Reconozco que me resulta imposible entender el problema eléctrico dominicano.
Aunque José Antonio Vanderhorst ha inundado my twitter de informaciones, hay algo realmente ignoto que no acabo de atrapar.
Suelo ser bastante perspicaz para muchos asuntos, pero éste se me escapa, porque las preguntas que rondan mi cabeza son todas contradictorias.
Por ejemplo, ¿cómo es posible que las Edes y la CDEEE le deban todo el dinero del mundo a las generadoras y sigan llenas de empleados, cien veces más que los que necesitan?
Un negocio endeudado hace recortes de gastos, incluyendo el personal.
Se dice que no se le puede cobrar a la gente, más sin embargo maltratan a los que pagan como si fueran delincuentes, cortándole la luz el mismo día que se le vence el recibo, aunque no lo hayan recibido.
Al edificio donde vivo, en el que todos pagamos religiosamente la energía, han ido varias veces a inspeccionar sin encontrar nada, por supuesto.
Si en verdad quieren inspeccionar, solo tienen que darse la vuelta por ciertos lugares que se ven desde la calle. Pero ahí no van.
Finalmente, si el negocio siempre es deficitario y el gobierno tiene que emitir hasta bonos para pagar las deudas, ¿por qué no se elimina todo ese andamiaje inoperante y se le vende al sector privado por zonas y por plantas para que ellos lo administren, cobren y se ganen unos pesos y el Gobierno se quita ese problema de encima? Finalmente, por qué buscar 300 millones de dólares para volverlos humo.?
atejada@diariolibre.com
Opinión original De Diario Libre
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