miércoles, junio 13, 2007

Subsidiemos Salud y Educación Antes que Electricidad

Referencia: ACACDISNA Responde a LGE: Solución Subsidios y Fraudes

Muchas gracias Doña Rosario por su atenta nota.

El diseño (las reglas) y arquitectura (la estructura) del mercado eléctrico dominicano propicia más de lo normal el robo que debe ser castigado. Los robos que se compensan con subsidios en exceso son a los que me refiero y no a aquellos subsidios que por justicia social deban ser dirigidos para promover a los más necesitados. El problema principal está en el control de precios, que hace altamente ineficiente el servicio. El servicio eléctrico más caro es cuando no se dispone de electricidad en el momento en que se necesita.

Las distribuidoras no tienen el incentivo a resolver los fraudes mientras sean monopolios que "justican" subsidios que provienen del presupuesto. A eso se le suman nuevas ineficiencias con los contratistas que el PAEF ha detectado.

La compentencia sin control de precios de electricidad, al por mayor y al detalle, siguiendo normas prudenciales justas que protejan a los consumidores, permitirán una competencia sana para acabar con el fraude. Con varias comercializadoras a nivel nacional que inicialmente - con reglas y estructuctura que - incentiven la solución del fraude, los subsidios que aportan los contribuyentes de impuestos y los subsidios cruzados que aportan ciertos clientes bajarán paulatinamente.

La importancia del progreso que está sucediendo en los Estados Unidos es que han encontrado como hacer la transición en la comercialización al detalle. Lamentablemente, solamente cuando los precios reflejan los costos es que se puede desmontar el control de precios. La energía es costosa y la cadena de pago se rompe cuando los precios no permiten recuperar las inversiones.
Los fondos presupuestarios - subsidios - se dedicarían primoldialmente a la salud y la educación de la población de las familias pobres, que todos reconocemos son las grandes mayoría. No hacemos nada si subsidiamos la electricidad de los pobres para que la derrochen, mientras no reciben el apoyo del Estado en salud y educación. Si la salud y la educación estuviesen resueltas y tuviésemos excedentes presupuestarios, los dedicaría al subsidio de la electricidad.

Las ideas anteriores no son ideas cerradas. Más bien, son ideas para tratar de sacar al país del desorden en que se encuentran sus instituciones.

Saludos afectuosos,

José Antonio Vanderhorst Silverio, PhD


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