Según el Editorial del Listín Diario “No le Pidamos de Más a la Cumbre,” publicado el 24 de enero del 2009, “La cumbre de la próxima semana debe ser, a nuestro juicio, una reunión de coyuntura, esencialmente.” Ese juicio sería correcto, de no ser necesaria una transformación del sistema prevaleciente de gestión en que se basa dicho juicio, al sistema de conocimiento profundo que nos legó W. Edwards Deming.
Contrario al planteamiento de “una asamblea de exposiciones interminables,” los que se propone en la nota “7 Consejos a la Cumbre de las “Fuerzas Vivas” es primero acordar un gran propósito “para llegar a esbozar un plan de nación de” muy largo plazo, que proponemos sacar al país del subdesarrollo. En el segundo de esos consejos se plantea que “Los delegados tienen que aceptar con humildad que la cumbre, como toda solución rápida, no es una forma de adquirir conocimiento profundo. Ante todo, cada uno de ellos necesita entender el sistema de conocimiento profundo para transformarse. Necesitamos el liderazgo auténtico que permita desarrollar a largo plazo una cultura que valore el aprendizaje y el progreso.”
Por lo anterior, no importa si la Cumbre “fue convocada para medidas puntuales, para dar respuesta a la crisis económica mundial con acciones concretas que puedan gravitar a lo largo de este año.” Lo que importa es la necesidad de la transformación, en vez de ser simplemente “un ensayo para un ejercicio mayor y más profundo de diálogo y concertación, en el futuro.” Una vez acordado el enfoque sistémico de conocimiento profundo, resultará evidente responder la pregunta de la nota ¿Será la Reforma Constitucional Anti-sistémica? para poder aplicar el cuarto de los siete consejos.
Con este enfoque, no “[n]os expondríamos a la frustración,” ya que no “debe salir de esta cumbre sea un programa de gobierno de cuatro años o más.” Estamos de acuerdo en que “[e]so es imposible y no es aconsejable jugar con las expectativas.”
A nadie le queda ninguna duda que “[l]a nación está obligada a realizar ajustes en su marcha y lo que se pretende es que esos ajustes cuenten, de antemano, con la aprobación de todos aquellos sectores que inciden en la economía y que están llamados a unirse para encarar la crisis.” De acuerdo a Peter Senge, quien en la segunda edición de su libro “La Quinta Disciplina,” interpretó a Deming diciendo “… The real work, which he simply called “the transformation of the prevailing system of management,” lay beyond the aims of managers seeking only short term performance improvements. This transformation, he believed, required “profound knowledge” largely untapped in contemporary institutions…”
Tampoco debe quedar duda, que hecho de esta forma “Si este ejercicio es fructífero, entonces allí mismo quedarían sentadas las bases para una concertación de mayor alcance y perdurabilidad.” Igualmente concordamos con que “No le pidamos a la cumbre más de lo que ella, pragmáticamente hablando, puede darnos.” No obstante, con la transformación al sistema de conocimiento profundo ha quedado claro que ‘la razón fundamental’ no es solamente la emergencia de la crisis” por lo que puede y debe “irse más lejos” sin necesidad de “entrar en una órbita estéril de discusiones y propuestas que no conducirían a nada.”
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