Sorry: Aunque No Hay Culpa, Tenemos que Cambiar el Sistema

Cuando cometo un error lo admito lo más pronto posible. Así me evito que me digan que estoy equivocado. Mi imagen baja un poco, pero si me descubren baja mucho más. Esa es una sugerencia de Steven Covey que me ha dado muy buenos resultados profesionales y laborales.

Aunque podría ser solamente semántica mi equivocación, en caso de que algo tiene que tener la culpa para no ir en contra de nuestros modelos mentales arraigados, eso es precisamente lo que quiero destacar en mi equivocación: nuestra teoría-en-uso basada en lo familiar está equivocada. Esas teorías en nuestras cabezas son un filtro - parte de una cultura - que no nos dejan ver la realidad. No obstante, esas sutilezas, mi conclusión de que la solución requiere cambiar el sistema, quedará más clara ahora si se quitan sus filtros de sus cabezas.

Decía que la culpa de los apagones estaba en el sistema, pero Peter Senge en la última ley (la #11) de las Leyes de la Quinta Disciplina dice claramente que "No hay culpa." Senge explica que "Solemos culpar a las circunstancias externas por nuestros problemas. "Alguien - los competidores, la prensa, el ánimo incosntante del mercado, el gobierno - nos perjudicó. El pensamiento sistémico muestra que no hay nada externo: nosotros y la causa de nuestros problemas formamos parte de un solo sistema. La cura radica en la relación con nuestro "enemigo."

Es importante agregar que cuando buscamos la culpa queremos encontrar la causa y el efecto en el mismo tiempo y en el mismo espacio, pero Senge establece en la Ley #7 que "...una característica fundamental de los sistemas humanos complejos: la 'causa' y el 'efecto' no están próximos en el tiempo y el espacio. Por esa mismo, en la Ley #8, "Los cambios pequeños pueden producir resultados grandes, pero las zonas de mayor apalancamiento a menudo son las menos obvias," hemos llegado a la conclusión de que el apalancamiento - "un cambio que con un mínimo esfuerzo llevaría a una mejora significativa y duradera" está en sustituir dos intermediarios (el regulador y el distribuidor) monopólicos por un detallista competidor en las relaciones de comercialización entre los clientes-consumidores y los generadores.