La principal razón por la que sugerí ponerle un termostato al sector eléctrico es porque es un sistema que no tiene un mecanismo para corregirse a sí mismo. Quizás la palabra termostato, a pesar de que es un mecanismo para corregir la temperatura de un sistema de aire acondicionado no transmitión bien la idea de que es necesario compensar los apagones a los clientes que pagan. Una vez incluido el mecanismo que le permita al sector corregirse a si mismo, la solución cae por su propio peso.
Somos en parte afortunados de poder experimentar el significado en carne propia. La falta de un mecanismo de autocorrección en la gestión de la demanda ha dado como resultado todo lo contrario a lo esperado, al intensificar el círculo vicioso que suponía mitigar. El subsidio solicitado para el 2006 fue de 806 millones de dólares. Digo que somos afortunados, porque otros donde los apagones no son importantes no tienen la posibilidad de comprender las oportunidades inherentes a este primer "insight."
Un segundo "insight" nace en el momento en que los clientes que pagan y tienen alta sensibilidad a los apagones, de inmediato razonan que una compensación promedio no les satisface y que los que tienen bajas sensibilidades se beneficiarían en exceso. No obstante, en la práctica eso es precisamente lo que ha venido sucediendo con el mercado de las soluciones individuales y nadie se ha quejado. Todos los que tienen altas sensibilidades van como corderitos a satisfacer sus necesidades diferenciadas en un mercado totalmente libre y pagan por ello.
El tercer "insight" es que con inversiones en tecnología de información, medición y control, se puede desarrollar un sistema de respuesta de la demanda que serviría para coordinar las soluciones individuales y reintegrar el sistema interconectado. El sistema se corrige a sí mismo al racionar capacidad que menos valor destruya en el momento en que se requiera. La oportunidad de reducción del costo a la economía es grandísima.
El cuarto "insight" es que es necesario llegar a los consumidores a nivel individual y para ello la función reconocida es el mercadeo. Con detallistas de electricidad que realicen el mercadeo y ofrezcan planes diferenciados a los distintos segmentos del mercado, sin control de precios, cada cliente podrá lograr el mayor valor agregado posible en el mercado encontrando el plan que mejor se ajuste a sus necesidades de precio y calidad. Si cada cliente tiene esa oportunidad, la sociedad como un todo podrá satisfacer sus necesidades de electricidad agregando el mayor valor posible.
Reuniendo esos cuatro "insights" tenemos las bases para un mercado eléctrico liberalizado verdadero. Esa es una gran ventaja estratégica que tenemos los dominicanos y que lamentablemente estamos dejando pasar por alto. Tan pronto las distribuidoras renegocien sus contratos y se queden con el control de los clientes regulados, la oportunidad habrá desaparecido del mapa. Qué lastima nos dará mañana cuando comprendamos que todo lo que hace falta es que los dominicanos crean en su gente.
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