miércoles, septiembre 12, 2012

La torre eléctrica de babel


La solución a la excesivamente prolongada crisis sistémica de grandes proporciones de la República Dominicana se ha venido ofreciendo con opiniones que reeditan el fenómeno bíblico de la Torre de Babel en que unos y otros no se entienden. Esto es a pesar de que dichas opiniones son elaboradas por personas muy importantes y muy inteligentes.

Esa crisis sistémica ha contagiado las finanzas públicas con subsidios del orden de los mil millones de dólares anuales. Es por eso que es el asunto más importante en la corta visita del Fondo Monetario Internacional invitado por el gobierno que se acaba de instalar para tratar negociar un acuerdo.

Para tratar de eliminar esa Torre de Babel y sacar el mayor provecho en la comprensión de esas opiniones, estimo necesario filtrarlas con base a dos condiciones:

1) La suposición básica principal en que descansa la estructura del mercado.

2) La importancia de la estructura del mercado para la sostenibilidad del mismo.

La primera condición influye en la segunda condición. La suposición básica de la industria eléctrica verticalmente integrada era la garantía de la energía barata. Tan pronto como desapareció esa garantía es que se empezó a proponer la reestructuración de la industria para pasar introducir la competencia.

Antes del 1972, con la garantía de la energía barata, las tarifas a los clientes se reducían año tras año en la medida que aumentaba el tamaño del mercado. Había un círculo virtuoso en que las empresas, los reguladores y los clientes estaban contentos. Las diferencias entre jurisdicciones no eran muy importantes y la esperanza era que algún día los que empezaron más tarde alcanzaría a los que empezaron primero.

Al desaparecer la garantía de la energía barata, aparecieron diferencias muy marcadas de un lugar a otro. De repente la electricidad se convierte en un problema político.

Peter Van Doren y Jerry Taylor sintetizaron en el 2004 esa situación inicial en el Resumen Ejecutivo del análisis “Rethinking Electricity Restructuring” así: “La reestructuración de la industria eléctrica fue iniciada en los 1990s para remediar el problema de costos elevados de electricidad en el Noroeste y en California. Mientra los políticos esperaban que la reforma permitiría que electricidad de bajo costo fluyera a los estados con altos costos y que la competencia redujera los precios, los economistas querían reforma para eliminar los incentivos regulatorios al exceso de capacidad de generación y estimular la introducción de precios de tiempo real para electricidad.”

Lo que los políticos han querido se enmarca en la defectuosa suposición de la garantía de la energía barata. Lo que los economistas querían solo se podía enmarcar en la garantía de la información barata.

La falta de conocimientos, la falta de liderazgo o ambos, han hecho que ese problema político persista. En el ejemplar de julio de 1996, de la revista IEEE Spectrum, Sally Hunt y Graham Shuttleworth, de la firma National Economics Research Associates, explicaron la situación de esta manera “Los clientes comenzaron a pensar en la construcción de sus propias plantas, y querían saber por qué no podían cambiar de proveedor a un precio más bajo de energía. El impedimento principal parecía ser las transacciones más numerosas y por lo tanto mayores costos de transacción que estarían asociados con un sistema más variado y competitivo de suministro de electricidad. Pero con los ordenadores cada vez más capaces, los costos podrían ser contenidos.”

Todo lo que ha sucedido en la reestructuración de la industria eléctrica desde entonces ha sido por ese impedimento. Dado que ese impedimento está ya resuelto, la Torre de Babel desaparecerá y con ella el problema político cuando entendamos las grandes oportunidades que los dominicanos tenemos por delante.