiendo recientemente sobre el Jobsismo (que nos legó no hace mucho Steve Jobs y es ahora la base para el desarrollo para los próximos 30 a 40 años). 
Lamento decirles al FMI, al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo, a la Agencia Internacional de Desarrollo de USA y a todos los organismos bilaterales y multilaterales, que al seguir aplicando el desgastado Fordismo son tan responsables de la crisis sistémica que padece la República Dominicana como el que más. Esa relación de interdependencia la reflejé al final del año 2012 en el artículo Cambiemos primero el modelo eléctrico, donde al final escribí los siguientes 4 párrafos:

Con base a esos antecedentes, sugerimos que el pacto se organice basado en las siguientes conclusiones:

La excesivamente prolongada crisis del sector eléctrico dominicano es una crisis sistémica.

Las instituciones de la banca multilateral son partes importantes del sistema.

Las partes tradicionales y no tradicionales, con conocimientos sistémicos, que representen lo mejor posible la totalidad del sistema, deben reunirse lo más pronto posible para definir el nuevo modelo del sector eléctrico.

Dando un ejemplo reciente, ruego que también pongan atención a la nota Acabemos con el triple talk a corto plazo, con la que respondí al artículo Double Talk, publicado el 9 de octubre en El Caribe, por Marisol Vicens Bello.
Al igual que en esta ocasión, el que no se merece que le conteste emitió un comentario que contesté así:
¡Muchas gracias! Lo que aparece debajo de "Problemas del sector eléctrico dominicano," explica claramente lo desviado que se encuentra el sector de su rumbo. Lo demás se debe a como se ha venido comportando el capitalismo, por ejemplo, como lo ven ahora, muchas entidades, por ejemplo, McKinsey en su revista de septiembre del 2014 en el "Redefining capitalism," por Eric Beinhocker and Nick Hanauer.

Solo extraigo lo siguiente: “algunos argumentan que la elevación de la creación de valor para los accionistas a la categoría de objetivo principal se basa en una errónea suposición de que el capital es el recurso más escaso en una economía, cuando en realidad todo el mundo sabe que el conocimiento es el ingrediente escaso, fundamental es la resolución de problemas.” Especialmente los problemas sistémicos que no se resuelven con políticas centrales de gobierno, como la Ley General de Electricidad, que nos llegó con el apoyo de la banca multilateral y la protección de ventajas leoninas de la inversión extranjera que no compite.

Todo lo anterior es para reiterar lo que dije en mi primer comentario.
Todos debemos darle de nuevo las gracias al comentarista que no se merece una respuesta. Ahora podemos repetir !Zafe! La respuesta que si merece ya la coloqué en mi primer comentario, cuando repetí el texto sin hiperenlaces de la nota El Pacto Eléctrico necesita principalmente líderes auténticos, que forma parte integral de este comentario.

Si has logrado tener suficiente interés para llegar hasta aquí, te sugiero que leas por favor lo siguiente con mucha atención y respáldenla de inmediato. La cita de Platón es precisamente la clave para poder introducir la comercialización competitiva.  Debemos evitar por todos los medios que el status quo se salte olímpicamente esa parte esencial del proceso y entonces la crisis sistémica siga tan campante como el whiskey del anuncio.

Como se describe en el comentario que hice debajo de la noticia Méndez favorece licitaciones de compra de energía en el 2016, definitivamente no fue comercialización competitiva lo que hizo la privatización de la CDE. A seguidas copio, para que sea parte de fondo de este artículo, su texto completo:
Repito que “en estos momentos no hay nada más importante que disponer de una metodología que sirva para no solo resolver la crisis local, sino convertirla en la mayor oportunidad para el desarrollo de país, por medio de la creación de nuevos negocios de comercialización competitiva de electricidad, con potencial de exportación de servicios. Absolutamente nada es más importante para el país.” Así empecé la respuesta al artículo de Bernardo Castellanos, Sector eléctrico, plantas de carbón e impacto en el déficit financiero del sector, que se publicó hoy 3 de noviembre de 2014 en acento.com.do y que usé para actualizar la nota Aprovechemos la palanca metodológica del Pacto Eléctrico para cambiar el mundo.

Es cierto que el Acuerdo de Madrid dio una puñalada a los consumidores regulados, pero esa fue la segunda. Está muy claro que la primera puñalada fue dada por la capitalización. La explicación que aparece, por ejemplo, en la nota Aporte al Comité Técnico para revisar la metodología del #PactoElectrico, dice lo siguiente: “Aunque tengan razón al sugerir lo que aparece en el titular “Plantas de carbón 'no son la solución,' dice ejecutivo de la Cámara Americana de Comercio,” de nuevo, AMCHAM está proponiendo que sigamos tomando medidas incrementales para aumentar la eficiencia del sector, cuando lo que se requiere es una transformación radical que aumente la eficacia del mismo, para devolverle la orientación que había perdido por muchos años la CDE, que se desvió mucho luego de la capitalización y que se desorientó mucho más con el Acuerdo de Madrid, todo esto basado en consensos en vez de una actitud científica orientada a la acción. Esa increíble desorientación es fácil de comprender porque está ya por encima de los miles de millones de dólares anuales del presupuesto nacional y una suma posiblemente equivalente de parte de los consumidores regulados en su afán por adaptarse a esa triste realidad."
Esa segunda nota dice además: “aunque la ADIE cree que el Estado debe hacer otras licitaciones, es totalmente imposible captar precios competitivos a largo plazo en medio de la creciente incertidumbre que ya hemos experimentado desde el mismo inicio de la capitalización, que resultó en el Acuerdo de Madrid. La única salida que nos queda, que nos convierte en líderes en el mercado internacional, es organizar la competencia en el corto plazo, como sugerí hace más de tres años en acento.com.do con el artículo Desconectemos el Presupuesto del Sector Eléctrico.
Para poder recibir mayor beneficio de este comentario, pulsen por favor los enlaces de esas dos notas y también el artículo.
Finalmente, necesitamos quitarle la protección a los generadores para que pasen al mercado como empresas dolientes sin que la CDEEE (que por indolente debe desaparecer) firme contratos a largo plazo que los proteja. Esos generadores necesitan competir con comercializadores dolientes - que desaparecen si no son sobresalientes - es lo que empecé a proponer en 1996.