La transformación del
sector eléctrico al capitalismo sobresaliente podría empezar ahorrando mucho más
de US$400 millones anuales al país para seguir ahorrando muchísimo más en el
futuro
José Antonio Vanderhorst
Silverio, Ph.D.
Ingeniero Consultor en Arquitecturía
de Sistemas
Servidor-Líder ciudadano
dominicano y global
Santo Domingo, D.N., 5 de
marzo, 2015
“Nunca podrás cambiar las cosas luchando contra la realidad existente.
Para cambiar algo, construye un nuevo modelo que haga que el modelo actual sea
obsoleto.” – Buckminster Fuller
Esta es la síntesis de La
Propuesta de la Electricidad con Valor Agregado que hace que el costosísimo modelo
actual sea obsoleto a nivel local y también global. Consistente con la Navaja
de Occam, que se interpreta, por ejemplo, con que “lo que puede hacerse con
menos supuestos se hace en vano con más,” La Propuesta para la redefinición del
Pacto Eléctrico divide el nivel superior de la arquitectura del conjunto de la industria
eléctrica global en dos grandes partes:
1) las redes eléctricas de
transmisión y distribución se reintegran y se mantienen reguladas; y
2) se crea un mercado
sobresaliente de comercialización en que los mercados mayorista y minorista se
refuerzan entre sí en un círculo virtuoso abierto a la competencia con la
mínima intervención del Estado.
Coordinando esas dos grandes
partes para que se refuercen mutuamente también en un círculo virtuoso, las
redes se expandirán al mínimo costo a largo plazo, mientras que el mercado amparado
con la garantía de la información cada vez más barata se expandirá para agregar
el máximo valor a largo plazo con el propósito de aproximarnos entre el
conjunto de ambas lo más posible al máximo bienestar social. Espero que la Academia y los académicos
acordemos unirnos para evitar el debate y así pasar a un diálogo generativo
para ofrecer La Propuesta a la sociedad local e internacional.
Esto se hace porque el
modelo que hizo exitosa la industria eléctrica verticalmente integrada de
amplia implantación global, por ejemplo, el modelo que amparó la CDE se alejó crecientemente
del máximo bienestar social desde 1972 cuando se perdió la garantía de la
energía barata. Era esa garantía junto al creciente aumento de la economía de
escala de generación la que permitía definir tarifas estables a largo plazo cada
vez más bajas con la expansión al mínimo costo de todo el conjunto que incluía
los costos totales de inversión, operación, mantenimiento y desabastecimiento
(apagones). Desde entonces hasta la fecha ningún modelo en el mundo se aproxima
lo suficiente al máximo bienestar social porque siguen suponiendo (estén
conscientes o no) que la generación debe seguir en el centro de la industria sin
disponer de la garantía de la energía barata, cuando la garantía de la
información barata pone al cliente en el centro de la misma.
Es bien conocido que en el
capitalismo actual hay generalmente dos posiciones, que se corresponden con la
derecha y la izquierda, que han aceptado la existencia de que las fallas del
mercado eran admisibles en la civilización industrial porque los costos de
información eran muy elevados. Esta podría ser una humilde contribución:
el capitalismo sobresaliente disuelve esas posiciones y conduce a
desarrollar un proceso hacia mercados cada vez más perfectos amparados en la
garantía de la información barata donde los políticos públicos y privados dejan
de tener excusas para intervenirlos (y corromperlos) manteniendo la desigualdad
vertiginosa de la que hablaremos abajo que nos lleva hacia atrás al escenario
de la Segunda Edad Media que identifiqué en la Conferencia Magistral del 2012.
Es así como se puede pasar de los Estados grandes que han venido creciendo
rápidamente con el paso del tiempo a Estados que dirigen y gestionan con
sabiduría lo imprescindible: estos son los Estados minimalistas que nos llevan
hacia delante a la próxima Edad Dorada.
El capitalismo
sobresaliente se basa en la innovación institucional que integra dicho Estado
minimalista y mercados justos que no fallan para que todos tengan la
oportunidad de ganar, gracias al desarrollo del apalancamiento sistémico, que
podría empezar con el punto de apoyo de nuestro sector eléctrico. Es así como
se evita el debate inherente en las estrategias de terreno en que los intereses
creados siempre dominan.
