En su columna Los Buenos Días del Director, en el periódico El Día, el Dr. Rafael Molina Morillo trae hoy ¿Fallido, paisaje o garabato? que podemos abajo. Su conclusión es que "... depende únicamente de nosotros los dominicanos, que debemos ser más exigentes con las autoridades que elegimos y con nosotros mismos, para que las cosas sean como Dios manda. Solo así dejaremos de ser fallidos, paisajes o garabatos."
Primero se dijo que este era un Estado fallido, pero esa teoría parece haber sido descartada, principalmente cuando se compara la República Dominicana con el vecino Haití. Pero eso es como “coger piedras para los más chiquitos” y así no tiene gracia la cosa.
Lo cierto es que, si no somos ya un Estado fallido, andamos cerca de serlo, a juzgar por la falta de institucionalidad que se nota en varias áreas de la administración pública y de los derechos humanos. Muchas cosas andan torcidas o simplemente no funcionan. Eso no necesita demostración…¿o sí?
Hay una forma más poética de decirlo, y de tanto repetirla, está gastada la frase: “Esto no es un país, sino un paisaje”. Equivale, en el fondo, a lo mismo.
Sin embargo, en conversaciones informales con colegas periodistas he escuchado varias veces, como quien no quiere la cosa, un nuevo término para referirse al estado de desorden, impunidad, corrupción, mentiras y politiquería que impera en esta, nuestra tierra.
Esa forma de describir a nuestra nación es que somos “un garabato”, o sea un trazo indefinido y desordenado que se estampa sin pretensión alguna en un pedazo cualquiera de papel.
No es que sea pesimista ni que menosprecie lo dominicano. Al contrario, lo que me gustaría es que las cosas fuesen de otra manera. Y eso depende únicamente de nosotros los dominicanos, que debemos ser más exigentes con las autoridades que elegimos y con nosotros mismos, para que las cosas sean como Dios manda. Solo así dejaremos de ser fallidos, paisajes o garabatos.
(r.molina@codetel.net.do)
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