© José Antonio Vanderhorst-Silverio, PhD
Consultor Interdependiente en Electricidad
29 de marzo, 2005
La República Dominicana es uno de los países mejor posicionado para cosechar y recuperar los beneficios de las inversiones en Recursos de Respuesta de la Demanda (DRR por sus siglas en inglés). Por las razones que siguen, debemos aceptar la invitación a participar en la segunda ronda del proyecto DRR, en Administración del Lado de la Demanda (DSM por sus siglas en inglés), de la Agencia Internacional de Energía. Dicho proyecto produce las herramientas necesarias para que los participantes del proyecto puedan desplegar rápidamente la respuesta de la demanda en sus mercados eléctricos para enfrentar problemas locales. La primera ronda está siendo ejecutada por 11 países desarrollados, incluyendo USA, Japón e Italia. China, India, África del Sur, Kenia, Tanzania, Zambia, y Tailandia están interesadas en unirse a una segunda ronda, la cual está siendo estructurada para iniciarse en la segunda mitad del 2005.
El gran potencial de beneficios esperados del despliegue de las herramientas debe interesar a las instituciones financieras multilaterales, ya que con DRRs eficazmente desplegados aumentarán considerablemente la probabilidad del pago oportuno de los préstamos. Esas herramientas ayudan a implantar un enfoque de mínimo costo descentralizado en el costo de electricidad de los consumidores, dirigido al máximo bienestar público, que también financia las inversiones de capital, en adición a enfrentar los problemas de pérdidas y subsidios.
Con una demanda estimada total de 2,400 MW a la fecha, durante más de 20 años los clientes de electricidad en la República Dominicana han invertido sistémicamente en soluciones individuales de administración de riesgo para reducir los altos costos de las interrupciones que surgen de la baja confiabilidad del servicio eléctrico, que hoy exceden 1,500 MW solo en el sector industrial. Hasta las inversiones de los clientes residenciales en generadores de emergencia y almacenamiento (inversores a batería) han sido excesivamente grandes. Tales inversiones muestran que para la mayoría de los clientes, los costos desabastecimiento son más elevados que los de abastecimiento. El costo de desabastecimiento ha sido y todavía es uno de los riesgos país más elevados, reduciendo las inversiones directas locales y extranjeras y por el tanto el desarrollo del país. Un despliegue exitoso de DRRs para romper dicha barrera los convierte en sendas herramientas para mercadeo y administración de riesgo.
La Respuesta de la Demanda es una innovación de la administración de riesgo sin igual, basada en medición avanzada, computación, telecomunicación y control, para racionar electricidad eficientemente de forma voluntaria, cuando se requiera. La administración del riesgo bajo una orientación al cliente sugiere: a) a largo plazo, la satisfacción constante de las metas de confiabilidad del sistema es la forma más económica de despachar la generación y los DRRs., y b) La Respuesta de la Demanda es ejecutada para mantener el sistema en la banda económica del Estado Normal de Operación . Con DRRs, la confiabilidad del sistema puede mantenerse suficientemente alta en todos los niveles de la cadena de valor, mientras los clientes pueden elegir diferenciarse y segmentarse a sí mismos por sus necesidades percibidas de confiabilidad en suplidores y compradores de servicios de DRR coordinados, con un mecanismo para recuperar los beneficio. Elementos DRR, propiedad de los clientes, y una industria vibrante de telecomunicaciones, son ventajas estratégicas del país. El enfoque es sistémico porque el círculo vicioso de crecientes soluciones individuales es revertido en la medida en que aumenta el DRR, que a la vez aumenta la confiabilidad del sistema, llevando a un círculo virtuoso.
Los DRR tienen importantes beneficios de estabilidad técnica, económica y financiera. Los DRR ayudan al operador del sistema a despachar dentro de los márgenes de seguridad dictados por la administración de riesgos. Las atenuaciones en la volatilidad de precios a corto plazo, y el comportamiento auge-quiebra a largo plazo, son mejor servidos con un enfoque como ese. Al evitar una operación cercana a la capacidad, se mitigan los apagones y desabastecimientos, mientras se señala la necesidad de una asignación eficiente de las inversiones y recursos de infraestructura.
Los DRR tienen beneficios importantes de eficiencia. Además de integrar económicamente, sin necesariamente sincronizar, los numerosos activos invertidos por los clientes, los DRRs pueden estar colocados en los lugares adecuados del sistema para reducir la demanda eficazmente y mantener un nivel económico de reservas; operando circuitos de distribución con alta confiabilidad elimina la ineficiente práctica local de invertir en subestaciones de transmisión solo para reducir los costos de interrupción; la integración de nuevos clientes y cargas de clientes que son operadas aisladas de la red aumenta la economía de escala y reduce el consumo de combustible; los factores de capacidad de las instalaciones también aumentarán; las interrupciones involuntarias de altos costos disminuirán grandemente.. Tales aumentos en valor agregado y reducciones en destrucción de valor por el nuevo modelo de negocios de beneficios DRR ayudará la industria a la sostenibilidad financiera. Adicionalmente, los DRR son también una herramienta de transición para integrar las fuentes de energía no convencionales al sistema cuando se requiera para la sostenibilidad ambiental.
Los DRR pueden proveer beneficios para los clientes pobres. Con pérdidas esperadas por robo de 30% para el final del 2005, un eventual ajuste fino de la administración de pérdidas puede ser grandemente apoyado por la tecnología DRR. Requiriendo la capacidad de Respuesta de la Demanda como una condición de servicio, los riesgos de apropiarse libremente de la confiabilidad y por robo serán adecuadamente mitigados. Siendo países en desarrollo, los países participantes de la segunda ronda deben añadir una tarea para desarrollar dispositivos de bajo costo (como son los teléfonos celulares para la industria telefónica), con capacidad para medición y Respuesta de la Demanda, para crear un estándar de facto para un mercado masivo. Con tal estándar y con sus derechos respetados con un valor de servicio que equilibre los costos de electricidad, los clientes pobres podrán elegir convertirse en clientes activos, legalizados, y por tanto rentables. Así los pobres ofrecen y se benefician de los servicios de Respuesta de la Demanda, así como de precios sin subsidios a largo plazo. El financiamiento de aparatos eficientes en energía a los clientes pobres legalizados llevará a la sostenibilidad social. La nueva versión del Programa de Reducción de Apagones puede beneficiarse del despliegue de DRR, para mejorar la colocación y eficiencia de los subsidios.
Finalmente, con el apoyo de la comunidad bancaria multilateral, la República Dominicana puede también posicionarse como un lugar modelo de prueba para la investigación, desarrollo y demostración de proyectos DRR. El país estaría disponible para los proyectos participantes del IEA DSM DRR, desarrollando reglas de mercado estables y auto-consistentes, bajo una orientación que diferencie la confiabilidad del servicio para darles opciones asequibles a los clientes al por mayor y al detalle.
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