© 2008. José Antonio Vanderhorst Silverio, Ph.D.
El titular del periódico EL DIA sobre la encuesta Hamilton/EL DIA llama poderosamente la atención: “Corrupción sólo preocupa a un 5% de la población: Apenas 2 de cada cien piensan que educación es un problema prioritario.”
Es importante buscar las creencias en que descansan esas estadísticas y mucho más el diseño de la encuesta. Mirando la noticia bajo la firma de José P. Monegro, salen a relucir tres suposiciones importantes que enmarcan la pregunta: la pregunta misma, las posibles respuestas y el hecho que la población debía identificar una o dos de sus muchas preocupaciones.
La pregunta fue ¿Cuál de estos asuntos, cree usted, que es el más importante a ser tratado por el próximo gobierno? Todos sabemos que el próximo gobierno deberá tratar mucho más de un asunto.
Como tanto las respuestas “otro (especifique) y “no sabe” no aportaron nada en la encuesta, puede decirse que el diseño aporta que son solamente 11 las grandes preocupaciones de la población dominicana. La respuesta entonces es que el gobierno debería concentrarse en resolver no uno, o dos (como aparece en la encuesta como opciones combinadas), sino todos esos 11 problemas, algunos a corto plazo y otros a largo plazo, iniciando los esfuerzos simultáneamente. Es evidente que energía, agua y educación son tres grandes problemas a largo plazo que facilitarán minimizar eventualmente los de corto plazo.
Es evidente que el diseño de la encuesta influenció a que la población le diera mayor énfasis a los problemas de corto plazo “vinculados a la economía personal,” como dice Monegro. Dado que la creación de fuentes de trabajo y la reducción de los precios de los productos de primera necesidad tienen un impacto crucial e inmediato en el poder adquisitivo de las familias, no es de extrañarse que hayan sido seleccionadas como la primera y la segunda preocupación.
Dado que el gobierno ha invertido de manera excesiva en subsidios que no son sostenibles en energía, no es de extrañar que se haya invertido el problema de la electricidad (reducción de los apagones en 6% ) y la mejora de la salud (mejorar hospitales y servicios de salud 10%) que también afectan el poder adquisitivo inmediato.
Dado también que con poder adquisitivo se puede acceder a la educación privada y que los resultados de la educación toman mucho tiempo en madurar, la educación está lejos de ser un problema de subsistencia cuando es comparado con las otras 10 preocupaciones.
Cabe preguntarse por ejemplo: 1) Está el 97% de la población está recibiendo agua potable en cantidad, entrega y calidad en estos momentos? 2) Está el 96% de la población conforme en no controlar la inmigración haitiana?
Lo que no es evidente es que la solución de los problemas de largo plazo, de energía y educación, resuelven los problemas del poder adquisitivo de la población. Posponer la solución de esos dos problemas cruciales seguirá sumiéndonos en la pobreza. Con educación y poder adquisitivo es mucho más fácil resolver el problema de la corrupción.
1 comentario:
Hola Dr. vanderhorth
Yo seria mas especifico y diría sin energía y educación técnica no habrá desarrollo. Los empresarios y las autoridades de educación, de republica dominicana, piensan que la educación técnica es para los “tigueres” de los barrios y pierden de vista que un buen técnico tiene que formarse con valores como la honestidad, responsabilidad, puntualidad etc. Me dio lastima ver en un centro de formación del gobierno “un politécnico” las computadoras con un candado para evitar que los estudiantes puedan dejar las computadoras sin los disco duro y las memorias. Un buen centro de formación técnica necesita laboratorios con materiales y equipos costosos como:
Oro, platino, diamante, cobalto, cuarzo, plata, rubí, cobre, bronce etc. y equipos como osciloscopio, fuentes medidores, simuladores, osciladores de precisión. y yo me pregunto ¿si estas cosas pueden ser manejadas por profesores mal pagados y por tigueres de los barrios?
Sin técnicos capacitado, honesto, responsable y bien remunerado no habrá energía con calidad y precio gusto ni empresario competitivo. Si el candado no lo ponemos en la mente nos jodimos todos.
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