Hace año y medio, con la nota Evitemos un Crimen de Grandes Proporciones con el Genio de Y decía lo siguiente:
La mayoría de la gente quiere una solución a la crisis de electricidad. Este es el enfoque de la sabiduría convencional, aunque los que se aprovechan de la crisis podrían no estar de acuerdo con que se resuelva. Una gran masa de clientes produce pérdidas, pero muchos de ellos tampoco reciben beneficio de la electricidad. El objeto principal de la solución sobre el tapete es reducir esas pérdidas para garantizar la sostenibilidad financiera del sector eléctrico, lo cual es imposible sin también asegurar que se satisfagan al mismo tiempo las necesidades de los clientes.
Generemos otras oportunidades inherentes a la crisis eléctrica, ya que detrás de la gran crisis existen grandes oportunidades. Esas oportunidades son tanto para reducir la gran destrucción de valor que a pocos les beneficia, como también para generar nueva creación de valor con la inversión en tecnología e innovación. Los beneficios de los pocos que se aprovechan de la crisis son mucho menores que los de las oportunidades que están disponibles para generarse con una profundización de la reforma que introduzca la competencia al por mayor y al detalle.
Las opciones de competencia que los detallistas ofrezcan, hará que la mayoría de los clientes individuales que reciban beneficio asegurado de la electricidad la pagarán por quedar satisfechos. El objeto principal es generar nuevas oportunidades de negocios y empleo para aumentar substancialmente el valor que ofrece la electricidad y de paso satisfacer las necesidades particulares de cada cliente individual, así como impulsar el crecimiento de la economía.
Por mucho tiempo se creyó que un vehículo de mayor calidad tendría que ser un vehículo más costoso. Era posible que el precio del vehículo fuera más caro, pero cuando se suman los costos de operación y mantenimiento el de mayor calidad resulta menos costoso. Mercedes Benz ofreció a precios elevados esa opción hasta que Toyota la superó. Mayor calidad Y menor costo es la referencia de hoy. Es lo que Jim Collins llama el “Genio de Y.”
Por el “Genio de Y” podemos pensar en menor costo y mayor valor simultáneamente. Es por eso que el GMH quiere que desarrollemos ambas: solucionemos la crisis Y aprovechemos las oportunidades. Si desaprovechamos el potencial de generar oportunidades para los dominicanos y extranjeros, estaremos cometiendo un crimen de grandes proporciones.
Los que se aprovechan de la crisis tendrían un mayor espacio para aprovecharse proactivamente de las oportunidades si dejan de aprovecharse de la crisis. Con ambas soluciones se reducen los costos de la electricidad y se aumenta el valor que reciben los consumidores de la misma. Por el “Genio de Y” podremos profundizar la reforma para: financiar las inversiones de los agentes Y satisfacer las necesidades de los clientes.