miércoles, diciembre 09, 2015

Cambio de paradigma a la riqueza del liderazgo en el Pacto Eléctrico y la COP21

Primera actualización. ¿Deben COP21 y Pacto Eléctrico ser equilibrados y contentar a los pro-sistema? De tener respuesta afirmativa esa pregunta clave, sería una transformación crucial sobre lo que aparece en el artículo El pulso con India y China marca el final de la cumbre de París, escrito como los anteriores por Manuel Planelles en El País, que también forma parte integral de esta nota. Refiriendose a "Laurent Fabius, ministro de Exteriores de Francia, (quien) tiene previsto presentar en la mañana del sábado el texto del acuerdo de París contra el cambio climático," dice que "La propuesta de acuerdo de Fabius, que como anfitrión preside la cumbre y dirige las negociaciones, debe “ser equilibrada y enfadar a todos.” Aunque abajo verán que solo enfadará a los pro-antisistema, la negociación se torna muy diferente porque se tendra un futuro claro por delante, que permitirá que la riqueza del liderazgo innovador sustituya al dinero que pasará a cumplir su rol tradicional de capital productivo a largo plazo.


Una vez aceptada la necesidad de la transformación con base a la primacía del todo que los alinea, valga la redundancia a todos, entonces y solo entonces es que se debe desarrollar el diálogo generativo que se describe a seguidas con un norte a seguir. Cabe resaltar que la reformulación que separa los intereses entre pro-sistema y pro-antisistema, emergió del artículo How Electricity Markets Could be Upended By This Supreme Court Decision, donde el autor Leonard Hyman dijo:
If our pro-business Supreme Court rules in favor of EPSA and the power generators, electricity prices could rise tens of billions of dollars. More electricity generated by fossil-fueled power stations will produce more pollution.
La reinterpretación es que en realidad, la Suprema Corte de los Estados Unidos enfrenta dos intereses que son pro-business, siendo la diferencia crucial que los pro-sistema están a favor de los ciudadanos y los pro-antisistema que han estado por casi 20 años beneficiándose a si mismos. Por eso sugiero que la COP21 y el Pacto Eléctrico podrían considerar si se trata de una corrupción antisistémica internacional sin precedentes, que puede estar impulsando la creciente desigualdad que Thomas Piketty anunció al mundo en su famoso libro.

Cambio de paradigma a la riqueza del liderazgo en el Pacto Eléctrico y la COP21

Este es un urgente intento de hacer que la COP21 y el Pacto Eléctrico se refuercen mutuamente para lograr cambiar sus obsoletos paradigmas con la intención de mejorar la situación de todos los países del mundo. Lo que sigue se nutre de dos valiosos y oportunos articulos escritos por Manuel Planelles en El País, que forman parte integral de esta nota. El primero es Claves para entender la negociación final de la Cumbre del Clima de París. Al final repito el comentario que coloqué debajo del mismo, que sirve de sustento al segundo Ocho palabras para la discordia en el pacto de París sobre cambio climático, cuyo subtítulo es “la ‘diferenciación’ enfrenta a Europa y China en las negociaciones de París.”




Recordando que el sustento del enfrentamiento proviene del 1992, Planelles destaca que “la discusión sobre quién debe asumir más esfuerzos se conoce como ‘diferenciación’. Implica que los países desarrollados, por ser los que iniciaron el fenómeno del cambio climático con sus emisiones de gases de efecto invernadero, son los que tienen que asumir el peso de los esfuerzos.”

Centrado en el obsoleto paradigma vigente, Planelles explica en su artículo que esta ‘diferenciación’ se destaca por todo el borrador de acuerdo en tres obligaciones de la discordia (disensos en el Pacto Eléctrico) que dividen los intereses que siguen la primacía de las partes en la COP21. Dichas obligaciones son: financiación, reducción de emisiones y transparencia. Esas obligaciones se sustentan en el pensamiento cartesiano que  impulsó la civilización industrial (ahora en decadencia) y en una estrategia de terreno en que divide los intereses de las partes.

Tales obligaciones podrían mitigarse significativamente si se adopta un cambio de paradigma que profundiza las conversaciones pasando al diálogo generativo, como se puede ver en el video "Metodología para desarrollar un Sistema Sector Eléctrico." Dicho diálogo generativo impulsa la primacía del todo que se sustenta en el pensamiento sistémico y en una estrategia de trayectoria que une por estar por encima de los intereses para crear el futuro (la civilización sistémica) amparado en un nuevo orden mundial.

Este intento para sustentar y hacer un cambio metodológico que mitigue la discordia actual en la COP21 sería ideal para la plenaria del Pacto Eléctrico. El cambio de paradigma y estrategia, que resuelve con mercados sobresalientes el gran desequilibrio que ha llevado al Estado a ser cada vez más grande, le permite a las partes saltar a la civilización sistémica para disolver la crisis antisistémica del cambio climático, como lo han hecho ciudadanos de las zonas rurales con los teléfonos celulares.

Como ya se ha adelantado ya para el Pacto Eléctrico, la obligación de transparencia se mitiga con la transformación de los antisistemas en sistemas por todo el mundo. La implantación de sistemas disuelve la crisis antisistémica del cambio climático, dando paso al desarrollo de los recursos limpios del lado de la demanda al implantar mercados sobresalientes que se autoregulan con la mínima intervención del Estado para ofrecer el máximo bienestar social Esa transformación es posible cuando el poder del liderazgo impulsa la innovación en mercados sobresalientes supera el poder del dinero para crear la civilización sistémica, haciendo que el capital financiero de corto plazo pase a jugar su rol tradicional de capital productivo de largo plazo.

En efecto, es muy fácil reconocer que mientras el dinero es abundante en exceso en todo el mundo, el liderazgo que se requiere para implantar las transformaciones profundas de los antisistemas es la riqueza más escasa con que cuentan los países. Cabe notar, que los sistemas nacen de los mercados sobresalientes, son aquellos que permiten a los ciudadanos las mejores oportunidades.

Increíblemente, parece que el país más adelantado en la conceptualización y también en recursos disponibles en poder de los ciudadanos para iniciar la transformación es la República Dominicana que se encuentra en la fase final de un Pacto Eléctrico que amparado en la violencia legislativa impuso una metodología bajo la primacía de las partes y que podría cambiar a la primacía del todo si la COP21 cambia su metodología en este preciso momento histórico para aceptar que el liderazgo para el desarrollo de los sistemas es la riqueza que ahora desplaza al dinero.

Comentario que aparece debajo del primer artículo de Manuel Planelles:
La conferencia (con primacía) de las partes (estados), los planes y las extrapolaciones, la transición, la independencia, financiamiento escaso, elementos todos de la civilización industrial no tienen sentido. Lo que tiene sentido es la primacía del todo, la innovación en el mercado, la transformación, la interdependencia, elementos estos de la civilización que vengo llamado sistémica. Lo primero que se debe acordar es un nuevo orden mundial, una Declaración Global de Interdependencia, reconociendo que casi todos los sectores de energía son antisistemas que protegen las energías fósiles. En vez de emisiones y dinero, la meta principal pasa a realizar transformaciones profundas para desarrollar sistemas de energía que disuelven el cambio climático. Las constituciones de los países pasarán a ser interdependientes (el problema del Senado USA desaparece). De esos elementos es que debe salir el nombre del acuerdo. Para más detalles vean por favor la siguiente secuencia de tuits (dos se ven directamente y para los demás pulse en espacio en blanco) que aparecen en el contenido externo.