domingo, enero 01, 2006

Editorial del GMH: Pasando la Pobreza a la Historia en Electricidad

El New York Times (NYT) editorializa hoy, 1ro. de enero del 2006, con el titular “Making Poverty History,” que traduzco como “pasando la pobreza a la historia.” Dicen que el 2005 fue el año de los grandes discursos de los líderes globales: Blair, Annan, Bush... culminando con el acuerdo de la OMC de eliminar los subsidios agrícolas en el 2013. El NYT espera fervientemente que en el 2006 las palabras finas se transformen en acción, como parte del plan de Desarrollo del Milenio para pasar la pobreza a la historia. Concluyen diciendo que el tiempo para hablar ya pasó, haciendo su resolución de año nuevo el dar seguimiento a cuantas de las promesas del año pasado pasen a ser algo más que palabras.

El proceso de gestación del Grupo Millennium Hispaniola se inició el 31 de marzo del 2005, con la disponibilidad del borrador final del “Millennium Ecosystem Assesstment,” y mi apreciación de que daba “mucha municiones a los que proponen energías limpias y el empleo de tecnologías de información para desarrollar un mundo sostenible que mitigue pronto la pobreza.”

Creí propicio impulsar “la idea de desarrollar cuatro escenarios del milenio para el país,” que siguen pendientes… para facilitar “la discusión estratégica de muchas de las iniciativas que están sobre el tapete, tales como, centrales a carbón para abaratar el precio de la electricidad, la unidad del sector empresarial, la agenda nacional de desarrollo, una nueva organización y constitución política, un desarrollo del comercio exterior con multinacionales dominicanas (esta última es mía), y muchas otras más que representan los intereses de un país mucho mejor.”

A partir del 15 de mayo del 2005, el GMH fomentó un dialogue centrado en la liberación del mercado minorista de electricidad que se inició para llenar las necesidades del país y que recientemente ha pasado a ser también ofrecida como solución global. En verdad, esa es la razón por la que vislumbré un desarrollo de multinacionales dominicanas desde 1996, cuando identifiqué las oportunidades que teníamos y parece que seguimos teniendo en un mercadeo al detalle de electricidad que sería también inclusivo, innovador y renovado.

La reestructuración del mercado eléctrico para transformarlo en un negocio común y corriente, separando las actividades monopólicas de las competitivas, es un potente medio para ir pasando la pobreza a la historia. Dicha reestructuración se basa en un tratamiento integral del sector eléctrico, que resulta en una cadena de valor: mayorista, minorista, cliente. Los minoristas compiten unos con otros, ofreciendo planes de servicio diferenciados por seguridad de suministro, en el que los clientes pueden elegir el que le resulte de menor costo a largo plazo.

Todas y cada unas de las objeciones que Donella Meadows (que sintetizan fielmente el problema de la liberación fallida del mercado eléctrico) identificó en su artículo Electricity “Restructuring and Faith in the Market” son invertidas y resueltas. Sugerimos también examinar los comentarios recientes que aparecen en A Few More Unfriendly Comments on Electric Deregulation y Free All Wisconsin Utilities to Make Money Helping Customers Save Energy. Donella decía en el 2001 que la meta de la reestructuración no era reducir las tarifas residenciales. Sin embargo, nuestro diseño le ofrece a cada cliente (no solamente al residencial) su opción de mínimo costo a largo plazo. Los clientes con menor seguridad de suministro, no necesitan pagar precios promedios para subsidiar a los que tienen alta necesidad de seguridad de suministro. Los subsidios cruzados en seguridad de suministro son mucho más pronunciados entre los clientes comerciales e industriales.

Donella también decía que los principales problemas eran la tecnología y la industria. En tecnología, los ciclos combinados y las celdas de combustibles, que hoy se resumen en la generación distribuida, permiten a las industrias autogenerar a menor costo y con menos impacto ambiental. Una a una las industrias se estaban separando de la red, dejando a las empresas públicas en pánico con sus grandes y obsoletas centrales todavía sin depreciar. Para que no se vayan les ofrecen precios más baratos y el resultado son precios más elevados para los demás clientes.

La verdadera liberación del mercado que proponemos reconoce ambas realidades, al proponer la integración coordinada de los recursos distribuidos en el lado de la demanda. Aquí, de todas formas, la distorsión en los precios del mercado mayorista impuesta por el gobierno ya ha hecho que muchas unidades generadoras no resulten despachables. Prometiendo precios más bajos en el futuro al público en general, a sabiendas que no los van a cumplir (en vista del progreso en la tecnología), el gobierno sigue adelante con proyectos IPPs a carbón que van a complicar mucho más esta situación en el futuro.

Donella dijo que la mejor estrategia – eficiencia energética - se estaba dejando fuera. La reestructuración a base de competencia a corto y largo plazo con la liberación verdadera del mercado descansa en diseños de negocios en el mercado minorista que aprovechan a fondo la eficiencia energética y la respuesta de la demanda. No se trata simplemente de competencia en el corto plazo, ni tampoco de precios altamente fluctuantes en el mercado mayorista.

