En la prensa de hoy tenemos al menos dos planteamientos ligados a enfrentar el choque externo al sector energía. El editorial del Listín "Macorís puede resurgir, si se lo propone" concentra su atención en el renacer de la industria cañera, bajo el concepto de biorefinería. Dice que "Es una alternativa viable" y en esencia concluye que "Sólo falta que canalicemos sin pérdida de tiempo los recursos que sean indispensables, en alianza con el sector privado, desde luego, para considerar esta búsqueda de nuevas fuentes energéticas como una prioridad nacional."
"El país coordina proyectos energía eólica con Portugal" aparece en el Listín y en Hoy. Un problema que surge es "la ausencia de líneas de transmisión en los lugares con mejores condiciones para la instalación de parques eólicos comerciales, que permitan su interconexión al sistema eléctrico nacional, es un gran obstáculo para el desarrollo de esa fuente alterna de energía."
Tales tipos de planteamientos son defectuosos: 1) en el primero se asume que la energía convencional va a permanecer cara. Si a nivel mundial se hace lo mismo, estamos creando un proceso "boom-bust", en el que los altos precios, dan paso a bajos precios. 2) En el segundo caso la eficiencia del sistema, no depende de la eficiencia de las partes. Las redes no son gratis, ni las pérdidas que fluyen sobre ellas.
Para ambos casos, repito que es necesario hacer un Plan Indicativo de Expansión que minimice los costos (y los riesgos) de capital, operación, mantenimiento y desabastecimiento a largo plazo, que también consider las opciones del lado de la demanda (Eficiencia Energética y Respuesta de la Demanda). También es necesario realizar la tarea pendiente: Un Consenso que sea Válido. En adición, una política clara de no intervención en el mercado energético, luego de consensuar y poner en vigencia un marco legal consistente, permitirá que el sector privado invierta y compita. Así lograremos una estrategia de desarrollo de nuestros recursos renovables.
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