¿Cuándo fue la última vez que se sintió representado por un político?
Como ciudadanos, ¿cuál es nuestra implicación en la política?
Esas tres preguntas aparecen en la introducción de un artículo de Enrique Dans, que el Senador chileno Fernando Flores transcribió en su Bitácora Digital con la nota Política 2.0, que repite el título del artículo, el cual invita a leer con detención. Enrique concluye su reflexión con lo siguiente:
La política de hoy es como una gran máquina empresarial, con todos los defectos del mundo de la empresa exagerados. Es como una empresa que nos quisiese vender un producto, pero que resultase enormemente ineficiente, que sólo escuchase a sus clientes una vez cada cuatro años, que mintiese de manera descarada y obvia en su publicidad. Y además, sin un lugar donde reclamar. Es la política del siglo pasado, la política 1.0, un absurdo conceptual inaceptable en el entorno tecnológico e interconectado que vivimos actualmente, y al que los políticos ni se acercan. Son políticos del siglo pasado, partidos del siglo pasado, sistemas del siglo pasado. Se acerca el momento de cambiar.Ahora bien, en un momento en que se inicia un proceso de reforma constitucional:
¿No le agradaría realizar una revisión profunda del sistema político?
¿Se está realmente acercando el momento de cambiar el sistema?
¿Debemos pasar de los procesos de debate a los procesos emergentes de diálogo generativo?
¿Debe mantenerse el orden legal establecido para evitar la complejidad inherente al actual sistema político o es precisamente el momento de sacar a flote las suposiciones defectuosas en que descanza el sistema político que Enrique Dans explica y que a todas luces es un viejo orden que debe ser desarticulado?
Lean también con detención la nota Por un Diálogo Generativo en la Reforma Constitucional y verán que es una alternativa complemetaria a la Asamblea Constituyente y a la Consulta Popular. Es todavía muy prematuro decidir si es necesario cambiar de la Asamblea Revisora o no.
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