José Antonio Vanderhorst Silverio, PhD
Consultor Interdependiente en Electricidad
Clave Digital publicó in-extenso el discurso de Eduardo García Michel en el Seminario de ANJE. García Michel afirma que la falta de confiabilidad en el suministro sigue sin solución satisfactoria. Dice también que “… el Estado ha vuelto a meterse en los flujos económicos del sector a través de subsidios que muchas veces no paga, readquisición de empresas, firma de contratos que establecen compromisos y, ahora, se ha indicado la posibilidad de un nuevo contrato para instalar plantas de carbón.”
Y concluye parcialmente que “Es pues ese modelo, impregnado de malas prácticas, en el que se diluyen cuantiosos recursos públicos sin utilidad concreta y sin resolver nada, lo que debe cambiarse y está en proceso de hacerse.”
Estimo que muchos de esos problemas que persisten son el resultado de un consenso llevado a cabo el año pasado, en el que no estuvo bien representado el más importante de los involucrados del sector eléctrico. El consumidor no estuvo bien representado. El Estado tiene conflictos de intereses y resultó evidente que las asociaciones de empresas no están en capacidad de representar todos los intereses de sus afiliados. La razón fue una concepción de que el sector eléctrico termina en el medidor y de que todos los clientes de una misma clase son iguales. Esa suposición se ha tornado totalmente obsoleta por los cambios tecnológicos que reduce los costos de transacción y el desarrollo de nuevos conceptos que humildemente he integrado en una Electricidad Orientada al Cliente que se puede diferenciar.
Un estudio de la dinámica de sistemas del sector arroja que el apalancamiento está en el desarrollo de detallistas de electricidad (ver Charla INTEC 040921 a la izquierda, en que lancé mi segundo grito) que reemplacen los dos intermediarios tradicionales que administran incentivos perversos: el distribuidor que realiza las funciones de comercialización al detalle y la negociación de precios al por mayor (mientras más vende más gana); y el regulador que debe supervisar la negociación de precios al por mayor y la aprobación de tarifas para los clientes regulados (no está en capacidad de negociar precios diferenciados).
El detallista como único intermediario entre el cliente final pequeño y mediano que compite por servirles con otros detallistas es el personaje idóneo para representar a los consumidores. Su misión es administrar incentivos correctos para mantener sus clientes. Pueden aprovechar la Respuesta de la Demanda y la Eficiencia Energética para hacer mejores negocios, llenando las necesidades de sus clientes. Vale recalcar que los clientes que pueden asegurar su confiabilidad lo han hecho en un ambiente de sálvese quien pueda, por lo que están capacitados para negociar libremente como en muchos otros mercados.
Sobre las centrales a carbón, “puede costar más la sal, que el chivo.” Eso lo veremos después.
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