Desde hace mucho tiempo se conoce que el negocio principal de las distribuidoras es ganar casos de tarifas a los reguladores. Esa fama no nació en República Dominicana. Esa fama se la ganaron en Estados Unidos durante la primera crisis del petróleo. Esa fama ayudó a impulsar los procesos de des-regulación que lamentablemente se transformaron en re-regulación. El primero era para liberar el mercado y en el proceso en el segundo se ha liberado principalmente el mercado mayorista.
En República Dominicana la fama se extendió al segregar los clientes en rentables y no rentables. Creo que así sucede en otros países latinoamericanos. Esa fama se logró cuando el regulador compró esa idea. Como resultado el gobierno se ha hecho cargo de los programas del PRA. Parece que realmente es cierto que entre las distribuidoras y el regulador "Bombillo a bombillo la vaciamos el bolsillo."
Hay una salida a ese problema y es sustituir a esos dos intermediarios que monopolizan el proceso de comercialización de electricidad por un intermediario, el detallista, que compite con otros detallistas por ofrecer el mejor paquete a cada cliente. En una primera etapa esos detallistas le caerían atras a los que se roban la electricidad ahora que el poder judicial finalmente ha decidido colaborar en esa lucha. Como se puede ver los detallistas pueden tener una camapaña mejor "Bombillo a bombillo le llenamos el bolsillo."
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