viernes, noviembre 16, 2007

Una Crítica Eléctrica al Discurso Presidencial

Una Crítica Eléctrica al Discurso Presidencial

Por José Antonio Vanderhorst Silverio, Ph.D.
Consultor Sistémico: Electricidad

16 de noviembre, 2007.

Esta crítica es una crítica constructiva del discurso del Presidente Fernández en lo que respecta al sector eléctrico. Ante los incesantes aumentos del precio del petróleo, aparece de nuevo la eficiencia energética como uno de los elementos vitales. Con la medida aparecen incentivos a la importación libre de impuestos de equipos eficientes. Una dificultad aparente al éxito de la medida es el acceso al financiamiento.

La dificultad es la siguiente: por un lado, las empresas que tienen acceso a financiamiento y disponen de un caso de negocios para invertir en eficiencia energética pueden haberlo hecho ya; por el otro, las empresas restantes que no tienen acceso a financiamiento y que pueden tener un caso de negocios si tuvieren dicho acceso, no invertirán. Una sugerencia es medir esta variable por medio de una encuesta con la mayor brevedad, mucho antes de la campaña de relaciones públicas que se está gestando.

La situación anterior se da mucho más en las PYMES, pero también se da en la mayoría de los hogares. Hace por tanto falta un medio que facilite el acceso a financiamiento a la eficiencia energética.

El impacto de una vigorosa y eficaz campaña de eficiencia energética aparenta estar en contra de la industria eléctrica tal y como está estructurada, pudiendo dicha campaña hasta ser torpedeada por los grandes intereses. Una reducción del orden del 15 al 25 por ciento de la demanda en los medidores del sector eléctrico podría afectar aun más los planes de expansión actualmente previstos con el llamado Plan Integral del Sector Eléctrico. El problema estructural es que la generación está posicionada en las mentes de los que toman decisiones y en el público en general como el elemento más relevante. Este es el paradigma de los “negocios que producen energía.”

Adicionalmente, el titular del periódico El día, del 15 de noviembre, es “EdeEste gestiona venta de acciones al Gobierno: El socio privado busca por esa vía dejar sin efecto las demandas que ha hecho.” Si las distribuidoras fuesen privadas estarían quebradas y su valor sería solamente aquel de rescate. Pero como son mixtas, la situación es totalmente distinta.

Ambos problemas, el de la falta de financiamiento para la eficiencia energética, y el del impacto en el sector eléctrico de un plan exitoso de eficiencia energética, son parte del problema estructural del sector eléctrico.

Haciendo un cambio estructural hacia la Electricidad Sin Control de Precios (EWPC, por sus siglas en Inglés), la situación cambia totalmente. El cambio de paradigma es de una industria en que los consumidores pueden ser productores a tiempo parcial, algo en que los dominicanos le llevamos la delantera a muchos países.

Lo que nos hace falta es que los consumidores participen del sistema interconectado, haciendo que la filosofía del sector eléctrico pase de “negocios que producen energía” a “negocios que mueven energía,” análogo a la banca o las telecomunicaciones. Es así como el impacto de las nuevas tecnologías de información, telecomunicación y control transformará los sectores eléctricos mundiales.

El centro en la EWPC lo ocupa el mercado centralizado de transporte integrado, que es la entidad que permite que la energía se mueva en la cadena de valor del mercado libre (sin control de precios) de generación, comercialización, cliente, bajo una regulación prudencial. Este nuevo modelo, de dos mercados, uno controlado y otro libre, que transformará la industria mundial, es el modelo hacia el cual las circunstancias nos está empujando desde hace más de una década para que seamos los pioneros, como consta en el trabajo “La Necesidad de una Política Integral de Electricidad para la República Dominicana,” de julio de 1996 y que ha emergido en los últimos dos años como la EWPC.

Así, la mayor parte del derroche de gasolina, gasoil, y ahora gas, en instalaciones excesivamente pequeñas e ineficientes será desplazado por generadores con ciclo combinados que aprovechen el calor que también se desperdicia a nivel industrial, pero que también se derrocha en las grandes centrales.

