La LGE recién modificada no era aplicada correctamente con el Reglamento de Aplicación. Ciertos cambios en dicho Reglamento pueden aumentar grandemente el valor que ofrece la electricidad a los clientes y al mismo tiempo aumentar los ingresos del sector. Uno ya mencionado recientemente en la nota A los Presidentes Fernández, Pared Pérez y Valentín es el de operar el sector lo más cercano al mínimo costo, incluyendo los costos de racionamiento a la población, lo que el Organismo Coordinador no está en capacidad de tomar en cuenta todavía.
La idea sería pasar el control de la interrupción de los circuitos al Organismo Coordinador, de forma que se publique en la prensa los resultados del proceso de optimización conjunta en la programación semanal y así pueda ofrecer un servicio más seguro a la población, al tiempo de que la administración de la demanda aporte a la seguridad del sistema interconectado.
Se puede anticipar la respuesta de algunos funcionarios y agentes del mercado, de que lo anterior no es factible llevarlo 100% a la práctica. Y tienen razón, será casi siempre menor que el 100%.
No obstante, para hacerlo factible por encima de un 95%, por ejemplo, simplemente las violaciones al programa debería conllevar penalizaciones que ciertamente facilitarían su administración, cuando una central declare una disponibilidad que no está en capacidad de cumplir. Esas penalidades se podrían emplear para compensar a los clientes con sus pagos al día.
La iniciativa debe diseñarse, ponerse en práctica y que sea la realidad la que demuestre lo contrario. En 1976 hice algo parecido y el programa se cayó luego de varios día de éxito porque los circuitos intocables se veían afectados. Creo que hoy todos son de 24 horas.
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