Muchas gracias Francisco,
Siempre repito que los problemas requieren soluciones amplias. Con soluciones amplias a veces podemos deshacernos de prácticas innecesarias. Tales son los casos de los procesos de fijación tarifaria y de aprobación de indexación en contratos de compra de energía entre distribuidoras y generadoras que dependen de dicha fijación tarifaria. Una fórmula que aparentemente funcionaba bien en 1999, dejo de serlo. Otra fórmula del 2001 también. El problema es que ante choques externos importantes esas fórmulas no funcionan, generando riesgos (y a veces muchos beneficios que no se divulgan, ni se perciben) a las distribuidoras. Ningún generador está dispuesto a asumir los riesgos que dependen de las tarifas que no traspasan bien a todos los consumidores individuales. Pero el problema principal con las tarifas es que siempre van a existir clientes más perjudicados que otros que son obligados a comprar seguridad de suministro que no necesitan. Ese es el problema del teléfono negro.
Sugiero que dejemos lo más pronto posible el control de precios y los subsidios. Los clientes lo que necesitan es que le ofrezcan un servicio con la calidad individual que necesitan (teléfonos de muchos colores) y si no lo hacen que le compensen el mal servicio. La industria eléctrica tradicional se basa en satisfacer una demanda en el mercado minorista que es incapaz de saber como se mueven los precios en el mercado mayorista. Por eso, discrepo, cortésmente, en dejar para más tarde los esquemas innovadores. Es por eso también que creo de primera importancia tener una visión clara de hacia donde vamos. Las inversiones en medidores no se hacen para unos pocos años. Se hacen para muchos años. El costo adicional de un suministro con tecnología para Respuesta de la Demanda versus medidores tradicionales es muy poco. La diferencia no viene solamente en el medidor sino en muchos otros costos que tendrían que repetirse en pocos años si no miramos hacia el futuro.
Una visión de futuro debe pensarse para eliminar el control de precios y desarrollar un mercado vibrante que no sea interferido por los que manejan los monopolios naturales de redes eléctricas. La decisión de separar las actividades comerciales competitivas de las monopólicas para Edenorte y Edesur (y también Edeeste) antes de entrar en el proceso de renegociación de los contratos enviará una señal poderosa tanto a los inversionistas interesados en administrar monopolios de redes, como a inversionistas en administrar comercializadoras competitivas. Con una formulación amplia del proceso de renegociación se evitará tener que volver de nuevo a renegociar contratos en el próximo futuro. Debemos tambien aprovechar la oportunidad de deshacer la tentación para introducir subsidios, sacando el gobierno como intermediario entre los clientes y el mercado.
Esas comercializadoras (detallistas) eliminarían totalmente la participación del regulador en la fijación de tarifas y de la fijación arbitraria de costos de desabastecimiento. A corto plazo, esos detallistas invertirían en los sistemas de medición y respuesta de la demanda, en sus sistemas de facturación y principalmente en caerle atrás al fraude y a la falta de pago. El proceso arbitrario de negociación de tarifas con información asimétrica de parte del regulador desaparece totalmente. El negocio del distribuidor de ganarle casos al regulador se simplifica y se reduce en impacto de recursos al quedar restringido a inversiones en redes.
El riesgo de quiebra de las distribuidora desaparece al dejar las actividades de la comercialización que pasan a ser manejado por varios detallistas que pueden ofrecer a cada consumidor un precio en función del riesgo que estén dispuestos a soportar. Así, también los subsidios encubiertos en las tarifas por seguridad de suministro desaparecen finalmente. El regulador puede concentrar su trabajo en una regulación prudencial.
Los problemas del 2006 se simplificarían si enviamos señales como las anteriores y vendemos todos los negocios del gobierno para injectar cash fresco al sector. Esta es una primera versión de las ideas que pueden cambiar el trabajo de ustedes en la SIE.
Saludos y un abrazo,
José Antonio
On 11/9/05, Francisco Mendez wrote:
Hola Josè Antonio.
Gracias por recordarlo Josè. Afortunadamente no me he contradicho en nada. Los aspectos fundamentales son los mismos. Quizàs un excesivo optimismo en cuanto al perìodo de recuperaciòn de la industria. Aunque no fueron varios meses, para el 2002, las Edes iban camino al equilibrio. Luego vino el retroceso. La contrareforma elèctrica. Nadando en ella estamos, para tratar de convertir nuestra realidad elèctrica en una industria ausostenible en la que, posteriormente, pudiera pensarse en esquemas innovadores como los que tu sustentas.
Por ahora me conformo con hacer esfuerzos porque la industria produzca los RD$ necesarios para suplir el bien que manufactura. El año pasado proyectamos un dèficit de US$350 que cerrarà en unos US$500 por el incremento del precio de los combustibles y porque suministramos màs energìa que la utilizada en la proyecciòn de ese dèficit. Y, ademàs, porque no logramos incrementar el Indice de cobrabilidad de las Edes, del 36% que no los dejaron al 60% que habìamos previsto. Andamos por un 52%. En este nuevo año fiscal tendremos que elevarlo a los niveles de sostenibilidad.
Mientras tanto, el gobierno deberìa, en similitud con este año, inyectar un subsidio de unos US%500 MM durante el 2006. Por consiguiente, con una tarifa que ha pasado de positiva a negativa en cuanto al fondo de estabilziaciòn de la tarifa, que a paràmetros de indexaciòn (fx, carbòn, LNG, FO)corrientes generarìa unos US$160 MM adicionales, pero de subsidio tarifario, se puede entender el porque del ajuste de la tarifa que, desde enero, se habìa mantenido invariable.
saludos a todos.
Francisco
Un abrazo,
francisco
El Affaire Tarifario del Escenario Modelo Mental Capitalización
No hay comentarios:
Publicar un comentario