viernes, abril 24, 2009

Respuesta a El Día: Si Podemos, Enfrentando el Status Quo

Esta es la tercera entrega del GMH, dedicada a los actores que la semana que viene estarán reunidos en Washington, para, por enésima vez, tratar de resolver de forma definitiva la crisis sistémica del sector eléctrico. Las entregas anteriores pueden conocerse en las notas Sent eMail: Power Sector Washington Meeting y eMail Enviado - Electricidad: Respuesta al Banco Mundial.

Como es acostumbrado, esa reunión viene acompañada de todo un despliegue paralelo de prensa al que no se ha admitido todavía estas entregas. Espero que la tercera sea la vencida. Hoy me concentro en la nota que responde al Editorial El Día Digital: ¿Por qué no podemos?

La banca multilateral ha calificado nuestra crisis de perenne, sin darse cuenta que al defender el status quo ella misma es una parte indiscutible e integral del problema. Todo luce indicar que se tratará nuevamente de preservar el status quo de la Ley General de Electricidad 125-01, empleando los mismos expertos y haciendo lo mismo. Es necesario seguir la sugerencia de Albert Einstein, escrita durante la crisis sistémica que se conoce como la gran depresión, que se inicia con “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.”

Como se verá a continuación, la solución a la compleja crisis sistémica es discontinua con el orden establecido, habiendo nuestro país invertido grandemente en el orden emergente. Esas inversiones y el trabajo de investigación que disponemos nos ofrecen una ventaja a nivel global que debemos capitalizar. Esperamos que en las reuniones de Washington así lo comprendan.

Los llamados planes integrales de la CDEEE y del CONEP no se pueden cumplir, porque simplemente no son integrales. Son planes que intentan las mejoras de las partes, que se vuelven egoístas e interfieren unas con otras destruyendo el conjunto. Esa es la razón por la que no podemos; no son planes a favor del conjunto que permitan perseguir el máximo bienestar social.

Por ejemplo, el CRI (Cash Recovery Index) hace que las distribuidoras para preservar el servicio socializado se vuelvan egoístas tratando de resolver su problema y a hacerlo castigan sin piedad a los clientes que pagan y enfrentan costosos apagones por estar mal ubicados. Al mismo tiempo, perdonan a los que hurtan por estar bien ubicados.

La solución integral es iniciar lo más pronto posible la transición para pasar del obsoleto servicio socializado al emergente servicio individualizado, resolviendo simultáneamente otros problemas no menos importantes que agregan valor como facilitar, por ejemplo, introducir un mecanismo de financiamiento eficaz para la inversión en eficiencia energética a los clientes finales. Así no se perdería la oportunidad de profundizar la reforma con una solución incremental simplemente para enfrentar el importante problema del hurto.

Dado que la campaña de prensa está definitivamente a favor de preservar el status quo, se puede afirmar que sigue los planes del CONEP. Asimismo, es evidente que dicha campaña va en contra del plan de la CDEEE, ya que se concentra en demostrar como es que la CDEEE se volvió egoísta. Los principales ejemplos son el de la excesiva y creciente nómina, que es matizada con el reciente escándalo del PRA.

Desde los años 70, en que Balaguer le permitió a las industrias invertir en el autoabastecimiento, los elementos de la nueva industria eléctrica con servicio individualizado habían empezado a emerger. En consecuencia, la industria empezó a desintegrarse y desde los años 80 el autoabastecimiento parcial ha crecido de forma exponencial con la llegada de toda una gama de tecnologías disruptivas de autoabastecimiento, generando lo que denomino el mercado Sálvese Quien Pueda (SQP) de soluciones individuales. Este mercado vibrante es un mercado abierto que asigna muy buen los recursos, pero que es muy egoísta al permanece aislado del conjunto.

A principio de los 90 se inició una reforma que se trasplantó desde Chile, sin tomar en cuenta el avanzado proceso de desintegración del mercado SQP que afecta principalmente el desarrollo de lado de la demanda. El principal efecto económico de la desintegración es la división del poder adquisitivo de los consumidores y la costosa falta de coordinación de esas inversiones en poder de los consumidores con las del sector formal, el cual se reintegra con el servicio individualizado. Es así como en 1999, por disposición administrativa, como parte del proceso de Capitalización de varias empresas públicas, se introduce una reforma del sector eléctrico que se modifica para dar lugar a la Ley 125-01 con el cambio de administración.

Esa reforma mantiene regulado el lado de la demanda e introduce la competencia a largo plazo en el lado de la oferta. Sin embargo, en respuesta al primer choque externo se elevaron excesivamente los precios del mercado spot y se inició un proceso de contrarreforma, asociado a la CDEEE. Ese proceso alteró mucho más el desequilibrio mercado regulación del extremo hacia el mercado que resulta con la capitalización, al extremos de la regulación que resulta de la contrareforma. Podemos si implantamos una reforma que equilibre el mercado y la regulación.

La causa principal del choque, que no se enfrentó con la contrarreforma, es que la reforma elegida es inestable, porque la demanda carece de elasticidad. La salida que se negoció a la crisis fue el llamado Acuerdo de Madrid que extendió los contratos por muchos años e impidió la prometida competencia de parte de las autoridades.

Acogiéndose al bonito nombre integral es que nacen los llamados planes que de integral no tiene nada. La esencia de un plan integral debe ser precisamente reintegrar el mercado SQP al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado con el propósito de tratar de alcanzar el máximo bienestar social.

El desarrollo de una reforma integral, cuyas investigaciones y propuestas se iniciarion en 1996, es de lo que se trata todo el esfuerzo que ha emergido como la electricidad sin control de precios. Es esfuerzo en esencia abre la industria a la innovación y a la competencia en los sectores minorista y mayorista, a corto y largo plazos, aunque mantiene regulado el transporte (la transmisión junto a la distribución) para dotar la demanda de elasticidad y facilitar el transito hacia un país sin apagones con un servicio individualizado al menor costo.



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