Los políticos no quieren que el pueblo dominicano se haga adulto. Siempre están tratando de "protegerlo" de todos los males que le afligen y no lo dejan aprender de sus errores y ganarse la adultez como lo hemos hecho todos, levantándonos de nuestras caídas.
Hipólito, por ejemplo, justificó una vez la entrega tardía de la regalía pascual, en que había que evitar que lo gastaran todo antes de la Navidad. Franklyn Almeyda, justifica la veda de los fuegos artificiales para evitar accidentes lamentables por el mal manejo de los mismos.
Hay que establecer las medidas más absurdas porque la gente no sabe cuidarse a sí misma y los políticos tienen la "sagrada misión" de proteger a sus súbditos.
Debe ser por eso entonces que no nos dan educación de calidad ni buen servicio de salud, para que crezcamos mendigando desnutridos por la ayuda oficial.
Por ese camino nos hemos convertido en un país de pordioseros (limosnero es el que da limosnas), que tiene que esperarlo todo de la mano de los políticos que, de paso, se hacen multimillonarios. (Pero ese es un detalle insignificante, que no vale la pena mencionar)
Nos han castrado tanto que tenemos personas refugiadas en barrancones desde hace casi 30 años que todavía "esperan" por la ayuda del Gobierno. ¿Cómo es posible que alguien pueda pasarse 30 años esperando por una ayuda que no llega y seguir viviendo en las peores condiciones de existencia?
Eso sólo es posible porque nos han castrado. Nos dicen hasta qué hora podemos beber, las cosas que podemos hacer y las que no. Somos un pueblo enano, porque ya tenemos mayoría de edad, pero no nos dejan crecer, porque ese es el gran negocio.
atejada@diariolibre.com
Original publicado por Diario Libre el 23 de Diciembre del 2007, 9:34 PM
No hay comentarios:
Publicar un comentario