viernes, enero 23, 2015

Vean como el Pacto Eléctrico dominicano puede servir para empezar a cambiar la desigualdad en el mundo

Como podrán ver a seguidas, amparado en el trasfondo que he venido clavando en Twitter, principalmente desde que clavé la nota Innovación: puerta al progreso en abril del 2014, el Pacto Eléctrico dominicano puede servir para disolver el Pacto Fiscal y reorientar el Pacto Educativo. Sin embargo, para no desperdiciar nuestra prolongada crisis sistémica del sector eléctrico, la mayor oportunidad que ofrece el mismo es como apalancamiento sistémico para transformar el mundo con la llegada de la primera Edad Dorada de la civilización sistémica. De lo contrario los ricos seguirán siendo más ricos y los pobres más pobres, como lo anticipa y reitera Piketty creyendo que el futuro seguirá siendo una continuación del pasado.

La respuesta a la nota ¿Querrán las autoridades del statu quo vencer sin poder convencer a los demás en el Pacto Eléctrico?, que resuelve la mencionada crisis sistémica, ofrece también, por ejemplo,  un punto de apoyo, como el que identificó Arquímedes,  para cambiar la miope crisis energética que sigue imponiendo al mundo el statu quo de la civilización industrial. Tal es el apalancamiento sistémico que tenemos disponible este momento histórico, comparable con el descubrimiento de América, que se apoya en el axioma mientras más sistémico, más local.

Debe ser más que evidente que con la actual estrategia de terreno que mantiene el statu quo de prácticamente todos los países del mundo en la Zona de Comodidad, no solo es imposible resolver la crisis local, sino que mantienen en todos esos países la desigualdad que nos está llevando a la 2da Edad Media aprovechando  principalmente el lado oscuro de la tecnología. Para impulsar dicho apalancamiento sistémico es obligatorio cambiar a una estrategia de trayectoria que lleva a Donde Sucede la Magia, gracias a la existencia de la Civilización Sistémica que permite implantar un nuevo orden mundial.

En el centro de todas las crisis sistémicas, no solo la energética, está el dilema Estado-mercado, que se sigue manifestando, por ejemplo, en el reciente discurso Demócrata del Estado de la Unión del presidente Obama y la reacción contraria que recibió de los Republicanos. La parte Demócrata de ese dilema, que nace de la idea de que el Estado debe corregir la falla de los mercados, denota claramente cuan mediocres son esos mercados de la parte de los Republicanos.  Tal dilema se disuelve con la llegada de los mercados sobresalientes,  cuando cambiamos del sentido común del Fordismo corrompido por el Feudalismo,  que induce dicho dilema, al sentido común del Jobsismo que lo disuelve.

Al cambiar de civilización esas fallas de mercado desaparecen con el desarrollo de mercados sobresalientes al implantar la escalabilidad del aprendizaje en Donde Sucede la Magia que sustituye la escalabilidad de la eficiencia que corresponde a la Zona de Comodidad. El resultado de tal desaparición elimina la justificación que tiene el Estado para intervenir los mercados e incurrir en consecuencia en las crecientes deudas que afectan a muchos Estados.

Es así como se disuelve también la necesidad dominicana del Pacto Fiscal, sirviendo de ejemplo al mundo para cambiar el capital financiero a corto plazo,  con el capital productivo a largo plazo, con empresas que compiten con sabiduría en mercados sobresalientes. Igualmente la innovación institucional que lleva a la escalabilidad del aprendizaje sirve para reorientar el Pacto Educativo.