El valor de las distribuidoras comercializadoras (D/C) actuales se eleva substancialmente con el cambio estructural a la ESCP, ya que su efecto anti-sistema (el valor de la “D/C” es menor que la suma del valor de “D” y el valor de la “C”) desaparece. El valor de la “D” es mayor porque pasará a ser parte integral del sistema de transporte, el cual puede ser sujeto de un concurso internacional para atraer a las empresas transportistas de clase mundial a fin de implementar un sistema de transporte de ultracalidad.

El valor de la “C” está en su potencial de innovación, incluyendo su capacidad de integrar la demanda a la planificación del sistema interconectado. Son estas comercializadoras al detalle las que podrán entrar en convenios a largo plazo con los clientes para financiar las inversiones en eficiencia energética.

Ese transporte de ultracalidad es la clave para desarrollar un mercado de futuros de electricidad, que a su vez asegura las inversiones en generación y el desarrollo de las comercializadoras privadas, las cuales se reforzarán mutuamente generando un círculo virtuoso. Nunca hubo un mejor momento para crear valor en la República Dominicana a través de las innovaciones latentes de la EWPC como uno de los principales candidatos de su principal marca-país.

Los conceptos de la EWPC ocupan desde hace unas semanas los 5 primeros lugares del sitio web http://www.energyblogs.com/ del Energy Central Network, en el cual se dan cita los principales expertos internacionales del sector eléctrico.

2 comentarios:

Gustavo Alba Sanchez dijo...

Jose Antonio, en linea con tu aserto de que falta financiamiento para promover medidas tendentes al ahorro de energia, creo que si gran parte del financiamiento que ahora se destina a compras de automoviles se dedicara a equipos domesticos de mayores eficiencia energetica, y aun mas, a paneles solares y molinos de vientos que asociados a los ya existentes bancos de baterias e inversores en muchos hogares dominicanos, podrian constituirse en un conjunto generador de gran impacto en el ahorro de combustible fosil.
Saludos afectuosos

José Antonio Vanderhorst-Silverio dijo...

Muchas gracias Gustavo por tu aporte. Veo muy bien tu sugerencia. Entiendo que la banca podría organizar ferias como lo hacen para los vehículos, luego de estudiar y ponderar los casos de negocios. Es muy probable que pudiera hacerse sin reestructurar el sector eléctrico. No obstante, es muy probable que con tu sugerencia los clientes hagan inversiones sub-óptimas, tanto por defecto, como por exceso, relativas a mi propuesta para resolver de una vez por toda la crisis.

Al no disponer de la debida coordinación entre esas inversiones y las del sector eléctrico, creo que un desarrollo como el anterior, pudiera surtir un efecto desbastador en el sector eléctrico como está estructurado. Es por eso que propongo algo más que eso y es integrar la demanda (que es ahora una externalidad) al sistema interconectado. Integrar la demanda significa tomarla en cuenta en la planificación a largo plazo, en la operación y en el control del sistema interconectado.

Tal integración se haría al tiempo que se introduce la competencia en el mercado minorista, lo que significa que cada comercializador detallista (asociado a un banco posiblemente) presentaría planes de inversión (complementarios a la inversión existente) a los clientes para que integren la eficiencia energética, la respuesta de la demanda, paneles solares, etc., de cuasi óptimo (de mínimo costo y/o mayor valor agregado) para cada cliente individual. La idea es que los costos totales de inversión, operación, mantenimiento y desabastecimiento, del sistema total de la sociedad dominicana en producción, transporte, comercialización y uso final sean del mínimo costo y/o del máximo valor agregado.

En resumen, con los costos totales de cada cliente resultando en lo que el cliente percibe será su menor costo y/o el mayor valor agregado, la sociedad como un todo tendrán el menor costo y/o el mayor valor agregado por la electricidad, al menor costo de la factura petrolera. Si se trata de optimizar sin la debida coordinación (por separado) los resultados pueden alejarse del mayor bienestar social en el uso del petróleo y otras energías. Un beneficio que no he incluido en la anterior explicación son el impacto a la economía por la innovación y los beneficios de la exportación del modelo a otras latitudes, que son significativos si hacemos bien el trabajo.

A ojo de buen cubero, creo que podemos reducir la factura petrolera en 25% en un plazo de 4 años con esta estrategia.

Saludos también afectuosos,

José Antonio