En efecto, para hacer la transición a un futuro eléctrico distribuido, coincidimos con las sugerencias de Donella al diseñar la verdadera liberación del mercado eléctrico basándonos en una visión clara y con futuro, fuera de los aposentos (de eso se trató mi insistencia sobre La Tarea Pendiente). Pensemos en el bienestar del sistema completo y no simplemente en el bienestar de las partes, como los clientes industriales más grandes, las empresas capitalizadas o simplemente en el bienestar de la CDEEE. Todos los subsidios deben ser eliminados. No dejamos a la clase media y a los pobres desamparados, al reconocer que necesitan obtener valor agregado de la electricidad, lo cual se empieza a resolver con simplemente asegurar que se compense los apagones a los que pagan la electricidad.

Las Naciones Unidades, las entidades multilaterales y los países donantes pueden pasar de las palabras a la acción, apoyando abiertamente y sufragando directamente las actividades del Grupo Millennium Hispaniola. Si ustedes toman el liderazgo, el gobierno del Presidente Fernández entenderá la íntima relación que existe con sus planes de una estrategia hacia la sociedad de la información. Con ese gran apoyo, los agentes del mercado, los demás partidos políticos y las asociaciones empresariales los seguirán.

El desarrollo e implantación de una liberalización verdadera del mercado eléctrico de la República Dominicana, con el apoyo de toda la sociedad, servirá de ejemplo para todos los países del mundo. El desarrollo del mercado de la base de la pirámide del sector eléctrico se habrá iniciado y con ello estará pasando la pobreza a la historia en la electricidad.

© José Antonio Vanderhorst Silverio, PhD. 2006.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz Año Nuevo y Feliz Navidad...

Anónimo dijo...

Al visitar este sitio me doy cuenta de que por fin he encontrado el lugar que he estado buscando para poder discutir un tema tan importante para nuestro país como es el de la energía eléctrica. Me gustaría ser un miembro activo de este grupo, así que dejo mis datos al final para obtener respuesta esta solicitud. Por otro lado, soy un abanderado de la deregulación “funcional” del sector eléctrico, ya que esto trae consigo uno de los beneficios sociales que necesita el país para convertirse en una opción de desarrollo de mercados multinacionales.

Es bien conocido que la estructura del mercado eléctrico dominicano no se enmarca en ninguno de los 4 modelos de mercado comúnmente conocido. Yo diría que es un mal engendro del modelo 3 (competencia en la producción) y como tal, entiendo que nuestros esfuerzos deben estar dirigidos a contribuir con ajustar nuestro mercado al antes mencionado modelo antes de dirigirnos al deseado modelo 4 (competencia tanto el la producción como en la comercialización). Entiendo que mi comentario se puede enmarcar en los ideales de José Antonio (profesor y amigo) en el sentido de que es necesario darle participación de mercado a los consumidores (respuesta de la demanda). Sin esa participación y por definición, en nuestro sistema eléctrico “nunca” se haría posible un “mercado eléctrico”. El indicador del desempeño de un mercado es el precio, y lo que fija el precio de mercado de un bien es la convergencia de la oferta y la demanda. En nuestro caso, los precios de producción de la electricidad están ya definidos (por orden mérito), entonces, ¿cómo se puede obtener la respuesta de la demanda? Necesariamente el consumidor debe conocer (o tener un buena proyección) del precio de la electricidad puesta en línea en cada momento para poder responder a esos precios.

Por otro lado, el medidor horario de electricidad es necesario para la recolección del consumo de electricidad para cada nivel de costo. La sustitución de TODOS los medidores convencionales por medidores horarios es una idea descabellada debido a su alto costo, por lo que seria un buen comienzo incorporar dichos medidores en los usuarios no regulados y en algunos grandes usuarios regulados para que dicha incorporación sea costo-efectiva. A primera vista los contratos bilaterales podría ser un obstáculo para implantar esta propuesta, pero si los consumidores pudieran contratar una parte de su demanda (sostenibilidad financiera de las EDES) y la otra comprarla a un precion fluctuante como el spot (considerando los valores agregados de la red) se podría comenzar a obtener una respuesta de la demanda.

A lo anterior le podemos sacar aún más provecho. Considere que los medidores horarios a utilizarse sea además de doble vía, podemos promover generación distribuida de energía limpia incorporando “net metering” (venta a las EDES del excedente de energía renovable generada por consumidores). Definitivamente es tiempo de tomar acción y llevar el mercado eléctrico dominicano a uno “funcional”. Note que la implementación de todo lo anterior va a la mano con la ejecución de un plan preciso para minimizar (o bien puede ser transparentar) el precio de generación, ajustar las políticas energéticas existentes, y realizar un manejo sostenible del déficit del sector entre otras consideraciones.

© Emilio J. Contreras-Hernández, M.S.E.E.
emiliojcontreras@gmail.com