Escrito por: Frederich E. Berges. ( frederich.berges@obs.com.do)
Aparece publicado en el periódico El Día, del 6 de marzo del 2012.
El ingeniero Temístocles Montás, afectuosamente Temo, ha sido un ministro atípico por la diafanidad con la cual ha cumplido con sus obligaciones frente a la cartera de economía, planificación y desarrollo.
Y con esa atipicidad, en su reciente comparecencia en un foro empresarial, se ha pronunciado sobre tres temas emblemáticos de este autor. Se refirió a la impostergable necesidad de que se suscriba un Pacto Fiscal; un Pacto Educativo; y un Pacto Eléctrico.
Precisamente se ha referido a los tres Talones de Aquiles de la economía dominicana que fundamentalmente se desprenden de no haberse resuelto oportunamente el problema eléctrico.
Problema que a su vez que se viene agravando desde la suscripción del Acuerdo de Madrid, que tanto daño le ha hecho al país.
Los costos de la energía, enmarcados en una matriz muy cara, dominada por el petróleo, y frente a la falta de voluntad para cobrarle a los que se la roban, representa un hoyo negro para las finanzas públicas, que se hace más hondo en la medida que suben los precios de los hidrocarburos.
Este hoyo negro obliga a distraer los recursos financieros necesarios para entre otros, costear una mejora en la educación.
Por ende se propone un Pacto para una reforma fiscal que endereza los remiendos y parches coyunturales, y que no se sigan enmascarando evasores.
Si se analiza lo escrito en los dos párrafos anteriores, nos damos cuenta de que el Pacto Real, es el pacto por la solución del agujero negro del sector eléctrico.
Con su solución, bajarán los costos, y por ende los precios de la electricidad. Seremos más competitivos.
Se podrá cobrar un mayor porcentaje de la electricidad servida. Tendremos más recursos para la educación. La reforma fiscal no será tan dolorosa y se facilitarían los demás Pactos.
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