miércoles, noviembre 15, 2006

De la Destrucción Brutal a la Destrucción Creativa

Editorial del GMH

La Destrucción Brutal

El Presidente Leonel Fernández se preguntó anoche ¿dónde es que realmente se está produciendo el mayor gasto en el país? Su respuesta: en pagos a la deuda externa y en transferencias y subsidios a la energía.

En los pagos a la deuda externa hay un componente bien grande de los errores cometidos en el pasado en el sector eléctrico, que es el segundo elemento en orden de importancia.

En cuanto a la energía durante el 2006, el barril sin fondo eléctrico se lleva casi las cuatro quintas partes del pastel, con sus 650 millones de dólares.

Cuando la pregunta del Dr. Fernández se lleva de las finanzas públicas a toda la economía, el panorama es mucho más brutal. La destrucción del poder adquisitivo de la población a causa de los apagones bien podría estimarse en otros 650 millones de dólares.

En su libro “Out of the Crisis,” W. Edwards Deming explica que “baja calidad significa costos elevados.” Deming dice “[L]os defectos (en nuestro caso apagones) no son gratis. Alguien los hace y es pagado por hacerlos. Bajo la suposición de que cuesta lo mismo corregir un error que hacerlo en primer lugar…” llega a la conclusión que cuesta dos veces más dar un apagón y superarlo.

Esa es una explicación alterna a los otros 650 millones de dólares, por los que pagamos también con una parte substancial de los 650 millones del sector público. La destrucción total puede estimarse en 1,300 millones de dólares en el 2006. En efecto estamos presenciando una destrucción brutal.

La Destrucción Creativa

En el momento de la gran depresión financiera, Joseph Schumpeter introdujo el concepto de la destrucción creativa. Según Miguel A. Soto Class, Director Ejecutivo del Centro para la Nueva Economía de Puerto Rico, “…en algunos momentos claves, el sistema económico se torna contra sí mismo para poder evolucionar y seguir creciendo.”

Los dominicanos hemos estamos viviendo ese momento clave primero que otros países en el sector eléctrico. Con mucho menos que 1,300 millones de dólares anuales, los dominicanos podemos transformar el sector eléctrico.

El énfasis debe ponerse en destruir los obstáculos a la inversión extranjera , los cuales según la encuesta sobre el clima de inversión del Banco Mundial del 2005 representan: electricidad 82%, corrupción 72%, delincuencia, robo y desorden 63%, inestabilidad macroeconómica 60%, política anticompetencia 56%, etc.

Lo que los dominicanos necesitamos es electricidad para la era del conocimiento. No me queda ninguna duda, la Electricidad Sin Control de Precios Atraerá Inversión Extranjera. Trabajemos para aumentar grandemente la calidad del servicio y saldremos de la crisis con la destrucción creativa.

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