La Decisión del Ejecutivo de imponer un Plan de Eficiencia Energética, que será extendido a hogares y al sector privado, es la primera mitad de una buena noticia. Es muy importante asegurar por lo menos tres cosas también: 1) que no surjan efectos secundarios al cabo de poco tiempo que nieguen el esfuerzo. Tengo mis dudas de que se pueda mantener el ahorro de 10% por mucho tiempo sin gastar un centavo (el tiempo es dinero). Esto último puede tener una segunda lectura: el Estado dominicano no entiende que la Eficiencia Energética puede competir con ventajas contra el aumento en la generación.
2) que se integre este Plan de Eficiencia Energética al Plan Indicativo de Mínimo Costo del Sector Eléctrico, ya que se debe esperar una importante reducción en la demanda. Haciendo La Tarea Pendiente ayudará a dirigir ambos planes hacia una visión clara del futuro del sector de electricidad.
3) hay toda una serie de señales que provienen del sector eléctrico que generan incentivos perversos e invitan al consumo "desmesurado y dispendioso" que tienen que ser desmontadas para que el Plan de Eficiencia Energética sea eficaz a largo plazo. Esas señales son de una época donde la energía no era tan costosa. Así, se intensifican los dos puntos anteriores. La reducción del derroche al invertir en tecnología de consumo eficiente reduce la demanda significativamente. Esta evidentemente no es una proposición de corto plazo.
Parece interesante es que el Presidente "Mostró su preocupación, en caso de que si se logra instalar en el país dos plantas de carbón natural, se afecte el medio ambiente." Los efectos secundarios están empezando a salir a flote. De una semana a la otra el gobierno empezó a dar pa´lante. Parece que están leyendo esta BW.
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