Por José Antonio Vanderhorst-Silverio, Ph.D.
Systemic Consultant
Los elementos esenciales de un cambio de paradigma educativo nacen del impacto de la 5ta revolución tecnológica que está transformando a todos los sectores. El sector educativo es uno de los que más serán impactos por los cambios tecnológicos, afectando grandemente la productividad de los distintos egresados y de los sectores productivos.
Siguiendo un ejemplo de la venta de sillas de madera, David McWilliam, MD at Cognos SA, escribe que de acuerdo a la consultora McKinsey existen tres formas primarias de trabajo y actividades de negocios:
- Trabajo transformacional: extracción de materias primas y/o conversión a productos terminados (tomar madera y hacer una silla.)
- Trabajo transaccional: interacciones que se desdoblan de forma basadas en reglas y que pueden ser escritas o automatizadas. (Tomar madera pre-cortada y construir sillas en una línea de ensamblaje.)
- Trabajo tácito: interacciones más complicadas requiriendo un nivel superior de juicio y envolviendo ambigüedad y extrayendo conocimiento tácito o experimental. (Administrando las ventas de sillas para una región específica.)
Con un amplio progreso en las zonas francas y el turismo, los dominicanos hemos demostrados que podemos realizar el trabajo transaccional con alta productividad. El sistema educativo dominicano parece estar bien orientado a esa clase de trabajo.
Según McWilliam, de acuerdo a McKinsey el trabajo tácito ha aumentado en los últimos 9 años a más del 70% de los nuevos trabajos en los Estados Unidos, llegando al 40% del empleo total. No obstante, informa que hay un gran desfase porque se han invertido seis veces más en tecnología para trabajo transaccional que en trabajo tácito. Como el trabajo transaccional es fácil de duplicar, la ventaja competitiva depende cada vez más de la productividad del trabajo tácito.
Todo luce indicar que las quejas de los sectores productivos dominicanos pueden radicar en el desconocimiento de ese tipo de trabajo y de ese desfase. Si es así, ese es el regalo de Navidad que les ofrezco a aquellos que no lo habían entendido todavía. Lo que requieren es personal que sea capaz de realizar trabajo tácito, pero el sector educativo no esta preparado para suplirlo en las cantidades necesarias. Estamos en frente de un nuevo renacimiento, pero no solo para las elites.
Se necesita entonces transformar el sistema educativo dominicano vía un cambio de paradigma que permita suplir la demanda de empleados capaces de realizar trabajo tácito. Los educadores y los estudiantes deben entender que el trabajo transaccional es un trabajo que puede ser y es reemplazado por las máquinas y los sistemas de información.
En el nuevo renacimiento, la educación liberal necesita ser enfatizada más que nunca en el sistema educativo para poder realizar “interacciones más complicadas requiriendo un nivel superior de juicio y envolviendo ambigüedad y extrayendo conocimiento tácito o experimental.”
La escuela-fábrica de producción de trabajadores para el mercado masivo debe ser cuestionada y en su lugar dar paso a, por ejemplo, un nuevo modelo para el mercado de educación casi a la medida. La interacción de los sectores productivos con el sector educativo puede ayudar a facilitar el ambiente necesario aprovechando los sistemas de redes de información. Las aulas pueden entonces que se muevan de sitio para los niveles superiores.
En tal sentido, y con base a la nota Política de Educación para un Desarrollo Humano Inclusivo y Renovado, se podría pensar en grandes profesores que ni siquiera estén ubicados en el país y cooperando con excelentes asistentes ubicados en los sectores productivos o en escuelas especializadas y no en la escuela-fábrica. Es así como podría ser el nuevo paradigma educación superior.
Espero que estas ideas puedan ayudar a reorientar el debate en cuanto a la necesidad de desarrollar líderes a todos los niveles, pues son los líderes los que están preparados para realizar el trabajo tácito.
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