viernes, octubre 11, 2013

Propuesta al FMI para solucionar la crisis perversa de electricidad

El último párrafo de la publicación del FMI, donde “concluye las deliberaciones del primer seguimiento posterior a un programa con la República Dominicana,” dice:
Los directores dieron la bienvenida a los planes de las autoridades para remediar las deficiencias estructurales en el sector eléctrico. En este sentido, enfatizaron la necesidad de una estrategia integral para mejorar la eficiencia del sector sin deteriorar las finanzas públicas.
Sin embargo, en lo que sigue verán que la sugerencia del FMI es equivocada, porque las instituciones del estado no pueden hacer planes para remediar dichas deficiencias estructurales. Los problemas perversos no tienen solución basada en la planificación.

El FMI necesita reconocer que como el mundo cambió ellos tampoco tienen la posibilidad de supervisar dichas políticas. Para remediar las deficiencias estructurales de los problemas perversos es necesario acudir a la institución del mercado para poder cosechar los beneficios de la información barata.

Como pueden ver en el artículo Salida del laberinto eléctrico, que por si solo demuestra que la Ley General de Electricidad nos metió en un laberinto, el académico José Luís de Ramón con base a un análisis, como los que emplea el FMI para ofrecer asistencias técnicas, afirma que “Para salir debe saber claramente hacia dónde quiere ir.” El asunto es que una característica de los problemas perversos o sistémicos es precisamente que no se sabe de antemano hacia donde ir. Ni el FMI, ni la CDEEE, pueden saber a donde ir.

Para remediar las deficiencias estructurales de los problemas sistémicos, la institución del Estado y el FMI necesitan aceptar que no están capacitados para dictar políticas que solucionen la crisis. Lo que si pueden hacer el Estado y el FMI es reestructurar el sector eléctrico para habilitar una solución emergente con base a la institución del mercado. Eso es lo que aparece en la nota Una propuesta políticamente estable para modernizar el sector eléctrico.

Aunque la Ley General de Electricidad 125-01 puede llegar a ofrecer un servicio eléctrico tecnológicamente factible y económicamente viable, la misma no es socialmente deseable. Al no ser socialmente deseable, el Estado dominicano se ha ideado una estrategia que por lo explicado anteriormente tampoco podrá resolver las deficiencias estructurales.

Para enfatizar “la necesidad de una estrategia integral para mejorar la eficiencia del sector sin deteriorar las finanzas públicas,” como sugiere el FMI, pueden ver la nota Nueva Ley de Electricidad para limitar su carga en el presupuesto.
.