En seguimiento al tercer comentario de la nota Subsidio US$ 1,600 millones: ¿Cuál quiebra? ¿Cuál hoyo?, que coloqué en el grupo de Facebook MENTIRAS Y VERDADES - VERDADES A MEDIAS debajo de la discusión iniciada por Juan Felipe Evertsz Espaillat con el asunto "El Estado pierde Mil 600 millones de dólares cada año por los contratos eléctricos que conforman el Acuerdo de Madrid...GRACIAS A HIPOLITO..JEJE," el mismo Juan Felipe Evertsz Espaillat escribió "EXCELENTE APORTE!"
Igualmente, Jose Isidro Frias dijo "Me gustaria leerle pues seria una nueva forma de producir una idea ilegal legalizada. O sea: no existe mecanismo juridico para 'zafarse' de un contrato que perjudica a su cliente si cambia su objetivo?"
Lo que sigue es el cuarto comentario anticipado en la referida nota:
Gracias Fifo. Ahora debe resultar evidente que la situación no es solo del Acuerdo de Madrid. Al igual que con la Barrick Gold, es un problema del estado dominicano y por ser un problema sistémico (que envuelve sistemas altamente complejos) como verán de la comunidad internacional.
Agregando algo a la historia anterior, el 30 de marzo del 1999, el Listín Diario me publicó a página llena el artículo Grito Patriótico por la Interdependencia Eléctrica, del cual extraigo lo siguiente donde advertía que: “El tiempo puede haber convertido la capitalización en un fracaso. Por un celo que ahora resulta ser no sólo infundado, sino desfasado, el gobierno de la República Dominicana, representado por los poderes ejecutivo y legislativo, produjo una Ley de Reforma de la Empresa Pública que puede condenar a los dominicanos a seguir en una estrategia que no se ajusta a nuestras necesidades porque:
-- mantiene la injerencia política en las empresas eléctricas, algo que no estaba en el modelo original boliviano donde el otro 50 por ciento pasaba a fondos de pensión privados;
-- impide la participación de empresas dominicanas, por la forma en que se está reestructurando la CDE, ya que sólo empresas extranjeras pueden precalificar en los concursos;
-- promueve innecesariamente intereses creados en la actividad de comercialización de electricidad, permitiendo que el monopolio de esa actividad se pueda prolongar más allá de lo prudente porque las concesiones de distribución pueden llegar hasta 40 años;
- separa innecesariamente las actividades correspondientes al monopolio natural de transporte (transmisión y distribución) de electricidad, que en el futuro deberán consolidarse, ya que se podrá generar electricidad a precios competitivos en cualquier parte de la red;
-- concentra la atención en grandes centrales de generación, por lo que no está claro como van a participar las fuentes no convencionales de energía; y
-- exige una mayor dotación en la Superintendencia de Electricidad, a consecuencia de tener que servir a todos los consumidores los que estos mismos tendrían que sufragar."
Claro que existen mecanismos jurídicos, pero primero tenemos que tener bien claro como anticipé al principio de que por su complejidad no se trata de un asunto solamente dominicano. Es también un asunto de inversión extranjera que forma parte integral del sistema que involucra otros actores que necesitan por lo menos ser neutralizados o mejor aún que respalden nuestra iniciativa de desarrollo.
Principalmente como consecuencia de la opinión pública, en el caso de la Barrick la embajada canadiense jugó un papel amistoso y más tarde la embajada americana cambió de parecer. En el caso del sector eléctrico, es necesario por lo menos neutralizar al BID y al Banco Mundial. Al hacerlo se neutraliza también el FMI que los usa como expertos en electricidad.
Para los que quieren leer, sugiero que lean de la ya cerrada (por haber cumplido su cometido) columna semanal ‘Liderazgo Sistémico', al menos dos de su medio centenar de artículos que pueden ayudar a impulsar una negociación amistosa. Ellos son: primero, Salida del laberinto eléctrico que involucra al Banco Mundial posiblemente como el principal protector de la capitalización ante la comunidad internacional. Citando al economista José Luís De Ramón un extracto de ese artículo afirma que “De Ramón dice que ‘Un mercado regulado, al estilo que será presentado, es un modelo que goza con mucho apoyo de la comunidad que ha analizado este problema. Un documento que prácticamente se ha convertido en un consenso es el informe del Banco Mundial: Besant-Jones: Lessons from Power Sector Reform, World Bank 2006.’”
En respuesta, dicho artículo continua diciendo “Entiendo que esa comunidad del Banco Mundial no incluye al menos las importantes reservaciones que un equipo de MIT y Harvard, dirigido por Fred C. Schweppe hizo en 1988, en el libro ‘Spot Pricing of Electricty.’ Entiendo también que esa comunidad desoyó las críticas que hicieron Peter Van Doren y Jerry Taylor del Cato Institute en el 2004, con su análisis Rethinking Electricity Restructuring.”
Y el segundo es Modelo eléctrico para ganar, cuya introducción dice "Basado en el artículo Electricidad sin compañías políticas, no hay mejor ocasión que la próxima reunión con el FMI para sentar a las empresas políticas del sector privado, las empresas políticas del sector público, interlocutores válidos que representen empresas de libre mercado, los representantes del FMI, del BID y del Banco Mundial, para negociar un nuevo modelo institucional sostenible del sector que atraiga capital productivo de largo plazo."
Humildemente creo que con este comentario y los anteriores tenemos suficiente elementos para propiciar una renegociación amistosa con los generadores y la comunidad internacional.
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