Reducción del Subsidio con Facilidades de Financiamiento a la Eficiencia Energética

Una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja. La energía convencional está tan cara que hace que la gente busque alternativas. La mejor alternativa para el país es recibir los beneficios de la energía sin derrocharla. Ese es el cometido de la eficiencia energética, la cual silenciosamente y sin la intervención del Estado está haciendo su trabajo. Sin embargo, solamente los que enfrentan la presión de los costos de la energía y tienen capacidad para financiar la eficiencia energética están logrando resultados.

Es necesario que la señal de precios de la energía y las facilidades de financiamiento lleguen a otros estratos de la población. El mantener las tarifas de electricidad altificialmente bajas para los estratos pobres es una mala receta para la solución del problema porque invita al derroche. Sugerimos reorientar el subsidio en facilidades para financiar la eficiencia energética a los clientes que pagan la electricidad y solamente a ellos.