Lo que sigue es el resumen
de la reinterpretación al sentido común del Jobsismo (en reconocimiento a la
transformación institucional que ofreció Steve Jobs que aprovecha la garantía
de la información barata) del discurso del presidente Danilo Medina del 27 de
febrero en lo referente al Pacto Eléctrico que aparece en una nota del Blog
Grupo Millennium Hispaniola desde ese mismo día. Con el empleo del sentido
común del Fordismo (en reconocimiento a la transformación institucional que
ofreció Henry Ford) que define el capitalismo actual, que según Steven Covey es
superficial y manipulador, el gobierno de la República Dominicana está
siguiendo una estrategia que sin lugar a dudas va a mantener protegidos los
intereses creados, porque dichos intereses están definidos institucionalmente,
por ejemplo, en la Estrategia Nacional de Desarrollo y en la Ley General de
Electricidad.
Ahora que el capitalismo
sobresaliente hace que el capitalismo actual se vuelva obsoleto tenemos la oportunidad
de emplear el sentido común del Jobsismo, afín con la ética del carácter, para
reinterpretar el discurso del presidente Medina y sentar las bases para poder
cambiar a una estrategia de trayectoria que ampara la innovación institucional con
La Propuesta que está por encima de dichos intereses creados y que lleva a la
Innovación a nivel global. Sería como lo que el presidente Medina sugirió
durante la campaña electoral del 2012 para hacer lo que nunca se ha hecho. Solo
después que se definan dicha estrategia y la nueva Ley General de Electricidad
se podrá definir el proceso de transición.
Con el capitalismo
sobresaliente podremos empezar ahorrando en el corto plazo 400 millones de
dólares anuales que envuelven una cifra muy conservadora que solo considera el
20 por ciento de ahorro de una parte de las pérdidas de la sociedad dominicana
en el sector eléctrico por un mercado eléctrico muy injusto para los
consumidores regulados, por contratos leoninos a los generadores, por
corrupción sistémica, por hurto de muchos clientes, por un gran derroche de
energía, por inversiones y gastos innecesarios, así como por otras causas, que
estimo suman, solamente tomando en cuenta los costos del subsidio al referido
sector y de los apagones a la población dominicana por encima de 2,000 millones
de dólares anuales. Cabe aclarar que la corrupción sistémica es aquella en que
el capitalismo actual envuelve a personas de múltiples instituciones locales y
extranjeras que por sí mismas no es posible acusarlas de corrupción, pero que
participan de un sistema de influencias que en nuestro caso está mucho más
corrompido y que ha generado excesivos intereses creados.
Mucho más importante para
los efectos de la socialización de La Propuesta es que lo anterior no incluye tampoco
la oportunidad del desarrollo de innovadores que tengan la posibilidad de crear
nuevas empresas y empleos dignos que impulsarán la reducción de la vertiginosa desigualdad
que Thomás Piketty documentó en su libro El Capital en el Siglo XXI que primero
surgirá en el sector eléctrico y mucho más importante posteriormente, por el
ejemplo que dará a otros sectores locales e internacionales sobre los grandes
beneficios de la transformación al capitalismo sobresaliente. Esta propuesta es
diferente a la de Piketty que ofrece una respuesta Marxista al capitalismo
tradicional para imponer un impuesto global a la riqueza que concentra la
atención en redistribuir la riqueza en vez de impulsar todo el potencial innovador
de creación de riqueza que ofrece el capitalismo sobresaliente.
Cabe notar que mientras la
civilización industrial provee de forma natural cada vez menos oportunidades de
empleos, como sucedió con la civilización agrícola, la civilización sistémica
es donde están las mayores oportunidades, especialmente para que la juventud
pueda participar como socios emprendedores en las redes de las cadenas de valor
global organizadas para resolver los múltiples problemas sistémicos, especialmente
en la Base de la Pirámide de la economía global, que es donde existe la mayor
oportunidad de crecimiento mundial. Como se sugiere abajo cadenas de valor como
esas ya superan las ganancias de las grandes empresas, que seguirán despidiendo
personal ya que reemplazan empleos con tecnología en el proceso del Gran Cambio
de civilización que nos toca vivir en este momento histórico del inicio de la
cuarta revolución de la información, que tiene como precedente la tercera
revolución de la información que se inició con la imprenta hace como 500 años.
Es con la estrategia de
trayectoria, que la ACDR puede recomendar para su adopción para la
transformación del sector eléctrico, la que permite a las organizaciones
alinear los esfuerzos con base al diálogo generativo para primero cambiar la
arquitectura superior para escalar y aumentar la velocidad de aprendizaje y así
poder generar también innovaciones más valiosas en niveles inferiores de la
arquitectura, que incluyen sistemas de gestión, modelos de negocio y productos (y servicios).
Es así como las redes de valor están en capacidad de superar a muchas grandes
empresas de la civilización industrial en la civilización sistémica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario