sábado, agosto 27, 2005

Política de Suministro: Primero Estabilidad, Segundo economía y Luego Suficiencia

Ing. Metalúrgico y Economista
Sr. Francisco Méndez
Superintendente de Electricidad
Defensor de la Capitalización
 
Muy estimado señor Superintendente,
 
Luego de los cuatro apagones generales, se ha comprendido (temporalmente, hasta prueba en contrario) que en la política de suministro lo primero debe ser estabilidad. No obstante, los economistas independientes son los que siguen mandando todavía a nivel internacional, en vez de ser interdependientes y aprovechar todos los conocimientos que los ingenieros electricistas desarrollaron antes de que ellos tomaran el mando de la industria. Esto fue lo que este humilde ingeniero (cuyo héroe es Umo Lamm) sugirió en 1996, en su propuesta " Necesidad de una Política Integral de Electricidad para la República Dominicana":

Se debe mantener un nivel de estabilidad adecuado en el sistema interconectado de transmisión consistente con los procesos industriales. El objeto es lograr que aumente el tamaño del sistema. Mientras más grande es el sistema más estable se convierte. El problema principal de los sistemas pequeños y aislados es la gran variabilidad entre la oferta y la demanda en las operaciones diarias. Si fuese necesario programar la interrupción de carga para mantener la seguridad se deberá programar la misma. En esencia, para lograr un suministro económico, lo primero es seguridad y luego suficiencia, dotando el sistema de suficientes reservas aunque sea por medio de un programa ordenado de apagones.

Para lograr el nivel de estabilidad adecuado, se debe exigir un nivel de confiabilidad del sistema interconectado de generación y transmisión. Esa decisión de un nivel dado de confiabilidad se convierte en una barrera de entrada a ciertos procesos industriales .11

En verdad, no sólo la confiabilidad sino también la calidad del servicio también crea barreras de entrada a los procesos productivos. La reestructuración industrial por sus equipos electrónicos de potencia exige normas de calidad más exigentes que las tradicionales.

El aumento del tamaño del sistema es altamente probable con esta política. Con un suministro seguro y confiable, la expansión de la economía generada por el crecimiento vegetativo, la inversión extranjera, la demanda insatisfecha, la integración de los proyectos turísticos, el retorno de los grandes consumidores comerciales e industriales que se habían aislado de la red, crearán un mercado considerablemente mayor. Se entiende entonces que seguimos teniendo un gran problema de generación. Los generadores que entren al mercado podrán competir por dicho mercado.

Aunque se paga a si misma, la política de estabilidad del suministro no es gratis. Se paga a si misma por su importante efecto sobre la productividad y el empleo. La mejora en productividad es consecuencia de una mejor organización de la producción y mejores rendimientos de los procesos que dependen de una electricidad estable. Los proyectos cuya factibilidad era impedida por la estabilidad de suministro crearán nuevas fuentes de empleo. Su costo está en el de las reservas operando en línea, reservas disponibles y en el pago por capacidad disponible a los generadores. Esta política promoverá opciones de reservas en el lado de la demanda.

Además, cuando no se dispone de suficientes reservas, se debe emplear el criterio de que un apagón sorpresivo es mucho más costoso que el aumento del costo del servicio para ofrecer estabilidad. Si no se dispone de suficiente capacidad, es mejor programar e informar con anticipación los apagones, de forma que los usuarios puedan tomar sus precauciones ordenadamente.

Fijados en la vieja política de satisfacer la máxima demanda hasta sin disponer de reservas, por mucho tiempo se ha vendido la idea de que no es posible implantar un programa de interrupciones ordenado. Sí es posible. Para ello se debe administrar el riesgo de las interrupciones. El costo de una interrupción varía mucho dependiendo si nos sorprende o es programada. A nivel del consumidor, si es programada, podemos usar los medios alternativos, como plantas de emergencia o inversores, cuyo costo está muy por debajo del costo del apagón al azar. El costo es elevado si el apagón nos sorprende y estamos en medio de un proceso costoso, como en la Refinería, donde se pueden perder millones de pesos, o en situaciones más sencillas, como "viendo el mejor pedazo" de la telenovela o de la película, que tienen un alto costo emocional. Con una programación de los apagones podemos mantener el servicio a la Refinería con un bajo grado de riesgo y a la vez permitir que la gente se desplace (costos de transporte) a ver su programa favorito a otro sector con un servicio garantizado a un costo mucho más controlado. El apagón inesperado es muchas veces más costoso que el anunciado.

Hay una razón por la que me acordé de esto. Hoy leí que Francisco Mendez dijo "Los generadores van a trabar de mejorar sus esquemas para regulación de frecuencia, la Superintendencia se comprometió a crear mecanismos regulatorios de incentivos para gratificar a los generadores que contribuyan a la estabilidad del sistema  para fines de seguridad del sector." La palabra "gratificación" me hirió. Hace falta asistencia técnica para enderezar la normativa del sector eléctrico, de forma que se remunere con señales eficientes y no con gratificaciones.

Debemos evitar por todos los medios que se olvide las causas subyacentes de estos cuatro apagones: la operación de un sistema electrico en Estado de Alerta y por tanto sin suficiente reservas. El jefe del CCE cree que con disciplina el puede evitar los apagones generales, pero lo que busca lograr son reservas por medio de la disciplina. Sin se hace un parche a la normativa, como parece que va a ser,  es altamente probable que el tema quede en el saco del olvido hasta que se presenten otros apagones generales. Señor superintendente: aproveche la ocasión para trabajar en la solución fundamental del problema.

En espera de su respuestas.

Muy atentamente,

José Antonio Vanderhorst Silverio, PhD

Consultor Interdependiente en Electricidad

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11 Un ejemplo local de altos costos de desabastecimiento los tenemos en la Refinería Dominicana de Petróleo, donde una interrupción no programada a su proceso causa grandes pérdidas económicas. Por eso la refinería adquirió dos generadores para autoabastecerse.

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