***Federico A. Martínez escribió el artículo "El Mito de la Capacidad Instalada " en julio de 2004 y lo colocó recientemente en su Bitácora Digital. Yo comparto parcialmente los planteamientos de Federico. Ampliaré algunos elementos para complementarlo y agregaré mis percepciones sobre los precios y sobre las centrales diesel porque creo no le hace la justicia que se merecen.
La capacidad instalada de un sistema eléctrico debe tomar en cuenta las paradas programadas y las paradas forzadas. Aparte de esto, la operación en Estado Normal requiere que se opere con suficiente reservas. Mientras más pequeño es el sistema, más elevadas son las reservas. Para ofrecer un servicio de calidad comercial se debe operar con reservas iguales o mayores a la unidad de mayor tamaño.
Por ejemplo, con una central de 300 MW en Andrés, con la unidad de Smith Enron de 185 MW en mantenimiento y otros tantos MW fuera de servicio, operar en Estado Normal resta unos 500 o más MW de la capacidad total del sistema.
Federico entra entonces en la determinación de la capacidad eficiente y llega a conclusiones basadas simplemente en el Costo Variable de Despacho. No obstante, cuando no hay Respuesta de la Demanda no resulta económico una mezcla de centrales supereficientes, porque mucha de esa capacidad no podría ser despachada a plena capacidad cuando esté disponible. Si eso no fuera posible, los inversionistas perderían dinero, ya que las centrales supereficientes tienen costos fijos muy elevados que se recuperan con la diferencia entre el precio spot y su costo variable. Vale reconocer que la remuneración por potencia se hace en base a la de una central pico.
Yo discrepo parcialmente con Federico sobre sus apreciaciones sobre las centrales diesel. Yo las caracterizo como las minicomputadoras del sector eléctrico. Ciertamente, si vienen en barcazas pueden siempre llevárselas. Las razones históricas proviene de condicionamiento de los prestamistas. Pero eso ofrece también flexibilidad que lamentablemente no se ha aprovechado. Se trata de poder relocalizar algunas de esas centrales en barcaza en la Zona Norte del país, simplemente proque las señales del sector no son de mercado.
Ahora bien, no se pueden de ningún modo compararse con las turbinas a gas de ciclo simple. Son también más eficientes que las tradicionales centrales a vapor caldeadas a Bunker C. Las centrales diesel son modulares y tanto o más confiables que las demás centrales térmicas. Esto último es clave en la reducción del costo de desabastecimiento que generan las grandes y complejas centrales que no son tan confiables y requieren mayores tiempos para mantenimiento. El mito de la capacidad instalada es un tanto más complicado que lo que he resumido.
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