Anoche fue cuando tuve la oportunidad de escuchar una gran parte de las recetas para un buen gobierno que José María Aznar ofreció en la Fundación Global. Me encantó la explicación del aumento de 50% en el empleo acontecido en España en sus 8 años de gobierno. Me encantó la importancia que le dio a la confianza y a la estabilidad institucional. Me encantó la receta de dejar de lado la demagogia y el populismo. Me encantó la receta de acordar reglas que no se tocan orientadas al futuro de la nación en las contiendas electorales.
Es sobre esas reglas que cabe concentrar la atención de separar el sector eléctrico de las elecciones que están sobre el tapete. Un sistema eléctrico confiable se destruye cuando la electricidad deja de fluir sorpresivamente, no importa tiempo haya pasado con buen servicio. Los dominicanos tenemos una gran oportunidad para transformar nuestro sector eléctrico en uno tan o más confiable que el de muchos otros lugares del mundo. Al igual que Irlanda o Inglaterra, un servicio eléctrico desarrollado alrededor del mercadeo de electricidad al detalle, sin control de precios, incrementará la credibilidad y permitirá generar una confianza sin igual del sector eléctrico.
Ya en junio 17 publicamos la nota Servicio Eléctrico de Calidad Comercial y Centros de Producción de Primer Nivel, que expresa claramente el rumbo que debemos seguir. La atracción de inversión extranjera de los Estados Unidos y Europa a consecuencia de la confianza que generará el sector eléctrico, generará a su vez exportaciones dominicanas al exterior. La inversión extranjera también generará un aumento del consumo interno y el fortalecimiento de los negocios locales que los abastezcan, basados en la competitividad sistémica. En definitiva, al igual que España, el empleo no puede sino incrementarse decididamente si desarrollamos el país como un centro de producción de primer nivel. Positivamente, eso puede ocurrir si los sectores públicos y privados desarrollan un liderazgo fuerte y unificado.
Que el Señor los ilumine a todos,
José Antonio