Original en Diario Libre 24 oct 2006, 10:55 PM, A.M. - Crisis de energía
Oía al cura durante la misa quejarse amargamente de la crisis de energía. No se refería a la crisis de la energía eléctrica, sino a la crisis de la energía ciudadana para enfrentar los problemas. Hablaba del apagón más importante que sufrimos: el apagón de voluntades.
Tenía razón. La crisis de la energía eléctrica no hubiera ocurrido si no existiera la crisis de la energía ciudadana. No nos hubiésemos acostumbrado al apagón eléctrico si no estuviéramos muy conformes con el apagón de voluntad que tenemos desde hace tiempo.
Las razones para estos apagones ciudadanos son variados. La primera razón es que no hemos salido de la dictadura. La dictadura es un proceso mental que afecta la conducta ciudadana, la actitud frente a las autoridades y las expectativas frente al gobierno.
Al mismo tiempo, el gobierno es tan poderoso que se espera todo de él. Nada se puede hacer sin él, aparte de que es más cómodo hundirse en el sillón y echarle la culpa a otro de lo que nos pasa.
En segundo lugar, y en parte como consecuencia de lo anterior, tenemos una cultura política no participativa.
En tercer lugar, existe un sistema de complicidades colectivas que nos conmina al silencio y en cuarto lugar, la creencia sobre la ineficacia de las peticiones.
Dos soluciones parecen obvias: Aumentar los niveles de educación ciudadana y realizar cambios en la estructura del Estado para hacerlo menos fuerte y más responsable.
Los tiempos están maduros para un cambio. Ojalá que sea profundo y compartido por todos. (Esto se publicó en noviembre de 1991...)
atejada@diariolibre.com
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