martes, junio 30, 2009

“Fracaso Edes es una Falla del Sistema”

Por Cándida Acosta,

30 de junio, 2009

VANDERHORST ABOGA POR UN SISTEMA SIN CONTROL DE PRECIOS

Santo Domingo.- José Antonio Vanderhorst- Silverio es un consultor privado con una amplia experiencia en el tema eléctrico de República Dominicana. Considera que la Ley General de Electricidad debe ser modificada y destaca la importancia de unir todos los esquemas para de esa forma lograr armar una competencia al detalle y poder satisfacer la necesidad de los clientes. Cree vital que se de una competencia organizada, auspiciada por el Estado.

¿PORQUÉ SE ATRIBUYE UN FRACASO A LAS EDES?

El fracaso de las tres Edes es un problema de la falla del sistema, al que es imposible asignarle un culpable.

Al contrario, la falla del sistema, que es el que impulsa la profunda crisis sistémica del sector eléctrico que padecemos, trae consigo grandes oportunidades de desarrollo si nos decidimos agresivamente a crear las condiciones propicias para el renacimiento de los sectores eléctricos del mundo. Dicho fracaso nace de la falsa creencia que las Edes podían separarse del resto del sistema en las circunstancias imperantes desde hace tiempo en el país y que ya aparecieron hasta en los Estados Unidos de América.

¿DÓNDE ESTÁ LA FALLA DE LAS EMPRESAS DISTRIBUIDORAS?

Aparte del elevado nivel de pérdidas, la única forma de que las Edes pudiesen considerarse unidades independientes era bajo la condición de una demanda pasiva completamente satisfecha (sin apagones) y que los consumidores no contasen con autoservicio competitivo de seguridad de suministro disponible en el mercado libre como sucede aquí y en extranjero.

Por sí solas, esas dos condiciones, que están por intensificarse a nivel global en la medida que siguen penetrando tecnologías emergentes, son suficientes para hacer que las Edes sean cada vez más antisistémicas.

Es decir, que el valor de las actividades comerciales al detalle y el valor de las actividades de transporte de electricidad al detalle en el mercado emergente sea superior de forma separada al valor de las propias distribuidoras.

Esas dos circunstancias por sí mismas harán que las Edes sigan quebrando en todas partes en la medida que avance el paso hacia la Era Digital.

¿EN QUE CONSISTE LA SOLUCIÓN EMERGENTE?

La solución emergente aquí y también en el extranjero, es obviamente separar esas dos actividades: primero, pasar la comercialización al detalle a la competencia privada de modelos de negocios para impulsar la innovación basada en las nuevas tecnologías para integrar la demanda activa a la planificación, operación y control del sistema interconectado, en vez de seguir con el obsoleto modelo de negocio monopólico de ganarle casos de tarifas al gobierno que las fija; y, segundo, reintegrar la red de transporte físico completa en la áreas que corresponde a las Edes, sacando también al Estado de la transmisión de electricidad.

¿QUÉ SE NECESITA ENTONCES?

Como expliqué con más detalles el pasado sábado 20 de junio, en un conversatorio organizado por el Centro Juan XXIII, con la presentación “El Renacimiento de la Industria Eléctrica está en la Integración de la Demanda,” lo que necesitamos es transformar la crisis sistémica de grandes proporciones que padecemos los dominicanos en grandes oportunidades de desarrollo en el mercado global. Lo único que falta es la voluntad política de los sectores público y privado decididamente alineados para aprovechar esas magnificas oportunidades al abrir la industria eléctrica a la innovación.

¿QUIÉN ES EL CULPABLE?

El culpable es el sistema que impulsa la Ley General de Electricidad. Las dos actividades que hay que separar son la comercialización que debe abrirse a la competencia privada y el transporte de electricidad al detalle que debe reintegrase a la transmisión y también pasarlo al sector privado.

RESPUESTA A LA ANJE

El servicio interconectado es cada vez menos capaz de suplir a los clientes más sofisticados. En Estados Unidos los clientes ya gastan más de 50 centavos de dólar adicionales a cada dólar facturado por las distribuidoras, lo que genera la oportunidad de la integración de la demanda por medio de un innovador mercado minorista de electricidad, que completa el mercado y lo hace funcional.

El impacto de los apagones en las pequeñas y medianas empresas es un ejemplo vivo de la desintegración excesiva de la demanda que propicia el sistema basado en la Ley General de Electricidad (LGE), al que le corresponde la culpa en vez de al sector privado o al sector público de manera individual como se debate en la actualidad.

Original del Listín Diario

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