La cumbre de la próxima semana debe ser, a nuestro juicio, una reunión de coyuntura, esencialmente.
No, como muchos plantean, una asamblea de exposiciones interminables para llegar a esbozar un plan de nación de diez o veinte años.
Hasta donde suponemos fue convocada para medidas puntuales, para dar respuesta a la crisis económica mundial con acciones concretas que puedan gravitar a lo largo de este año.
Podría ser este un ensayo para un ejercicio mayor y más profundo de diálogo y concertación, en el futuro.
Nos expondríamos a la frustración si se pretendiera que lo que debe salir de esta cumbre sea un programa de gobierno de cuatro años o más. Eso es imposible y no es aconsejable jugar con las expectativas.
Editorial del Listín Diario del 24 de enero, 2009.
La nación está obligada a realizar ajustes en su marcha y lo que se pretende es que esos ajustes cuenten, de antemano, con la aprobación de todos aquellos sectores que inciden en la economía y que están llamados a unirse para encarar la crisis.
Si este ejercicio es fructífero, entonces allí mismo quedarían sentadas las bases para una concertación de mayor alcance y perdurabilidad.
No le pidamos a la cumbre más de lo que ella, pragmáticamente hablando, puede darnos si se desconcentra de la razón fundamental que es la emergencia de la crisis para irse más lejos y entrar en una órbita esteril de discusiones y propuestas que no conducirían a nada.
Original Listín
1 comentario:
Vean por favor la nota Respuesta Editorial del Listín Diario: Salgamos del Subdesarrollo
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