miércoles, diciembre 12, 2012

Primero cambiemos modelo eléctrico


La sociedad dominicana ha experimentado por cerca de 40 años una excesivamente prolongada crisis en el sector eléctrico. El efecto negativo sobre las actividades políticas, sociales, económicas y culturales ha sido devastador.

Preocupados por aportar conocimientos para resolver de forma definitiva dicha crisis, hemos elaborado el presente documento que busca ofrecer orientación fundamentada sobre este tema.

La ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo 1-12 consigna la necesidad de que, en un plazo no mayor de un año, las fuerzas políticas, económicas y sociales arriben a un pacto para solucionar la crisis estructural del sector eléctrico, asegurando la necesaria previsibilidad en el marco regulatorio e institucional que posibilite la inversión necesaria en la energía que demanda el desarrollo nacional.

Con dicha ley se decidió que el Consejo Económico y Social deberá convertirse en el espacio para la discusión y concreción de pactos entre las distintas fuerzas económicas y sociales que permitan la adopción de políticas que por su naturaleza requieren un compromiso de Estado y el concurso solidario de toda la Nación.

Entendemos que para que se pueda solucionar dicha crisis estructural es necesario ampliar lo más posible el espacio de discusión para poder asegurar la necesaria previsibilidad; por ejemplo, para considerar las propuestas de emprendedores sociales que sugieren un cambio de orientación, del gobierno del Estado, al gobierno del mercado, en actividades que sean de carácter competitivo. En efecto, el Consejo Económico y Social no se debería limitar exclusivamente a los compromisos del Estado orientados al regulador, como lo establece, por ejemplo, la Ley General de Electricidad 125-01 que en su primer objetivo básico se limita al desarrollo de los recursos de la oferta.

Dado que desde hace tiempo los clientes pueden decidir autoabastecerse o comprar del sistema interconectado, a cualquier hora, se necesita poder invertir, tanto para aumentar la oferta, como para, al autoabastecerse, reducir la demanda de dicho sistema interconectado. Cabe indicar que esa es una tendencia internacional que es el resultado de la innovación en nuevos productos, servicios, sistemas y modelos de negocio. Para ampliar dicho espacio, deberían poder instituirse otros marcos regulatorios e institucionales alternativos y su correspondiente Ley General de Electricidad que requieran compromisos del sector privado orientados al cliente.

En ese sentido, el Consejo Económico y Social necesita concentrar su atención exclusiva en la definición del nuevo modelo correspondiente al marco regulatorio e institucional. Todo lo demás podrá venir una vez que dicho modelo quede definido; de lo contrario, lo que se haga mientras tanto sería perder tiempo y dinero.

Con toda certeza, los expertos que han ido y venido han considerado el sector como un sistema simple de generación, transmisión y distribución, empleando un pensamiento mecánico al suponer erróneamente que la causa y el efecto estén cercanos en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, el sector eléctrico en su conjunto es un sistema humano y técnico, altamente complejo que requiere un pensamiento sistémico, ya que la causa y el efecto no están cercanos en el tiempo y el espacio.

De acuerdo con la última ley de "La Quinta Disciplina", (Granica, 1998) Peter Senge afirma que “no hay culpa” que "solemos culpar a las circunstancias externas por nuestros problemas. ‘Alguien’ - los competidores, la prensa, el ánimo inconstante del mercado, el gobierno – nos perjudicó. El pensamiento sistémico muestra que no hay nada externo: nosotros y la causa de nuestros problemas formamos parte de un solo sistema. La cura radica en la relación con nuestro 'enemigo.'"

En ese sentido los generadores y la banca multilateral son “enemigos” de los clientes regulados y los emprendedores sociales que, por ejemplo, empleando conocimientos sistémicos proponen un nuevo modelo correspondiente al marco regulatorio e institucional del sector eléctrico. Por ejemplo, el respeto a los contratos de los generadores y por ende a la inversión extranjera por parte de la banca multilateral está sustentado en el cumplimiento del marco regulatorio e institucional vigente.

Sin embargo, ese marco es el resultado de la corrupción legal internacional que resulta de un enfoque no sistémico, diseñado para proteger el status quo de la industria eléctrica global. Es así como el marco regulatorio e institucional vigente es contradictorio, ya que le impide a la Comisión Nacional de Energía velar por que se pueda cumplir el propósito del máximo bienestar social del sector en su conjunto previsto en el Artículo 14 de la Ley General de Electricidad.

Con base a esos antecedentes, sugerimos que el pacto se organice basado en las siguientes conclusiones:

La excesivamente prolongada crisis del sector eléctrico dominicano es una crisis sistémica.

Las instituciones de la banca multilateral son partes importantes del sistema.

Las partes tradicionales y no tradicionales, con conocimientos sistémicos, que representen lo mejor posible la totalidad del sistema, deben reunirse lo más pronto posible para definir el nuevo modelo del sector eléctrico.

1 comentario:

José Antonio Vanderhorst-Silverio dijo...


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