jueves, diciembre 07, 2006

Renegociar con Visión de Futuro

Opinión

Lo ideal es que lo más pronto posible acordemos separar las actividades comerciales de las monópolicas de las distribuidoras y que sean los detallistas quienes compren e instalen los medidores a los consumidores

Por José Vanderhorst Silverio / El Caribe

Martes 29 de noviembre del 2005 actualizado el lunes 28 de noviembre del 2005 a las 10:50 PM

La renegociación de los contratos con varios generadores debería realizarse con base en una clara visión de futuro. Yo vislumbro un sector eléctrico sin control de precios, en que el distribuidor deja de cumplir actividades comerciales con los clientes finales, dando paso a detallistas que compiten unos con otros. Ese esquema es el que la Unión Europea pondrá en vigencia a partir del primero de julio del 2007.

He descubierto la existencia de un mercado de electricidad asociado a que los consumidores se diferencian conforme a su sensibilidad a los apagones. Los detallistas podrán segmentar a sus consumidores según esa sensibilidad, de forma que el costo total esperado promedio sea el mínimo, en un plazo largo de tiempo. Si cada cliente consumidor puede acceder a un servicio de costo mínimo, entonces la economía como un todo tendrá un costo mínimo.

Es importante destacar que no se trata de tarifas, sino que cada consumidor podrá elegir el precio que perciba más le conviene de un abanico de posibilidades ofrecidos por varios detallistas. Por ejemplo, un detallista podría ofrecer tres planes de continuidad de servicio con 98%, 99% y 99.9% del tiempo, con precios (hipotéticos) de 12, 15 y 18 centavos de dólar por kilovatio-hora.

Ese esquema de precios permite un mejor aprovechamiento de la capacidad instalada eficiente en generación y transporte de electricidad.

La tecnología que hace posible el esquema es la de respuesta de la demanda, que permite el desarrollo de un sistema de racionamiento a cada cliente en vez de tener que interrumpir todo un circuito.

Así, por ejemplo (también hipotético), la escuela y las calles podrán contratar un servicio de 99.9% de continuidad, mientras la vivienda humilde contrata para 98% y la clase media para 99%.

Es importante saber que los planes de las distribuidoras incluyen proyectos de inversión en sistemas de medición avanzados. Esos sistemas podrían no ser compatibles con el sistema de racionamiento y sería una gran pérdida tener que reemplazarlos en unos pocos años para hacer dicho sistema viable.

Lo ideal es que lo más pronto posible acordemos separar las actividades comerciales de las monopólicas de Edenorte, Edesur y EdeEste y que sean los detallistas quienes compren e instalen a los consumidores los medidores a sus riesgos.

Una renegociación de los contratos bajo esa visión sería muy distinta de la que se tiene hoy.

Ante esa visión, un representante de los generadores reclama que nos concentremos por el momento exclusivamente en la reducción de las pérdidas. Dice que no es oportuno un cambio estructural de la industria, por el caos en que se encuentra.

Dice además, que el cambio estructural es importante, pero debe quedar en un segundo plano. Sugiere que gestores de empresa con claros planes de control de energía y una ejecución de dichos planes en forma militar hagan el trabajo.

Le respondo que el colapso del sector es también por el mal servicio sin compensación; los avances tecnológicos que han diferenciado la sensibilidad a los apagones; la existencia de un mercado totalmente libre de soluciones individuales, que dejan de ser individuales al formar parte integral del sistema de racionamiento, para satisfacer esas variadas sensibilidades.

Por esas razones la gestión de pérdidas es necesaria, pero no suficiente, en el país.

José Vanderhorst Silverio es consultor interdependiente en electricidad

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